Quedé asombrado cuando escuché a el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, hablando en la Asamblea General de la ONU, el 01 de octubre del año pasado, y proclamando que estamos ante el cumplimiento de la profecía bíblica del profeta Ezequiel, (capítulo 37). Asimismo, aseguró que Israel espera el pronto cumplimiento de lo profetizado por la Biblia en Ezequiel capítulos 38 y 39. Obviamente los medios de comunicación, al servicio del poder illuminati-reptiliano, destacaron sólo os dos primeros tercios de su discurso.
Netanyahu, habló durante media hora. Gran parte de lo que se dijo fue que Israel atacará a Irán en cualquier momento. Este fue el foco de la mayoría de la mayoría de sus colocaciones. El resto eran consideraciones sobre un viejo tema: Palestina. Lo que sorprendió a muchos fueron los últimos minutos de su discurso.
En pocas palabras, el primer ministro cree que Irán no es confiable y su reciente conciliatoria es una estrategia para ocultar sus armas. Benjamin Netanyahu, dijo que Irán no es de confiar y tras su reciente discurso conciliador esconde una estrategia armamentista. También añadió: “En este momento, Irán es la mayor amenaza para la paz mundial. Si los otros países no quieren enfrentarlo con una postura rígida, Israel está dispuesto a defenderse”.
Sobre el nuevo presidente de Irán, Hassan Rohani, fue contundente: “Él es un lobo que cree que puede poner la lana sobre los ojos de la comunidad internacional”. También recordó que cuando Rouhani era jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, entre 1989 y 2003, dio el visto bueno al gobierno para los atentados terroristas que causaron muchos muertos.
Durante su discurso, Netanyahu, hizo referencia a los relatos del Antiguo Testamento sobre el rey Ciro de Persia (actualmente Irán), que hace aproximadamente 2.500 años atrás permitió el regreso de los israelitas del exilio babilónico a su tierra para reconstruir el Templo de Jerusalén. Para él, la amistad de siglos de antigüedad entre los dos pueblos se rompió en 1979, cuando se produjo la revolución islámica en Irán, dirigida por el ayatolá Jomeini. Desde entonces, el gobierno iraní religioso musulmán se ha aliado a los mayores enemigos de Israel, las naciones árabes.
Sin embargo, Netanyahu advierte que Irán, junto a Rusia, son los principales partidarios de la guerra en Siria, donde se utilizaron armas químicas. A partir de ahí, habló de su intención de tener paz con los palestinos, mientras hay “el reconocimiento mutuo, en el que un estado palestino desmilitarizado reconoce al Estado judío de Israel”. Afirmó que Israel es “una nación próspera con la capacidad de defenderse“.
Al finalizar, dijo algo inesperado.”Las profecías bíblicas se están cumpliendo en nuestros días. En nuestro tiempo, vemos que se están realizando las profecía bíblica. Como dijo el profeta Amos [9:14-15] “Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que les ha dado el Señor”.
Después de repetir los versos en el original hebreo, dijo: “Señoras y señores, el pueblo de Israel regresó a su hogar para nunca mas ser sacado de ella”.
Para muchos teólogos, el escenario que se señala hoy en día, comparando con el texto de Ezequiel 38-39, apunta a lo que la Biblia describe como la guerra de Gog y Magog. Las grandes naciones del mundo se unirán en una batalla contra Israel.