EE.UU se disculpa con Guatemala por infección de sífilis en los años 40
Inocularon enfermedades de transmisión sexual de forma intencionada y sin conocimiento de los pacientes.
«Lamentamos profundamente que esto haya sucedido y ofrecemos nuestras disculpas a todas las personas que resultaron afectadas por esas abominables prácticas de investigación», señala el comunicado.
Estados Unidos pidió disculpas hoy por financiar un estudio hace 60 años en el que cientos de guatemaltecos fueron infectados con sífilis y gonorrea sin su consentimiento, experimentos que el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, calificó de «delito de lesa humanidad».
El estudio, realizado entre 1946 y 1948 en Guatemala, era «claramente falto de ética» y «condenable», dijeron en un comunicado la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, quienes se disculparon con «todos los individuos que fueron afectados por estas repugnantes prácticas investigativas».
A su vez, Colom calificó los experimentos como «un delito de lesa humanidad» y no descartó la posibilidad de hacer una denuncia.
«Es un delito de lesa humanidad lo ocurrido en esa época y el gobierno se reserva el derecho de una denuncia», afirmó el gobernante, al revelar que había sido notificado la víspera por la propia Clinton de aquellos experimentos.
La tarde del viernes, el presidente Barack Obama llamó a Colom para expresarle personalmente sus disculpas y reafirmarle el «compromiso inquebrantable de Estados Unidos de asegurar que todos los estudios médicos actuales cumplen con los parámetros éticos y legales», informó la Casa Blanca.
Los investigadores que realizaron aquel estudio involucraron poblaciones vulnerables, entre ellas enfermos mentales, y no les informaron la intención de su trabajo ni qué es lo que iba a pasar con ellos.
Los participantes fueron alentados además a contagiar enfermedades venéreas a otros y algunos de los que contrajeron sífilis luego no fueron tratados.
Francis Collins, actual director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), el organismo estadounidense que financió el estudio, calificó el hecho como un «atroz ejemplo en un oscuro capítulo de la historia de la medicina».
El senador Robert Menendez, miembro del caucus hispano del Congreso, calificó a su vez los experimentos como uno de los «momentos más oscuros» de la historia estadounidense.
El estudio, que nunca fue publicado, salió a la luz este año cuando la profesora Susan Reverby, de Wellesley College, tropezó con documentos que comentaban los ensayos con guatemaltecos dirigidos por el médico de salud pública estadounidense John Cutler.
El experimento fue financiado con una beca por los NIH y la Oficina Sanitaria Panamericana –que luego se convirtió en la Organización Panamericana de la Salud– y su objetivo era investigar nuevas formas de prevenir enfermedades venéreas.
La OPS lamentó este viernes los experimentos y ofreció «cooperar plenamente» para investigar lo sucedido.
Cutler y sus colegas pretendían descubrir si la penicilina, relativamente nueva en los años 40, podía ser usada para tratar esos males.
Unas 1.500 personas formaron parte del estudio y al menos un paciente murió, aunque no está claro si a causa de los experimentos.
Los primeros experimentos en Guatemala, durante la presidencia de Juan José Arévalo -que no era afín a Washington- consistieron en inocular sífilis o gonorrea a prostitutas, a las que permitieron luego que tuvieran relaciones sexuales sin protección con soldados o prisioneros.
En una segunda fase, «cuando algunos de estos hombres se contagiaron, el enfoque de la investigación cambió y se pasó a inocular directamente a soldados, prisioneros y pacientes de hospitales psiquiátricos», según los documentos del estudio.
«Aunque estos hechos ocurrieron hace más de 64 años, estamos indignados de que esta condenable investigación pueda haber ocurrido bajo el pretexto de un estudio para la salud pública», dijeron Clinton y Sebelius, que anunciaron el lanzamiento de una exhaustiva investigación sobre el estudio.
Collins dijo que quien era entonces secretario de Salud, Thomas Parran, parecía estar al tanto de los experimentos en Guatemala.
El médico a cargo del experimento, Cutler, también estuvo involucrado en una controvertida investigación en la cual cientos de hombres negros con sífilis fueron observados sin recibir ningún tratamiento, entre 1932 y 1972.
¡Esto es muy serio y está fluyendo en tiempo oportuno delante de la Justicia Divina!