La evolución de la nube nuclear
El Instituto de Aeronomía Espacial de Bélgica realizó una simulación que muestra cómo se diluye la nube radiactiva generada por la explosión del reactor 3 de la central de Fukushima el pasado lunes 14. Según este modelo, que se extiende hasta el sábado e incluye el efecto de las lluvias en el Oceano Pacífico, la nube se disolvería antes de llegar a las costas de América.
La proyección se basa en la hipótesis de una nube ubicada entre 0 y 1.500 metros de altitud, es decir en la homosfera. El IASB dijo haber realizado otra prueba con una nube ubicada entre 0 y 3.000 metros de altitud sin que se noten mayores diferencias en la disolución de la nube.
Esta hipotesis concuerda con los analisis de varios expertos que estiman que en el peor caso, el impacto de una nube radiactiva procedente de la planta de Fukushima estaría limitada sólo a Japón, al contrario de lo sucedido en el desastre de Chernobil.
«En el peor de los casos, la nube radiactiva no subiría tanto en la atmósfera», dijo Jan Beranek, responsable de la Campaña Nuclear Internacional del grupo ecologista Greenpeace. «Es una buena noticia para el mundo, pero mala para Japón», agregó. Tal es también la opinión de Sebastian Pflugbeil, presidente de la Sociedad para la Protección de la Radiación, con sede en Alemania, en caso de que el viento solplara hacia el este, al Océano Pacífico.
Divergencias
Pero no todos piensan lo mismo. Según consignan investigadores citados por el diario Los Angeles Times, partículas radiactivas o isótopos de baja concentración podrían llegar este viernes a California, Estados Unidos. Sensores estadounidenses están desplegados para detectar cualquier señal de aumento de la radiactividad. Los expertos indican que de producirse sería dentro de los límites de seguridad establecidos.
En cambio, el director de investigación del gubernamental Instituto de Investigación de Defensa de Suecia, Lars-Erik De Greer, estima que los niveles de radiactividad no eran peligrosos para la gente, pero que las partículas, eventualmente continuarían hacia el Atlántico y también llegarían a Europa.
Por su parte, el director de investigación del gubernamental Instituto de Investigación de Defensa de Suecia, Lars-Erik De Greer dijo a El País de España que los niveles de radiactividad no son peligrosos para la gente, pero que las partículas, eventualmente continuarían hacia el Atlántico y también llegarían a Europa.
El recuerdo de los globos bomba
En Estados Unidos, la situación recuerda en cierta medida al episodio de los «globos bomba». Durante la Segunda Guerra mundial, Japón aprovechó una corriente de aire que sopla hacia el este para soltar 9.000 globos transportadores de bombas, los Fusen bakudan, para atacar a Estados Unidos y provocar incendios forestales y pánico general. Según Japón, se trataba de una represealia por la «incursión Doolittle» que Estados Unidos realizó en 1942, en la que pilotos norteamericanos bombardearon lugares claves en Tokio, durante la noche, desde aviones en el Pacífico. Se estimó que unos 1.000 globos llegaron a territorio estadounidense, aunque sólo se tiene registro de 285.
El caso de Chernobil
Un estudio de la ONU estimó que podría haber entre 4.000 y 9.000 muertes más por cáncer a causa de Chernobil, pero Greenpeace dijo que el desastre podría haber causado más de 250.000 casos de cáncer y 100.000 muertos.
«En Chernobil todo el núcleo de la planta explotó«. dijo Malcolm Crick, secretario del Comité Científico sobre los Efectos de la Radiación Atómica (UNSCEAR). «Pero también hubo mucho calor que subió a gran altura en la atmósfera», agregó. Crick dijo que Fukushima es «una situación grave, pero es muy pronto para decir» cuál sería el peor resultado.
Beranek, de Greenpeace, dijo que una contaminación grave de cesio podría conllevar que algunas zonas de Japón cercanas a la planta sean inhabitables, al menos durante décadas, como sucedió en los alrededores de Chernobil.