Una encuesta especializada realizada por los Ministerios de Trabajo y Desarrollo Social, junto con la OIT, reveló que en Chile hay 229 mil niños y adolescentes menores de 18 años realizan alguna actividad económica.
De ese total, 94 mil tienen entre 5 a 14 años y 135 mil entre 15 y 17 años. El 81% se desempeña en zonas urbanas y el resto en áreas rurales. En promedio trabajan 16 horas a la semana, aunque en el área urbana la carga horaria es mayor. La mayoría se desempeña en el comercio minorista (86 mil), producción agropecuaria (40 mil) y en la construcción (19 mil).
De ellos, 219 mil realizan trabajo prohibido, ya sea porque se desempeñan bajo la edad legal mínima de admisión al empleo (15 años) o lo hacen en condiciones peligrosas o de riesgos que la ley no permite para quienes tienen entre 15 y 17 años. En este grupo la motivación económica está muy presente ya que el 46% de ellos vive en hogares del primer quintil de ingreso autónomo per cápita y casi el 37% pertenece a familias que se encuentran en situación de pobreza.
Aunque no son metodológicamente comparables, debido a cambios en la identificación de los menores y sus formas de trabajo, además de ajustes en la metodología de la OIT para medir trabajo infantil, si se enfrentan estos datos con los de la encuesta realizada en 2003 por el ministerio del Trabajo y la OIT, se registra un aumento de 14% en el total de menores que trabajan y de 24% en el tramo de edad entre 15 y 17 años.
50% viene de sectores vulnerables
El Director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, Guillermo Miranda, destacó que la encuesta «entrega una línea de base para Chile y una nueva metodología que permite hacer comparables estos datos con los de otros países en todo el mundo».
El ministro de Desarrollo Social, Bruno Baranda, agregó que a partir de esta información se podrán diseñar políticas públicas para erradicar el trabajo infantil. «Debemos tener políticas que permitan que haya más personas empleadas en esos sectores vulnerables de manera que sea innecesario exponer a los niños a un trabajo, debido a un estado de necesidad», comentó.
Añadió que la acción fiscalizadora del Estado con los distintos servicios que combaten el trabajo infantil estará dirigida en mayor proporción hacia a sectores vulnerables, de donde proviene el 50% de quienes realizan trabajo prohibido.
Fuente: La Segunda