“Ser un niño pobre en España no significa necesariamente pasar hambre, pero sí tener muchas más posibilidades de estar desnutrido”, explicó Arias, al tiempo que agregó “no significa no tener un techo donde guarecerse, pero sí habitar una vivienda hacinada en la que no existan espacios adecuados para el estudio o la intimidad, y en la que el frío o las humedades pueden deteriorar el estado de salud”.

Manifestó que con la crisis en la economía, la situación se agrava mucho más. De hecho, durante el año en curso, la tasa de menores de 16 años en riesgo de pobreza se incrementó del 23,3 por ciento del año pasado a un 24,5 por ciento.

Por su parte, Escudero señaló que “estar en riesgo de pobreza relativa no significa necesariamente privación -que también se da en muchas situaciones-, pero sí exclusión y reducción de oportunidades”.

En España, el riesgo de pobreza es mayor en familias monoparentales, numerosas y en aquellas en las que los adultos están desempleados. Las monoparentales, son aquellas en las que sólo hay uno de los padres.

La nación se encuentra también entre los Estados que presentan un nivel más alto de pobreza en los hogares donde sí hay trabajo. De hecho, el porcentaje de familias con niños en las que los adultos están empleados y, aun así, están en riesgo de pobreza es de un 20,6 por ciento.

El estudio de Unicef no sólo realizó las investigaciones sobre la pobreza, también recogió las recomendaciones que el Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas, elaboró este año, para mejorar la situación de la población infantil en España.

Además, el informe, propone la elaboración de un plan nacional contra la pobreza infantil y plantea actuaciones en educación y sanidad, entre otros ámbitos.

La Organización de Naciones Unidas expresó su preocupación por el número de matrimonios que se celebraron el año pasado, en los que al menos uno de los cónyuges era menor de edad. En este sentido, el organismo multilateral sugirió aumentar de 14 a 16 años la edad permitida para contraer nupcias con autorización judicial.

Entre otras de las propuestas, se encuentran la de luchar contra el fracaso escolar y las intimidaciones y garantizar con ello un trato digno a los menores inmigrantes.

El porcentaje de infantes en riesgo de pobreza aumenta si se trata de inmigrantes. Unicef señaló que el índice de pobreza en los hogares con niños nacidos en España es de  21,2 por ciento, mientras que la cifra aumenta a un 52 por ciento en niños nacidos fuera de la Unión Europea.

“Hay que poner a la infancia en el corazón de las políticas, ahora mismo no lo son”, apuntó la directora del Comité Español de Unicef, Paloma Escudero.

El organismo de la ONU reclama, en este sentido, un plan de políticas de infancia porque “es necesario para que los niños no sigan siendo invisibles en la agenda política”, acotó.