La sumatoria mundial de inyecciones monetarias al sistema bancario ha ascendido a los 3.273.000 millones de dólares (se puede comparar con el producto nacional bruto de Alemania, la segunda potencia economica mundial, 3.197.000 millones de dólares).
Siguiendo el orden de mayor a menor, los países que más dinero (en millardos de dólares) han aportado son :
Estados Unidos : 850 (8% de su PIB)
China : 586 (16% de su PIB)
Japón : 580 (8,5% de su PIB)
Reino Unido : 450 (21% de su PIB)
Rusia : 209 (12% de su PIB)
Alemania : 151 (7% de su PIB)
España : 111 (8% de su PIB)
Francia : 85 (3,5% de su PIB)
Corea del Sur : 80 (9% de su PIB)
Suiza : 66 (15% de su PIB)
Benelux : 44 (2% de su PIB)
India : 41 (5% de su PIB)
Son un total de 12 países en todo el mundo los que han inyectado dinero a sus sistemas bancarios (no ha sido una situación generaliza extrictemente pues hay economías muy potentes que no se han visto en esta situación). Llama la atención mas que el montante por país el porcentaje que corresponde al Producto Interior Bruto de cada uno. España es el país que más dinero per capita ha aportado cerca de las cifras per capita de Corea del Norte y el Benelux y por debajo de las de Gran Bretaña, el primero de este desolador ranking.
Es reseñable la situación española pues « disfrutabamos » de un sistema bancario muy solvente (aparentemente) y del que se presuponía capacidad de reacción ante la situación económica internacional excepcional que se avecinaba. A la vista de los datos y de la necesidad de inyecciones moneratias parece que la situación no era tan buena en España o que la crisis nos ha afectado menos benevolamente que al resto de economías mundiales, en todo caso al ha fallado.
En comparativa, Alemania y Francia económicamente más potentes que España y con mayores intereses internacionales ajenos a la Unión Europea han necesitado menor esfuerzo económico que España para suavizar la situación financiera. Otro caso sería el de Italia o Canadá donde no se han necesitado aportaciones del Estado.
Por tanto, hemos pasado de una situación de “cierta” tranquilidad al encontrarnos “respaldados” por nuestro estable sistema financiero, a ser el segundo país del mundo que más dinero por persona a inyectado al sistema bancario por la necesidades de este y a costa de empeñar un 8% de nuestro PIB.
Fuente : Business Week, Le Monde