Soldados y habitantes dijeron a la AFP que cayeron fuertes lluvias durante unas cuatro horas en la madrugada del jueves y que una de las principales calles de la ciudad de Zhouqu se está pareciendo a un arroyo.
La carretera más corta entre Zhouqu y la capital de la provincia, Lanzhou, estaba cortada, según la agencia Xinhua.
Los gigantescos aludes de barro causaron 1.117 muertos y 627 desaparecidos, anunció el miércoles el Departamento de Asuntos Civiles de la provincia de Gansu.
Por otra parte, la lúgubre tarea de identificar a los muertos también se volvió más difícil.
Dado el estado de descomposición de algunos cuerpos, «sólo queda la posibilidad de identificarlos por la ropa o alguna mancha de nacimiento», dijo a la AFP San Fenlong, quien sólo pudo reconocer a su sobrino de 15 años por su vestimenta.
Las autoridades indicaron que los cadáveres se conservarían en la morgue hasta dos días después de haber sido sacados del barro. Si nadie los reclama, se los enterrará en fosas comunes para evitar brotes de enfermedades, agregaron.
Además, están empezando a escasear los ataúdes en Zhouqu. «No queda nadie para fabricar ataúdes porque están todos dedicados a las tareas de socorro», indicó el carpintero Yang Runqing.