Por P.A. David Nesher
Si Ud. o alguien de sus contactos está teniendo dificultades con sueños hostigadores que probablemente están produciendo frutos de temor, ansiedad y terror, es probable que esos sueños no sean del Eterno Dios, sino más bien estén inspirados por el cuerpo o por demonios.
Primeramente, debemos definir ¿qué son los sueños? Los especialistas explican que se trata de una combinación de información que tenemos en el cerebro y emociones, y al configurarse, esta información se mezcla de forma errónea.
Cuando estamos despiertos el cerebro capta información y emociones por nuestros cinco sentidos y la va guardando hasta que la necesita, ya que llegado el momento, la recopila, junta adecuadamente y explica.
Sin embargo, mientras dormimos, la información que se ha guardado corre una suerte distinta a cuando estamos en vigilia. Al configurarse el sueño, esta se combina de forma aleatoria y aúna cosas del pasado, del presente y del futuro, pensadas, imaginadas y vividas sin coherencia ni explicación.
Normalmente, durante la noche, entramos en dos estados distintos de sueño. El primer estado es conocido como «SWS» (sueño con ondas lentas) y, después de unos 90 minutos, normalmente entramos en la segunda fase llamada REM (sueño con movimientos rápidos de los ojos). Durante el resto de la noche, alternamos entre estos dos estados
Los episodios de pesadillas aparecen en la segunda mitad de la noche. Entre sus principales características, destaca que el niño se despierta y siente miedo porque puede recordar el contenido del sueño, mientras se producen no suele haber “movimientos ni verbalizaciones.
¿Cómo se producen las pesadillas y los terrores nocturnos?
Se suelen definir las pesadillas como cualquier sueño molesto que lleva directamente a despertarse. Suelen estar asociadas a fuertes emociones, que desearíamos evitar. Solo un 4% de pesadillas ocurren durante la fase SWS y son conocidas como «terrores nocturnos».
Las pesadillas son un fenómeno frecuente en los niños, calculándose una prevalencia entre el 10% y el 50% en edades comprendidas entre los 3 y los 6 años. A pesar de ser más frecuentes en la infancia también pueden presentarse en la edad adulta. Las situaciones de estrés y los episodios traumáticos, aumentan su frecuencia y severidad.
Las pesadillas son descritas como sueños de contenido terrorífico, que ocurren generalmente durante el sueño REM, en la segunda mitad de la noche principalmente, y que acaban por despertar al paciente. El despertar se produce con rapidez, no presentándose el estado de confusión mental típico de los terrores nocturnos. La agitación (palpitaciones, aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración, etc.) es menos marcada en las pesadillas.
Tener una pesadilla de vez en cuando puede ser bastante corriente. Los estudios que se han hecho indican que entre un 4% y un 8% de la población en general tienen un problema cotidiano con las pesadillas.
Las personas no suelen recordar el contenido de estas pesadillas. Tal vez se despiertan sudando o gritando, y sin embargo son incapaces de saber qué es lo que han soñado.
Si las pesadillas son intensas y se repiten con frecuencia pueden llegar a tener un efecto negativo en el día a día del paciente.
Se ha comprobado que los intentos de evitar las pesadillas provocan conductas que alejan a la persona de la higiene del sueño necesaria para dormir adecuadamente, lo que puede llevar a causar un problema a la persona que es necesario tratar.
Las pesadillas, sobre todo las que son recurrentes, pueden generar una gran molestia porque distorsionan nuestro descanso y nos generan ansiedad sin que tengamos mucho control sobre ellas.
Aspectos escondidos de nuestro subconsciente, cosas que leemos, vemos u oímos, estados de ansiedad o temor pueden producir sueños aterradores. Muchas pesadillas pueden tener una llave que abrirá aspectos que necesitan liberación emocional o sanidad interior, por lo cual hay que examinarlos a la Luz del Espíritu Sanador de Dios. Otras pesadillas son producidas por ataques de espíritus diabólicos que hostigan, atormentan y arrebatan a las personas su paz y gozo interno, este tipo de pesadillas pueden causar confusión emocional donde las personas pueden llegar a tener miedo de dormirse por las noches.
¿Cuáles son las fuentes de las pesadillas?
Al considerar el origen de este mal del sueño humano tenemos que tener en cuenta los siguientes puntos:
a)La atmósfera espiritual que rodea el lugar, la casa o la habitación. Esto influye de una manera muy fuerte en la mente de las personas mientras duermen, provocando perturbaciones, ansiedad, dolores de cabeza, opresión, el no poder dormir o cuando se duerme tener pesadillas o sueños perturbadores, cuando una persona duerme, el espíritu maligno es libre de entrar y salir del cuerpo de la persona a su antojo (Mateo 12:43). Algunas veces se siente una presencia inquietante en la habitación. Un ejemplo bíblico fue cuando el rey Saúl era atormentado por un espíritu maligno y David tocaba el arpa y este espíritu salía de Saúl (1ª Samuel 16:23 y 18:10-11).
b)Los espíritus que gobiernan un territorio o región. Muchas veces uno se siente inquieto sin conciliar el sueño, con sueños perturbadores y la gente se despierta cansada debido a espíritus ocultos en el área, se puede relacionar la atmósfera en las grandes ciudades con el tipo de pecados, iniquidades y placeres carnales que dominan o controlan aquellos quienes viven en esas zonas en particular. El pecado tiene que ver con pensamientos carnales que llevan acciones que alteran la personalidad y a la vez alteran la atmósfera espiritual. Cuando muchos creyentes influyen en la moral y las leyes de una comunidad, se sentirá un espíritu de paz y tranquilidad a lo largo de la región (Leer Proverbios 29:2).
c)Señales y sonidos atrapados en la mente. Esta tercera razón tiene que ver con lo que la persona ve y escucha antes de ir a dormir. Es bueno no permitir ninguna actividad visual o verbal relacionada con el ocultismo, lo demoníaco o lo sexual, ya que se plantan semillas en la mente, y tal semilla puede abrir puerta a un espíritu atormentador u opresivo. El miedo por lo que se ve nos puede volver vulnerables a un ataque físico. Muchas veces el ver pornografía ya sea por internet o por otro medio, las personas se van a la cama con su mente enraizada con una aventura emocional con imágenes de mujeres extrañas, dando lugar a un sueño sucio. Debemos cuidar que dejamos entrar a nuestras mentes o corazones por lo que captan nuestros cinco sentidos fisicos por eso la Biblia dice en Proverbios 4:23: «Sobre toda cosa guardada, Guarda el corazón, porque de él mana la vida.»
d)Los problemas con las preocupaciones o ansiedades. La Biblia nos menciona en Eclesiastes 5:3 » Quien mucho se preocupa tiene pesadillas, y quien mucho habla dice tonterías«. Según los expertos tienen pesadillas las personas con una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo. La investigación ha demostrado que la mayoría de la gente que tiene pesadillas regulares ha tenido una historia familiar con problemas psiquiátricos, experiencias con drogas, personas que han contemplado el suicidio, y/o han pasado relaciones tormentosas. Las pesadillas son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una manera en que nuestro subconsciente da un aviso. «¡Presta atención!»
¿Cómo podemos detener tales pesadillas o sueños sucios?
Si Ud. percibe que se le está revelando algún aspecto de su alma, debe anotar con mucho cuidado estos sueños y pedir la dirección y guía del Espíritu Santo respecto a la interpretación y aplicación de estos sueños. Si es necesario, su mentor espiritual mesiánico tal vez sea capaz de ayudarlo a determinar la mejor manera de lidiar con lo que descubra.
Al lidiar con pensamientos producidos por un espíritu de temor o algún otro espíritu demoníaco, Ud. debe saber que la Instrucción (Torah) del Eterno le ha dado autoridad espiritual sobre tales cosas:
«… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,…»
(2 Corintios 10: 4-5)
Conviene que Ud. practique estos tres consejos para evitar este tipo de ataque nocturno:
- Establezca una atmósfera positiva en su habitación: Es bueno orar al despertarse y antes de dormir, se puede tocar música de alabaza para purgar la atmósfera, también es bueno declarar la Palabra de Dios y ungir con aceite las paredes de la habitación, si no tiene alabanza cristiana alabe personalmente al Señor antes de dormir.
- Limpie su mente mediante la renovación del espíritu: En 2ª Corintios 4:16 y Colosenses 3:10 la palabra griega “renovar” que se utiliza en estos pasajes significa hacer diferente de nuevo. Es un proceso de continua renovación y de ayudarse a pensar diferente. La renovación de la mente es un proceso diario, debemos limpiar nuestra mente mediante el “lavamiento de agua por la Palabra” (Efesios 5:26) después de leer y meditar en las escrituras su mente se limpiará y su espíritu se inspirará.
- Declare palabras de descanso: Antes de dormir declare en voz alta la palabra de Dios, puede declarar las promesas del Salmo 4:8 y Proverbios 3:24. Es bueno que los padres que están criando a sus hijos aprovechen el momento en la noche antes que sus hijos se vayan a dormir de imponerles manos y pidan al Padre Celestial que tengan un sueño grato, puede declarar la promesa de Isaías 26:3 ya que la palabra paz en hebreo es “Shalom” que significa estar completo y lleno de bienestar y paz.
Sepa que si Ud. realiza estos tres pasos y se somete por completo a la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios, el diablo huirá de toda área de su vida:
«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros».
(Santiago 4:7)
Tenga bien en cuenta que la oración diligente y el uso de la espada del Espíritu, la Palabra de Dios (Efesios 6:17), le asegurará libertad del tormento. Busque también respaldo en oración de otros que puedan luchar junto a Ud. contra tales ataques.
Recuerde que los discípulos del Mesías no tienen por qué sufrir tormento innecesario de su propia alma o a manos del adversario (HaSatán).
Yeshúa proveyó nuestra sanidad y liberación de tal hostigamiento cuando derramó su sangre en la cruz del Gólgota y nos dio poder sobre todas las obras de las tinieblas (Lucas 10:19). Por lo tanto, debemos apropiarnos de la plena provisión que Él hizo para nuestra libertad espiritual y andar libres de temor, ¡incluso cuando dormimos!