1) El creyente deja de estudiar la Torah (Instrucción) de Dios.
2) Sin el fundamento del estudio, el creyente comienza a ver los mandamientos como materia de elección personal, no como una obligación moral.
3) El creyente comienza a resentir el que otros estudien y practiquen los mandamientos; pues con ello le hacen sentir culpable de no obedecerlos.
4) El creyente trata de impedir que otros obedezcan los mandamientos, a fin de sentirse en sí mismo menos culpable.
5) El creyente niega que los mandamientos provengan de Yahvéh.
6) El creyente niega que exista un pacto entre el Eterno y el pueblo hebreo.
7) Finalmente, el creyente niega la existencia de Dios.