Al investigar en las Sagradas Escrituras, notamos que no existe mención alguna sobre una fiesta que pueda asemejarse a la Navidad. En ninguna de sus líneas se insinúa que los hebreos fieles al Eterno o las iglesias del primer siglo conmemoraran celebración semejante.
La única conmemoración que vemos instituida en la Biblia como señal características de la Nueva Alianza fue la relacionada con la muerte de Jesús, no con su nacimiento. Estoy refiriéndome a la Cena del Señor o Eucaristía, establecida en la ocasión del Pesaj (Pascua), y en la que nuestro Mesías Salvador afirmó que el pan y el vino eran símbolos de Su cuerpo y Su sangre entregados por nosotros (Mateo 26:26-28). Él dijo: “haced esto en memoria de Mí” (Lucas 22:19). Dando a comprender que la única manera que el deseaba que se lo recordara estarías relacionada con su muerte redentora, y no con su nacimiento astrológico. Es más, la costumbre de conmemorar el nacimiento existía solo entre los paganos.
Para que esto quede claro los invito a escuchar esta pequeña catequesis al respecto: