El 22% de los jóvenes catalanes ni estudia ni trabaja…
Desde 2007, el número de jóvenes catalanes entre 16 y 24 años que ni trabaja ni estudia, los conocidos popularmente como «ni-ni», se ha incrementado en siete puntos porcentuales. Estos datos los expone los revela el Anuario 2011 sobre «El estado de la educación en Cataluña» presentado ayer por la Fundación Jaume Bofill.
De esta manera, el porcentaje de jóvenes «ni-ni» se situó en 2011 en el 21,9 por ciento, una prevalencia muy superior a los niveles existentes en el resto de España (20 por ciento) y la Unión Europea (16 por ciento).
Así, Cataluña se sitúa como el cuarto territorio europeo con más jóvenes que ni trabajan ni estudian, sólo superado por Bulgaria (27,9 por ciento), Italia (25,2 por ciento) y Grecia (24,4 por ciento), y como la séptima comunidad autónoma española con mayor número de «ni-ni». Este fenómeno afecta especialmente a la población masculina, de nacionalidad extranjera y, sobre todo, a los jóvenes con un déficit instructivo. Los motivos de esta preocupante inactividad de la juventud catalana, más allá de los efectos propios de un período de crisis económica, residen, según en el informe, en las carencias que presenta el sistema educativo catalán y que en su mayoría se ven reflejadas en el alto índice de abandono educativo prematuro.
«Polarización del sistema»
Pese a que en 2011 se redujo en un 7 por ciento ese abandono escolar respecto a las cifras de 2008, éste se sitúa aún en el 29 por ciento, cuando lo deseable según el criterio europeo sería del 14 por ciento. Según desvela este informe, una de las claves que explica las carencias del sistema educativo catalán sería su polarización. Esto se traduce en un mal resultado que es el abandono educativo prematuro –prácticamente duplica el europeo– y un buen resultado que es la superación de estudios superiores –un índice que se sitúa por encima de la media europea–.
Por ello, el estudio, señala la importancia de poner en práctica medidas educativas que mejoren la equidad del sistema y que optimicen las oportunidades de los alumnos con mayores dificultades y peores resultados . De esta manera se favorece que permanezcan en el sistema y completen sus estudios secundarios.
En la misma línea, la elevada segregación escolar presente en la educación catalana se manifiesta como un factor que puede afectar los resultados escolares. Y es que en Cataluña, el porcentaje del alumnado extranjero en el sector público es del 19 por ciento, lo que triplica el de las escuelas concertadas (7 por ciento). Según revela el informe, la concentración de alumnado con más necesidades educativas en centros determinados revierte negativamente sobre sus resultados y sobre el conjunto del sistema.
Otro de los principales factores que explica el abandono escolar es la debilidad de las transiciones educativas, como demuestra que el sistema educativo catalán registra una tasa de idoneidad a los 15 años del 70,4 por ciento, sin embargo registra muy malos resultados en lo que se refiere a la permanencia en el sistema a partir de los 16 años. Por ello, el estudio señala como determinantes los recursos de apoyo y acompañamiento en la escolaridad y la inversión en la detección temprana de las dificultades básicas de aprendizaje. Además, hace hincapié en la necesidad de potenciar la formación profesional, que se ha consolidado como el itinerario formativo más seguido con el alumnado con mayores dificultades. En este aspecto, Cataluña está a la cola en Europa.
Líder en gasto familiar en enseñanza
El gasto público en educación –3,95% del PIB en 2009 en Cataluña– está muy por debajo de la media europea (5,18%) y española (4,7%), lo que ha provocado que Cataluña tenga el porcentaje de gastos en los hogares en educación más elevado, en valores relativos de España, así como también de gasto medio por hogar y persona en valores absolutos. En 2009, los hogares catalanes pagaban una media de 148 euros más por hogar en enseñanza y 313 euros más por estudiante que el resto de hogares de España.
Fuente: Alerta digital