P.A. David Nesher
«Tocó el tercer ángel su trompeta, y una enorme estrella, que ardía como una antorcha, cayó desde el cielo sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales. La estrella se llama Amargura. Y la tercera parte de las aguas se volvió amarga, y por causa de esas aguas murió mucha gente.»
(Revelación/Apocalipsis 21: 10-11)
Los físicos Mario Sucerquia y Jorge Zuluagade de la Universidad de Antioquia en Medellín (Colombia), han estudiado qué tan probable es que caigan asteroides en determinadas zonas de nuestro planeta y han llegado a la conclusión que aquellos países ubicados en las regiones ecuatoriales y tropicales de América, África y Asia son los que menos peligro correrían de ser impactados por uno de esos cuerpos celestes.
Los datos de los meteoritos que cayeron en los suelos rusos de Tunguska(1908) y Cheliábinsk (2013) cuyos epicentros están distanciados por solo 2.300 kilómetros han servido a los científicos para concluir que ciertas regiones de la Tierra son más propensas a este peligroso evento.
Caída de asteroides
Durante varias décadas, distintos expertos de todo el mundo han venido observando las trayectorias de asteroides cercanos a nuestro planeta y, como son tantos, emplean escalas especiales para analizar la probabilidad de que se presente un impacto.
Por su parte, los físicos colombianos han desarrollado un modelo digital del Sistema Solar en el que los asteroides son representados por rayos de luz especiales que se alejan de la Tierra en dirección de grupos de cuerpos celestes reales, un planteamiento que les ha permitido anticipar los cálculos de forma considerable con el apoyo de una supercomputadora.
Como resultado de este trabajo, lograron descubrir que las regiones con menos probabilidad de verse afectadas por un fenómeno natural de este tipo son Sudamérica, el sudeste de Asia y África Central, mientras que las de mayor opción son el norte de Europa, Rusia, Canadá y las latitudes polares.
Sin embargo, los centros de riesgo cambian de forma constante con el tiempo, de modo que cualquier zona de la Tierra podría ser impactada por uno de esos “pequeños” astros.
Fuente: Grandes Medios