Por P.A. David Nesher
Alguien hoy me preguntó: ¿Por qué es costumbre iniciar el Yom Kippur con Kol Nidréi?
Para responder, primero diré que el Kol Nidréi es una tefiláh (plegaria de conexión) que hacemos en la víspera de Yom Kippur, comenzando con el primer servicio del Gran Día. Mediante el Kol Nidréi, queda declarado que todas las promesas y/o votos que hemos hecho a Dios y no hemos cumplido, quedan anuladas.
Esta tefiláh está basada en el mandato bíblico de que un israelita no debe quebrar ninguna promesa proferida, y trata de la anulación de las promesas hacia el Todopoderoso hechas voluntariamente por el hombre pero no observadas o quizás no cumplidas porque estaban por encima de su capacidad:
«Es mejor no prometer, que prometer y no cumplir. Así que no dejes que tus palabras te hagan pecar. No le digas al sacerdote:
«No quería decir lo que dije».
Si haces eso, Dios se enojará por tus palabras y destruirá todo lo que has conseguido con tu trabajo.
No debes dejar que tus sueños inútiles y tus alardes te causen problemas.
Muestra respeto a Dios.«
(Eclesiastés 5: 5-7 _ Biblia PDT)
Respecto de las promesas hechas al ser humano, en cambio, Kol Nidreí no es aplicable. Una persona no puede ser liberada de una obligación para con su prójimo salvo por consentimiento de la persona concernida.
El Sabio Sheim MiShemuel indica que cada israelita tiene la capacidad de santificar un objeto por medio de una declaración verbal. Él cita a Rabino Yona quien dice que la Torah revela que cualquiera que guarda su boca y su lengua de la impureza y la falsedad tiene la capacidad de transformar su boca en un ‘’Vaso Sagrado’’
Esto es de la misma manera que los Vasos Sagrados del Templo ejercían ese poder sobre las cosas que contenía y los santificaba.
El Talmud Yerushalmi (Berajot 1:2) nos informa en el nombre de Rabí Shimón Bar Yohai que el hombre fue creado con dos bocas, una para cosas santas y la otra para cosas profanas o mundanas. Sobre la reflexión anterior, el concluye que si el hombre con una sola boca abusa de su divino regalo de hablar, si hubiera tenido las dos bocas hubiera abusado de ambas todavía peor.
Rabí Shimón solía decir que así como un vaso sagrado se vuelve impuro y contamina todo lo que contiene, una boca que usa Lashón Hará, chismes y maldad en su hablar, disminuye el efecto de las Plegarias y del estudio de Torah y por consiguiente, disminuye su efectividad.
Para eso se hizo Kol Nidréi. Se dirige a la manera abusiva de cada uno de nosotros en que usamos nuestra boca en el pasado año.
Si nosotros no tomamos nuestra declaración y nuestras palabras seriamente, ¿cómo pretendemos que el Eterno acepte nuestras plegarias? En este precioso Día (Yom Kippur) venimos y declaramos: “Si solo lo hubiera sabido” que al no haber guardado el Shabat me distanciaría de Tu Presencia y cortaría mi vida de Santidad, yo no hubiera violado el Shabat!
Pero, contrario a los negocios, en donde muchas pólizas son de ¡No Retorno!, ¡No Se Devuelve el Dinero!, el Eterno es lleno de Misericordia y permite que el remordimiento mitigue la seriedad de una ofensa convirtiéndola en una falta menor o en un buen acto ya que fue el vehículo que se uso para elevar a la persona.
Este es el poder de la Teshuváh que opera cuando recitamos Kol Nidréi, o la Anulación de los Votos.
Hay una sola área de la Torah en donde los pensamientos de una persona se tienen en cuenta: La mitzváh (norma) de los Votos. En el Libro de Números está escrito:
‘’Cuando un hombre hiciere voto al Eterno, o hiciere juramento para obligar a su alma con alguna abstinencia, no ha de profanar (violar) su palabra; conforme a todo lo que salió de su boca, así hará’’.
(Bamidbar/Números 30:3)
El Talmud señala que la persona que ha hecho un voto no puede violar su palabra, pero que otros (un tribunal de 3 miembros o un erudito) puede anular dicho voto. Para ello existen dos métodos: Uno es “ta’us’’ o sea errar y el otro es “haratá’’ o sea remordimiento (que en estado de dolor jura matar al causante de su desgracia)
El procedimiento litúrgico es del siguiente modo:
Antes de la puesta del sol se abre el Arca Sagrada (Arón HaKodesh). Entonces dos feligreses honorables y piadosos extraen cada uno un Sefer Torah (Rollo de la Torah) y se colocan a ambos lados del oficiante (Shaliaj Tzibur), constituyendo así un Tribunal terrenal junto al Tribunal Celestial representado por los Sifrei Torah y el Arca abierta.
Entonces se comienza con «Al daat Hamakom…» (traducido: «Con el consentimiento Divino…»), otorgando permiso para rezar junto a los transgresores. En su raíz, esta proclamación se instituyó para permitir rezar a los marranos (que exteriormente habían renegado de su fe judía) junto a toda la congregación.
Luego de recitar los versículos que siguen a Kol Nidrei, y que enfatizan el perdón divino, se pronuncia la bendición de «Shehejeianu», en la que se agradece al Creador por habernos dado vida y permitido llegar a este día de Yom Kippur.
Entre las comunidades sefaradíes se canta, antes de Kol Nidrei, la profunda poesía «Lejá Kelí Teshukatí…» (Hacia Ti, mi Dios, son mis ansias…»), que manifiesta un profundo apego hacia el Creador y Su servicio, y contiene también una confesión por aquellas cosas en las que el hombre puede haber caído.
Lo que más nos interesa a nosotros es que de acuerdo con la Kabaláh, el Kol Nidrei es mucho más que un mero procedimiento técnico de anulación de votos. En realidad, al anular los votos que hicimos, le estamos pidiendo a Dios que sea recíproco con nosotros y nos devuelva con la misma moneda. En el caso de que Él haya prometido no traer aún la redención, en el caso de que Él haya hecho un voto de que traería duros juicios en contra de Su pueblo en el año siguiente, nosotros le pedimos que anule esos votos y que en su lugar nos dé un año de felicidad y de redención.
Tal vez, esa sea la razón por la cual esta plegaria es tan solemne.