Aproximadamente 20 millones de niños y adolescentes están siendo etiquetados con «trastornos mentales«, basados únicamente en una lista de comportamientos. Ellos están siendo «diagnosticados», y desde allí «etiquetados» bajo rótulos psiquiátricos sin escáneres cerebrales, radiografías, pruebas genéticas o de sangre, que pueden demostrar que son «enfermos mentales».
Sin embargo, estos niños son estigmatizados de por vida con trastornos psiquiátricos, y a quienes les han prescripto drogas peligrosas, psiquiátricas graves.
La drogadicción infantil es una industria de 4,8 mil millones dólares al año. Observe los hechos sobre esta industria de miles de millones de dólares, que está basada en el etiquetado y adicción de los niños, con fines de lucro.
Detengamos la Industria de la LOBOTOMÍA, a corto y mediano plazo.
¡Defendamos nuestra descendencia. Defendamos a nuestros hijos y nietos!
Por favor, seamos conscientes por mucho que digan los psiquiatras o psicólogos de turno pagados por las escuelas y los gabinetes educativos de turno. No dejemos a nuestros niños en manos de esos depredadores que trabajan para el sistemas de cosas actual que sólo quiere desarrollar más ovejas dóciles y marcadas para su redil…
Quienes somos padres reasumamos la misión educadora que tenemos con nuestros hijos. Démosles la oportunidad de crecer conscientes que son una respuesta divina para la humanidad. Que su mente esté bien abierta, y por ende bien atenta, a que en ellos se esconde un Propósito que deberá manifestarse en tiempo oportuno desde el desarrollo de sus talentos y capacidades.
Entreguémosle, día a día el conocimiento de que existen conocimientos múltiples, tanto como inteligencias múltiples posee el ser humano. Démosles a conocer una multienseñanza y que no todo acaba allí donde les marcan las asignaturas oficiales o los dogmas de los centros de adiestramiento para niños.
Y por favor, comuniquémosles que, si se sienten agredidos, extraños, aturdidos, no comprendidos, escindidos de los grupos o llamados constantemente ante el “psicólogo” de turno o los encargados también de turno llamados directores de tales centros, es porque les están creando una serie de “problemas” que esta sociedad no admite en absoluto, pero que, también en absoluto, estos llamados “problemas” pertenecen a la particularidad de cada criatura. Cada criatura es distinta y necesita por lo tanto atenciones y enseñanzas diferentes, cada uno a su nivel.
Enseñemos por nuestra cuenta a nuestros hijos y así que ellos bien entrenados puedan educar a los suyos. Es muy importante que seamos nosotros sus educadores y los que les llevemos de la mano hasta que sepan andar ellos solos. Es cuestión de amor, respeto equilibrio con la imagen divina colocada como privilegio en nuestra naturaleza humana.
Cuando apenas era una estudiante, terminando mi carrera como docente fue que una de mis profesoras de Didáctica de las Ciencias Sociales nos comentó la oposición que había en la gran mayoría de maestros de todo el Uruguay a la prescripción de una droga llamada "Ritalina" que hacía que el niño afectado por ADHD se lograra concentrar al menos 4 horas que eran las que tenía que estar en la escuela.
Cuando llegue a Argentina y comencé a trabajar en diferentes colegios notaba la gran cantidad de niños que toe tomaban su "pastillita" para estar "tranquilos" y "no molestar" en las clases. Como me llamó la atención este tema compre un libro y pensé en esos niños – hoy ya más grandecitos- estaban siendo privados de su creatividad.
Estas "etiquetas" están marcando el antes y el después de el manejo de una casa, y me refiero a que es más fácil "automedicarnos, drogarnos por cualquier dolorcito, que se hace común que exista una pastillita para que los niños no molesten tanto". Las grandes industrias no hacen más que visualizar la debilidad para entonces atacar, y en este caso la debilidad es la fragilidad de cada padre de ser capaz de comunicarse con su hijo y darle la atención que están requiriendo. El aprovechamiento de las industrias de fármacos no solo que se hacen ricos a costilla de la incomunicación parental sino que hace que se crea que estas drogas son alicientes para nuestras vidas…"así nos dejaran trabajar más tranquilos en casa" "¡qué no molesten!" "ya no sé cómo hacer para que se concentre en lo que quiero que haga" "no lo soporto más"…éstos como unos cuantos más son los dichos de los padres frente a los médicos-pediatras- que consienten en que hay que medicarlos.
¿Hasta cuándo? Por qué no nos activamos de una vez y miramos a nuestros hijos, no como una carga que hay que dejarla crecer para que se vaya de una vez, sino como pequeñas semillas a las cuales hay que velar en su crecimiento, si su tierra está bien, si así también la dosificación de agua y así ver cómo se manifiesta en aquel varón o aquella mujer de bien que nos hará en verdad sentir sumamente dichosos de haber contribuido a un trabajo esforzado pero con recompensa.
Muchas gracias por mantenernos siempre atentos con la información: Bendecido!