Por: Dr. Máximo Ravenna
1) Respetar las cuatro comidas. No compensar alguna de ellas bajo el argumento de que se comerá más durante la cena.
2) Elegir verduras y frutas frescas. Incluirlas en todas sus variedades. Nos aportan una gran variedad de vitaminas, minerales, fibra y agua.
3) Tomar 3 litros diarios de líquidos. Esa es la cantidad mínima que debemos ingerir. Puede ser a través de infusiones frías, bebidas light sin calorías, agua, caldo, gelatina light, etc.
4) Seleccionar alimentos de bajo índice glucémico. Son beneficiosos para el manejo de la diabetes y la obesidad. Algunos ejemplos son las cerezas, ciruelas, pomelos, duraznos, peras, lentejas, leche, yogur, tomate y verduras de hoja verdes.
5) Limitar al máximo las harinas refinadas. Las encontramos en los productos de panadería, galletitas, fideos, etc.
6) Cuidar la medida. En especial en aquellos alimentos que resultan adictivos como las nueces, las almendras, el turrón, el pan dulce, etc.
7) Seleccionar alimentos frescos. Elegir los de baja densidad calórica.
8) Agregar legumbres en las ensaladas. Como las habas, los garbanzos, los porotos y las lentejas.
9) Incluir proteínas en las ensaladas. Puede ser a través de la pechuga de pollo, el atún al natural, el huevo o la clara de huevos, el queso magro pavita y las carnes rojas magras.
10) Reducir el alcohol. Se debe tomar de forma moderada.
Fuente: Entre mujeres