Sin embargo, la cantidad incautada va en descenso y el nivel del «uso ilícito» de esa droga se ha estabilizado.
España sigue siendo uno de los países europeos que más cocaína consume, a pesar de que la cantidad incautada va en descenso y el nivel del «uso ilícito» de esa droga se ha estabilizado.
Así se desprende del informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) publicado hoy en Viena, que reconoce en el consumo de cocaína una tendencia a estabilizarse en todo el Viejo Continente, si bien a un alto nivel.
Según ese órgano del sistema de la ONU, tras duplicarse entre 1999 y 2009, la cantidad de cocaína que se consume en Europa se ha estabilizado.
Actualmente, Europa es «el segundo mercado de cocaína del mundo y representa casi un tercio del consumo mundial de esa droga».
Mientras que la cantidad incautada se ha reducido en países como España y Portugal, en otros, como Alemania, Austria, Rusia, Grecia, Polonia, la República Checa, Rumanía o Ucrania, tiende a aumentar.
España se encuentra, junto a Italia y el Reino Unido, entre los países con mayor consumo de cocaína, y junto a los Países Bajos, entre las naciones con mayores incautaciones de esa droga.
La JIFE señala que es «España donde se registra la mitad de las incautaciones de esa droga en la región y en los Países Bajos».
En enero de 2011 se localizó en España «un gran laboratorio de elaboración de cocaína» y las autoridades se incautaron de 300 kilogramos de esa droga y 33 toneladas de precursores.
Por otro lado, España y Sudáfrica fueron, en el período medido por los expertos de la ONU (entre julio de 2009 y junio de 2010), los principales países de embarque de las remesas de estimulantes de tipo anfetamínico, como la metanfetamina y el éxtasis. El destino de esas remesas eran Australia y China (incluida Hong Kong).
Al igual que en el resto de Europa y otras regiones, el cannabis es la droga de consumo más frecuente y, con una prevalencia anual del 10,6 % en la población de entre 15 y 64 años, España tiene la tercera tasa más elevada del Viejo Continente, después de Italia (14,3 %) y la República Checa (11,1 %).
El informe resalta también los esfuerzos de las autoridades españolas en la lucha contra el abuso de estupefacientes.
Especialmente destaca «un enfoque único en su género» desarrollado en Cataluña para abordar el problema de las bandas juveniles de delincuencia y narcotráfico, por el cual «el gobierno autonómico se compromete a dar participación a determinadas bandas en el proceso de gobernanza local», y exige a cambio «poner fin a su participación en actividades delictivas y violentas».
«Por ejemplo, se ha intentado reconstituir una banda determinada como asociación cultural que promueva los intereses de los jóvenes y facilite la asimilación de los inmigrantes latinoamericanos», explica la JIFE.
«Gracias a este proceso de legitimación, la banda ha podido tener acceso a una serie de prestaciones públicas, lo que le ha permitido organizar una serie de proyectos educativos y de formación en las zonas en las que actúa», añade.
España destaca también por sus avances en la elaboración de un sistema electrónico de permisos de importación y exportación de sustancias sujetas a control internacional, pues está entre una veintena de países que «ha aprovechado los adelantos de la tecnología de la información» en este campo.
La ONU aboga por el establecimiento de un sistema electrónico internacional para la fiscalización de estupefacientes con el fin de limitar o impedir la falsificación de documentos en papel.
Así se desprende del informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) publicado hoy en Viena, que reconoce en el consumo de cocaína una tendencia a estabilizarse en todo el Viejo Continente, si bien a un alto nivel.
Según ese órgano del sistema de la ONU, tras duplicarse entre 1999 y 2009, la cantidad de cocaína que se consume en Europa se ha estabilizado.
Actualmente, Europa es «el segundo mercado de cocaína del mundo y representa casi un tercio del consumo mundial de esa droga».
Mientras que la cantidad incautada se ha reducido en países como España y Portugal, en otros, como Alemania, Austria, Rusia, Grecia, Polonia, la República Checa, Rumanía o Ucrania, tiende a aumentar.
España se encuentra, junto a Italia y el Reino Unido, entre los países con mayor consumo de cocaína, y junto a los Países Bajos, entre las naciones con mayores incautaciones de esa droga.
La JIFE señala que es «España donde se registra la mitad de las incautaciones de esa droga en la región y en los Países Bajos».
En enero de 2011 se localizó en España «un gran laboratorio de elaboración de cocaína» y las autoridades se incautaron de 300 kilogramos de esa droga y 33 toneladas de precursores.
Por otro lado, España y Sudáfrica fueron, en el período medido por los expertos de la ONU (entre julio de 2009 y junio de 2010), los principales países de embarque de las remesas de estimulantes de tipo anfetamínico, como la metanfetamina y el éxtasis. El destino de esas remesas eran Australia y China (incluida Hong Kong).
Al igual que en el resto de Europa y otras regiones, el cannabis es la droga de consumo más frecuente y, con una prevalencia anual del 10,6 % en la población de entre 15 y 64 años, España tiene la tercera tasa más elevada del Viejo Continente, después de Italia (14,3 %) y la República Checa (11,1 %).
El informe resalta también los esfuerzos de las autoridades españolas en la lucha contra el abuso de estupefacientes.
Especialmente destaca «un enfoque único en su género» desarrollado en Cataluña para abordar el problema de las bandas juveniles de delincuencia y narcotráfico, por el cual «el gobierno autonómico se compromete a dar participación a determinadas bandas en el proceso de gobernanza local», y exige a cambio «poner fin a su participación en actividades delictivas y violentas».
«Por ejemplo, se ha intentado reconstituir una banda determinada como asociación cultural que promueva los intereses de los jóvenes y facilite la asimilación de los inmigrantes latinoamericanos», explica la JIFE.
«Gracias a este proceso de legitimación, la banda ha podido tener acceso a una serie de prestaciones públicas, lo que le ha permitido organizar una serie de proyectos educativos y de formación en las zonas en las que actúa», añade.
España destaca también por sus avances en la elaboración de un sistema electrónico de permisos de importación y exportación de sustancias sujetas a control internacional, pues está entre una veintena de países que «ha aprovechado los adelantos de la tecnología de la información» en este campo.
La ONU aboga por el establecimiento de un sistema electrónico internacional para la fiscalización de estupefacientes con el fin de limitar o impedir la falsificación de documentos en papel.
Fuente: EFE