Cada año, cuando llega el verano, en las redacciones se inicia una cuenta rutinaria: la de los muertos por «balconing». El fenómeno del ‘balconing’, que consiste en que jóvenes temerarios se tiran a una pileta desde el balcón de un departamento o un hotel, se está volviendo cada vez más en una de las causales de muerte entre los jóvenes turistas. Son caídas producidas en hoteles, desde un balcón a una piscina de cemento o desde el espacio que separa una terraza de otra. La mayoría de estos temerarios son jóvenes turistas, usualmente ingleses borrachos y/o drogados arriesgan la vida sin considerar el riesgo al que se someten.
El sector hotelero de las islas de Mallorca e Ibiza, cansados de estas prácticas, quieren tomar medidas para evitar que sus clientes jóvenes salten desde los balcones, según los diarios locales.
El peligroso fenómeno se trata de pasar de un departamento a otro o de saltar de habitación en habitación a través de los balcones. También hay algunos que tratan de utilizar la terraza como trampolín a la pileta del hotel sin calcular ningún peligro. Luego, suben los videos a youtube.
Parece ser que Mallorca e Ibiza son lugares tomados como santuarios de ciertas clases sociales europeas. Esto lleva a que estos jóvenes toman esta acción «sucida» como un rito de iniciación generacional ya que, incluso, sus padres ya vinieron aquí cuando eran jóvenes y realizaron actos semejantes.
He aquí el famoso balconing de Charly García, cuando en el año 2000 se tiró desde el balcón de un conocido hotel ubicado en la tierra mendocina que me vio nacer y crecer.