Comenzó el año solar gregoriano 2015 y los augurios fluyen desde el alma de millones se seres humanos, pero particularmente de los agoreros reptilianos que, autoproclamándose profetas del Eterno, se presentan, desde lo virtual y lo real, con susurros erróneos que disfrazados de buenos deseos «erotizan» el oído de sus seguidores.
Es 1º de enero y ya son millones los que están nuevamente dormidos bajo el sopor hediondo surgido debajo de las faldas babilónicas que cubren a tantas aguas (Ap. 17:15). Ante todo este oleaje de confusión es conveniente considerar las siguientes pautas proféticas para este 2015: