Por P.A. David Nesher
Durante los dos siglos que han pasado, la conspiración masónica-illuminati, disfrazada de racionalismo, logró implantar en la creencia popular que Moisés no fue el escritor inspirado de los cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco.
Para que quede claro en cada uno de ustedes les diré que hace dos siglos atrás, un grupo de eruditos de tendencia racionalista, puso en duda la paternidad mosaica del Jumash o Pentateuco (hebreo y griego para decir: «Cinco Rollos» o “volumen quíntuplo” ), y desarrollaron la Teoría documentaria de la Alta Crítica. La misma considera que los primeros cinco libros de la Biblia son una compilación de documentos redactados en su mayor parte en el período del sacerdote Esdras (aprox. 444 a. E.C.). Debo aquí comentarles que en la actualidad, desde el punto de vista de la investigación histórica, la hipótesis documentaria es muy difícilmente aceptable precisamente por sus prejuicios metodológicos y su carencia de base historiográfica.
Por sobre todo, en la actualidad, se está derrumbando dicha hipótesis, ya que ha caído el fundamento primordial de la misma. Sucede que la objeción que levantaron aquellos escépticos contra Moisés como escritor de la Torah, se fundamentaba en el supuesto de que en la época de Moisés no se conocía aún la escritura. Pero el especialista en expedientes antiguos P. J. Wiseman indicó en su libro New Discoveries in Babylonia About Genesis (1949, pág. 35) que la investigación arqueológica actual ha probado exhaustivamente que “el arte de la escritura empezó en los albores de la historia conocida”. Así mismo, todos los doctos modernos reconocen que ya existía la escritura mucho antes del tiempo de Moisés, que vivió dos mil años a. E.C.
Por eso, el testimonio de los mismos códigos que componen las Sagradas Escrituras testifica una sola cosa: ¡no existe sino un solo escritor del Pentateuco, y su nombre es Moisés!
El Eterno mismo da evidencias contundentes repetidamente en la Escritura de que Moisés fue el escritor que Él escogió para inspirar tan profundos códigos lumínicos de Su sabiduría. Expresiones como “Escribe esto como memoria en el libro” (Éxodo 17:14), demuestran claramente que la escritura era común en los días de Moisés. Como el Eterno le dio al hombre perfecto Adán un idioma sagrado con el cual era capaz de dominar todos los ámbitos creativos a la perfección, y con el que hasta compondría poesía, cabe pensar que Adán ideara algún medio de ponerlo por escrito. (Gén 2:19, 23.)
Dando un paseo por todo el Pentateuco, podemos leer en muchos pasajes que Moisés escribió la Torah del Eterno. A modo de ejemplo veamos algunas de estas afirmaciones:
- – “Y Moisés escribió todas las palabras de Yahvéh” (Éxodo 24:4).
- – “Y Yahvéh dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras…” (Éxodo 34:27).
- – “Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Yahvéh” (Núm. 33:2).
Al extender nuestro viaje de exploración por el resto de la Tanak (lo que la teología cristiana llama Antiguo Testamento) encontramos que los distintos autores dieron crédito a Moisés por todo lo escrito desde Bereshit (Génesis) a Devarim (Deuteronomio). Para ejemplificar lo dicho podemos considerar los siguientes textos: “También escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la cual [Moisés] escribió” (Josué 8:32). Note también lo declarado en las Crónicas de Israel: “[E]l sacerdote Hilcías halló el libro de la ley de Jehová dada por medio de Moisés” (2 Crónicas 34:14; cf. Esdras 3:2; 6:18; Nehemías 13:1; Malaquías 4:4).
Al considerar todo lo que la Tanak relata, no encontramos contradicciones.: Uno es el autor (Yahvéh), que la dictó, y el otro fielmente es el escritor (Moisés) que iba plasmando letra tras letra, espacio tras palabra, renglón tras renglón. De este modo resulta que la Torah es una asociación entre el Eterno y su siervo Moshé, tal como leemos: «el libro de la Torah de Moshé [Moisés], que el Eterno había dado a Israel» (Nejemiá / Nehemías 8:1).
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Ahora bien, al intentar considerar los dicho en los Escritos Mesiánicos o Nuevo Testamento, encontramos que nadie se atrevió a dudar que Moisés escribiera el Pentateuco (la Torah).
El apóstol Juan escribió: “Pues la ley (Torah) por medio de Moisés fue dada” (Jn. 1:17).
El médico y evangelista Lucas registró en cuanto al Jesús resucitado: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba [a Sus discípulos] en todas las Escrituras lo que de él decían” (Luc. 24:27).
Jacobo, hermano del Mesías, y obispo de la congregación de Jerusalén, sostuvo también la autoría mosaica: “Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo” (Hechos 15:21).
También el apóstol Pablo, constructor de los lineamientos de la fe mesiánica, estuvo de acuerdo en afirma que Moisés escribió los cinco rollos de la Torah al escribir a los discípulos de Roma: “Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas” (Romanos 10:5, énfasis añadido; cf. Levítico 18:5).
Finalmente, notamos que nuestro amado Mesías Yeshúa (Jesús) declaró que “la Torah” vino por medio de Moisés. El evangelista Marcos en el cap. 7 verso 10, relata que Yeshúa hizo referencia a Éxodo 20 y 21, y atribuyó la escritura de estas palabras a Moisés. Luego en el mismo evangelio de Marcos, leemos que Yeshúa preguntó a los saduceos, “Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?” (Mc. 12:26). Pero tal vez el pasaje más convincente se encuentra en el evangelio del apóstol Juan, donde el Mesías expresó:
“Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.
Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?”
(Juan 5:46-47; cf. Deuteronomio 18:15-18).
Es verdad que hoy no contamos con las copias mosaicas originales del Pentateuco, pero tenemos numerosos enunciados inspirados a través de la Escritura, incluyendo el Pentateuco, que declaran que Yahvéh inspiró a Moisés para que escribiera los primeros cinco libros del Antiguo Pacto o Tanak. Con esta bitácora y este estudio no pretendo sugerir que la autoría mosaica del Pentateuco es la verdad más importante que un discípulo de Yeshúa debería llegar a saber y creer, sino que ciertamente sostengo que es la verdad que deberíamos respetar y defender ante tanta conspiración reptiliana contra el Reinado del Eterno a través de Su Mesías Yeshúa.