por Rabbi Alon Anava
וַיִּחַן שָׁם יִשְׂרָאֵל נֶגֶד הָהָר – שמות יט, ב
“…allí acampó Israel frente a la montaña.”
– Shemot 19:2
La Torah describe el campamento de los Hijos de Israel frente al Monte Sinaí utilizando la forma del verbo singular וַיִּחַן, lo que significa, “y él acampó.” Rashi explica que la forma singular que se usa aquí denota que los Hijos de Israel acamparon en Sinaí “como un solo hombre, con un solo corazón”, preparándose armoniosamente para recibir la Torah.
Rashi brinda una explicación similar en el versículo “y aquí que Mitzráim marchaba tras ellos” (Shemot 14:10), donde la Torah usa la forma del verbo singular נֹסֵעַ para describir a los miles de egipcios que perseguían a los Hijos de Israel después de que dejaron Egipto. Rashi explica ahí también que los egipcios estaban unidos “con un solo corazón, como un solo hombre” en su persecución de los Hijos de Israel. Sin embargo, existe una diferencia notable entre ambas explicaciones de Rashi. Con respecto a los egipcios, Rashi dice que estaban “con un solo corazón, como un solo hombre”, mientras que con respecto a los Hijos de Israel, Rashi revierte el orden diciendo “como un solo hombre, con un solo corazón”.
Esta distinción atrae la atención hacia una diferencia significativa entre estas dos unidades.
El pueblo de Egipto obviamente era un grupo diverso, como la Torah misma distingue entre el egipcio promedio y los hechiceros, y entre “el que temió la palabra del Eterno” (Shemot 9:20) y los que no lo hicieron. Sin embargo, estaban unidos en su odio por los Hijos de Israel (consulte a Rashi en 14:7). Su sentimiento mutuo de enemistad hacia los Hijos de Israel, “con un solo corazón”, llevó a que sus acciones fueran unificadas y uniformes, “como un solo hombre,” en contra de los Hijos de Israel.
La unidad de los Hijos de Israel en la preparación de la Matán Torah (Entrega de la Instrucción), por otra parte, no era solamente una reacción uniforme a un sentimiento que todos compartían. Más bien, sus sentimientos en común se debían a una unidad incluso más profunda, una unidad inherente que es parte de nuestra misma identidad como israelitas. Esta unidad de los Benei Israel esencial es lo que causó que todos los Hijos de Israel compartieran sentimientos iguales de anticipación y deseo por recibir la Torah, a pesar de sus diferencias individuales.
En otras palabras, porque todos los Hijos de Israel son esencialmente “como un solo hombre” por tanto compartía un anhelo y anticipación en común en el Sinaí; “con un solo corazón” para recibir la Torah