Por Sergio Villone
Los grupos monopólicos y sus «periodistas» intentan -en sus medios gráficos y electrónicos- hacer del circo alrededor del ex apoderado de las Madres una noticia que mine la autoridad política del gobierno.
Causaba pavor ver anoche a Amadeo apretar a Stolbizer al aire en el
programa de Joaquín Morales Solá. «No es tiempo para tibiezas», la
amenazaba el duhaldista, otro de los (previsibles) fracasos de la
política nacional en las últimas elecciones del 14 de agosto.
programa de Joaquín Morales Solá. «No es tiempo para tibiezas», la
amenazaba el duhaldista, otro de los (previsibles) fracasos de la
política nacional en las últimas elecciones del 14 de agosto.
Mientras, el radical Faustinelli, al lado, se excusaba de que la
nueva jugada mediática del Grupo A para este jueves sea vista por la
sociedad de la misma forma que fueron calificadas todas las anteriores y
que llevaron a su rotunda derrota mediante un increíble: «Shocklender
no es de la oposición».
nueva jugada mediática del Grupo A para este jueves sea vista por la
sociedad de la misma forma que fueron calificadas todas las anteriores y
que llevaron a su rotunda derrota mediante un increíble: «Shocklender
no es de la oposición».
Binner juega a ser el segundo partido opositor nacional en las
próximas elecciones del 23 de octubre. Por lo tanto no puede prestarse a
circos como el que las dos empresas paraperiodísticas, con el aval de
sus empleados en el Congreso (la golpeadora Camaño y la Pato Bullrich,
principalmente; las dos, desairadas por sus «partidos»), preparan para
este jueves cuando el lavador de dinero y estafador serial se presente
en una «reunión informativa» (son tan endebles políticamente -por no
decir otra cosa- que ni lo hacen entrar por comisión -la de Asuntos
Constitucionales y la de Vivienda, ambas en manos opositoras- porque no
alcanzan quorum ni ahí -a pesar de su propia mayoría).
próximas elecciones del 23 de octubre. Por lo tanto no puede prestarse a
circos como el que las dos empresas paraperiodísticas, con el aval de
sus empleados en el Congreso (la golpeadora Camaño y la Pato Bullrich,
principalmente; las dos, desairadas por sus «partidos»), preparan para
este jueves cuando el lavador de dinero y estafador serial se presente
en una «reunión informativa» (son tan endebles políticamente -por no
decir otra cosa- que ni lo hacen entrar por comisión -la de Asuntos
Constitucionales y la de Vivienda, ambas en manos opositoras- porque no
alcanzan quorum ni ahí -a pesar de su propia mayoría).
En este marco, Margarita marcaba, ante la mirada asombrada de Joaco,
que no se puede legitimar a un delincuente como Socklender al darle este
espacio en el Congreso Nacional, más allá de que el diario donde
trabaja Morales Solá lo presente como más confiable que un juez federal
(siempre tan respetuoso de las instituciones ese matutino, a tal punto
de preparar el terreno para la más que probable imputación de
Shocklender: Oyarbide lo hará para proteger al gobierno nacional, no
porque John Lender sea un delincuente probado).
que no se puede legitimar a un delincuente como Socklender al darle este
espacio en el Congreso Nacional, más allá de que el diario donde
trabaja Morales Solá lo presente como más confiable que un juez federal
(siempre tan respetuoso de las instituciones ese matutino, a tal punto
de preparar el terreno para la más que probable imputación de
Shocklender: Oyarbide lo hará para proteger al gobierno nacional, no
porque John Lender sea un delincuente probado).
El ex apoderado de la Fundación de las Madres corre contra reloj
antes de ser metido preso por estos graves delitos. Antes prefiere
manchar todo lo que pueda al gobierno kirchnerista y a Hebe de Bonafini
en una jugada que en vez de arrastrar a estos terminará hundiendo aún
más a una oposición que se niega a madurar: en vez de estructurar
propuestas y presentarlas ante el Ejecutivo, prefiere seguir los
designios de poderosos de otro tiempo. Antes que armar verdaderos
partidos políticos con alcance territorial, sus políticos prefieren
quedar como marionetas ante las cámaras de televisión. Así les va.
antes de ser metido preso por estos graves delitos. Antes prefiere
manchar todo lo que pueda al gobierno kirchnerista y a Hebe de Bonafini
en una jugada que en vez de arrastrar a estos terminará hundiendo aún
más a una oposición que se niega a madurar: en vez de estructurar
propuestas y presentarlas ante el Ejecutivo, prefiere seguir los
designios de poderosos de otro tiempo. Antes que armar verdaderos
partidos políticos con alcance territorial, sus políticos prefieren
quedar como marionetas ante las cámaras de televisión. Así les va.
Mientras tanto, Clarín y La Nación ya rifan su escasa credibilidad
(anoche, Alfano y Massaccesi sin repreguntarle -en TN- a Shocklender
cuando éste habló de preservar el equilibrio en el Congreso, fue un
momento sublime) y son los únicos que colocan este caso en sus tapas,
hecho que hace recordar lo que le sucedió a Majul el domingo, en su
programa La Cornisa (América): cuando tocó el tema de Candela, el rating
subió a 6 puntos. Cuando pasó a entrevistar en el piso a Schoklender,
bajó a casi 4.
(anoche, Alfano y Massaccesi sin repreguntarle -en TN- a Shocklender
cuando éste habló de preservar el equilibrio en el Congreso, fue un
momento sublime) y son los únicos que colocan este caso en sus tapas,
hecho que hace recordar lo que le sucedió a Majul el domingo, en su
programa La Cornisa (América): cuando tocó el tema de Candela, el rating
subió a 6 puntos. Cuando pasó a entrevistar en el piso a Schoklender,
bajó a casi 4.
De acuerdo a la autopsia, la niña había sido asfixiada entre 24 y 36
horas antes del hallazgo y el cuerpo arrojado en la vía pública la misma
tarde en que fue encontrado.
horas antes del hallazgo y el cuerpo arrojado en la vía pública la misma
tarde en que fue encontrado.
¡Qué estupidez Sergio Villone…!, si Schocklender es nota debe ir en sitio preferencial… Se nota que muy poco entiendes de periodismo. A Sergio Schocklender no lo fueron a buscar Clarín y La Nación a la cárcel para ingresarlo a los organismos de DDHH.
Ahora, hay que bancárselo… Será la justicia la que crea o no en sus dichos y será la opinión pública la que dé su veredicto en cuanto a su credibilidad.