En una entrevista con el diario Haaretz , poco antes de partir hacia Washington, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, dijo: “No estoy diciendo que haya seguridad de éxito, pero hay posibilidades. Esta oportunidad se debe explotar al máximo”.

Según el ministro, que llevó adelante negociaciones con el líder palestino Yasser Arafat hace 10 años cuando era el jefe de Gobierno israelí, los principios de paz que se podrían acordar al término de las conversaciones que comenzaron ayer serían: “Dos Estados para dos naciones; un fin para el conflicto y el fin de todas las demandas futuras; la demarcación de una frontera que corra dentro de la tierra de Israel y dentro de esa frontera una sólida mayoría judía por generaciones y del otro lado un Estado palestino desmilitarizado pero que sea viable desde el punto de vista político, económico y territorial; que los bloques de los asentamientos estén en nuestras manos; recuperación y reubicación de los asentamientos aislados en los bloques de asentamientos o dentro de Israel; una solución para el problema de los refugiados (según la cual éstos regresen al futuro Estado palestino o sean rehabilitados a través de la ayuda internacional); vastos acuerdos de seguridad y una solución para el problema de Jerusalén”.

–¿Cuál es la solución en Jerusalén?, preguntó el Haaretz .

–Jerusalén Occidental así como 12 vecindarios judíos que son asiento de 200 mil residentes serán nuestros. Los vecindarios árabes, en los que viven cerca de un cuarto de millón de palestinos, serán de ellos. Habrá un régimen especial junto con acuerdos para la Ciudad Vieja, el Monte de los Olivos y la Ciudad de David.