La corporación Con Vivamos ha recibido testimonios de este fenómeno en la comuna nororiental de Medellín, donde adelanta trabajos de tipo social.
Agrega que el fenómeno se extiende a otras otros barrios de Medellín (noroeste), cuyo común denominador es la pobreza de sus pobladores.
«Hay una red que se dedica a esto, lo que pasa es que es sumamente delicado porque sabemos que son miembros de bandas y grupos armados, pero no hemos podido ir más allá», dice la sicóloga Clara Ortiz, coordinadora del programa de niñez en esta organización.
Explica que el mecanismo consiste en que jóvenes mujeres delincuentes pertenecientes a las bandas consiguen que algunas alumnas de colegios averigüen entre sus compañeras quiénes son vírgenes, y después las convencen de que tengan su primera experiencia con hombres que les pagan entre 100 y 220 dólares.
«Así se forma una cadena de prostitución y abuso infantil que se ve favorecida por las precarias condiciones económicas en las que viven las víctimas», señala.
Con Vivamos citó un caso en el que atendió a una chica de 17 años, quien contó que un hombre la abordó y, días más tarde, le dijo que investigara en su colegio por posibles alumnas para seducir con la oferta y así logró hacerse a una lista que iba usando, al mismo tiempo que ella misma se prostituía.
Detalla que dos amigas que presenciaron el progreso económico de la joven le pidieron que las enrolara y ellas mismas comenzaron a conseguir nuevas chicas.
Con Vivamos explica que cuando las niñas quisieron dejar la red, fueron amenazadas y las obligaron a desplazarse del barrio con sus respectivas familias.
Según testimonios de la ONG, otra modalidad de esta situación se produce cuando las chicas de los barrios se convierten en novias de integrantes de bandas, estos las inducen en el consumo de drogas y licor, y cuando se aburren de ellas las cambian por otras.
«El asunto es que ellas no son conscientes de que son víctimas de abuso y explotación sexual y en otros casos las mismas familias se vuelven cómplices debido a que es el único ingreso», precisó la ONG.