Las cumbres suscitan cada vez menos interés en América Latina, como parece demostrarse con la ausencia de casi la mitad de invitados a la cita Iberoamericana, y ya son varios los mandatarios que critican abiertamente estas reuniones regionales.
«Asistimos a una sucesión de cumbres, tantas que parece una cordillera«, dijo el presidente de Chile, Sebastián Piñera, según declaraciones destacadas por la prensa paraguaya antes de su arribo a Asunción.
«Cumbre de Unasur, Cumbre de Mercosur, Cumbre Iberoamericana, Cumbre de la OEA. Tenemos muchas instituciones, pero falta la verdadera voluntad de integración de nuestro continente«, agregó el mandatario chileno, quien pese a sus críticas formará parte del encuentro de este viernes y sábado.
Opiniones similares han lanzando en los últimos años presidentes de otros países, como el venezolano, Hugo Chávez; el boliviano Evo Morales; el ecuatoriano, Rafael Correa, o del ex jefe del gobierno español, José María Aznar.
«Hay cumbres cada rato. Yo dije una vez: ‘Nosotros los jefes de Estado andamos de cumbre en cumbre y nuestros pueblos de abismo en abismo‘», declaró Chávez en 2002.
El líder venezolano, alejado de la escena internacional desde que fue operado de un cáncer en junio, promovió la creación de tres iniciativas regionales: la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), todas creadas después del foro iberoamericano en 1991.
Correa también ha considerado «bastante ineficientes» estas cumbres en varias ocasiones, mientras que Aznar calificó el miércoles al G8 y al G20 de «foros formales, de adorno y no decisorios».
Por lo pronto, esta Cumbre Iberoamericana ha quedado muy deslucida por las ausencias de diez de los 22 mandatarios convocados, entre ellos los de Brasil, Argentina, Venezuela o Colombia.
«Estas cumbres son muy poco prácticas, con pocos resultados«, explicó a AFP Bernardino Cano, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Asunción.
«Deberían hacerse más espaciadas, cada dos años y no cada año como esta. Así habría más tiempo para trabajar los temas y no sólo hacer unas conclusiones soñadoras con resultados poco concretos«, agregó.
En las calles y en la prensa paraguaya, el debate está más centrado en si la ausencia de Dilma Rousseff y Cristina Kirchner es un desaire al presidente Fernando Lugo.
«Entre 2007 y 2010 se realizaron 81 cumbres de un total de 30 organismos regionales y subregionales. De todas ellas emanaron 2.115 compromisos o mandatos. ¿Alguien recordará acaso de qué se tratan? Incidieron de alguna manera o transformaron nuestra realidad? La respuesta es más que obvia: No«, dice el editorial de este viernes del diario paraguayo ABC.
Consultado sobre el tema, una fuente diplomática de la Cumbre Iberoamericana dijo que hasta el momento no se han planteado cambios en la frecuencia de las cumbres.
«Sin embargo, en 2010 se acordó reducir de 13 a 6 los encuentros ministeriales para darle seguimiento a los acuerdos de cooperación iberoamericana«.