Noruega, uno de los países más prósperos y tranquilos del mundo, enfrentó en un solo día dos atentados más graves de su historia, considerados como la peor tragedia nacional desde la II Guerra Mundial. Anders Behring Breivik hizo estallar en Oslo un coche bomba que mató a 7 personas y en pocas horas asesinó a tiros a otras 84 en una isla cercana, Utoya. Actualmente la Policía investiga la información sobre el segundo participante en el atentado.
El presunto agresor, detenido en la misma isla tras la matanza, fue identificado por medios noruegos como un islamófobo afín a los ambientes ultraderechistas, con «opiniones hostiles al islam», que solía colgar mensajes en internet declarándose nacionalista y enemigo de la sociedad multicultural.
El responsable es acusado de «terrorismo y actividad terrorística». Según la legislación noruega, si es declarado culpable, el acusado recibirá la condena máxima de 21 años de prisión.
La Policía considera que el sospechoso no está vinculado con ninguna organización terrorista internacional. «Parece la obra de un loco», declaró un representante de la Policía. Cabe mencionar que unos días antes de cometer los atentados, Breivik escribió un solo mensaje en la red social Twitter que decía: «Una persona con una creencia es tan fuerte como 100.000 que solo tienen intereses».
La policía avanzó ya el viernes que no se atribuían los ataques al terrorismo internacional, sino a una variante local de movimientos contra el sistema, e investiga si el sospechoso actuó en solitario en su matanza en la isla, a unos 40 kilómetros de la capital, tras haber colocado el coche bomba en el centro de Oslo.
Según afirma Marius Helander, uno de los supervivientes, la matamza de la isla de Utoya fue perpetrada por 2 personas armadas. «Estoy seguro de que el tiroteo se realizó al mismo tiempo desde dos puntos distintos de la isla», ha confesado el joven.
Jens Stoltenberg no quiere especular sobre los motivos del atentado
La Policía noruega detuvo a un hombre con un cuchillo cerca del hotel donde se hospedaba el primer ministro, Jens Stoltenberg. Todavía no se han revelado detalles sobre la identidad del arrestado ni sus posibles intenciones.
Mientras tanto, el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, se negó el sábado a especular sobre los posibles motivos de los atentados en Oslo y Utoya.
«Comparados con otros países, no diría que tenemos un gran problema con los extremistas de derechas en Noruega. Tenemos algunos grupos, que hemos vigilado anteriormente, y nuestra Policía es consciente de que hay grupos de extrema derecha«, sostuvo Stoltenberg.
Mientras tanto, el ministro de Justicia, Knut Storberget, informó de que no se ha elevado el nivel de alerta nacional como consecuencia del atentado de Oslo y el tiroteo de la isla de Utoya. Sin embargo, Noruega decidió restablecer temporalmente el control fronterizo con los países de Schengen.
Condena unánime al doble atentado en Noruega
«Es importante mantenernos unidos en estos momentos», declaró el rey Harald el sábado, para expresar sus condolencias a todos los afectados y a los familiares de las víctimas de la «tragedia inconmensurable».
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, y el primer ministro ruso, Vladímir Putin, enviaron a su vez sus más profundas condolencias al rey Harald y al primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y manifestaron la certeza de que «los organizadores de los crímenes absurdos» serán hallados y castigados.
El primer ministro británico, David Cameron, también manifestó su indignación por el doble atentado y declaró que el Reino Unido ha ofrecido su cooperación, incluso de los servicios de inteligencia, para impedir que la tragedia en el país escandinavo pueda repetirse.
El presidente de EE. UU., Barack Obama, expresó, por su parte, sus condolencias al pueblo noruego, señalando que «esto es un recordatorio de que la comunidad internacional entera tiene la misión de prevenir que ocurra este tipo de actos terroristas».
Al igual que otros países de la región latinoamericana, la Argentina envió un mensaje de solidaridad al primer ministro noruego en el que expresó su consternación por los atentados. «La Argentina, como lo viene sosteniendo de manera categórica, expresa su mayor rechazo a todo tipo de manifestación de terrorismo», señala el telegrama.
Los ataques terroristas fueron condenados por varios países, entre ellos España, Italia, Ecuador, Brasil, Panamá y Paraguay, así como por la ONU y la Unión Europea.
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