Durante lo que va de este año solar (2015) la festividad de Shabat se ha convertido para mi familia y yo en esa isla paradisíaca en la que se halla la más sublime tranquilidad en la tormenta de trabajo, ansiedad, lucha y tribulación que caracteriza nuestro diario vivir durante los otros seis días de la semana. Apenas comenzamos la fiesta del sábado y por aproximadamente 25 horas, mi casa y yo experimentamos como el mundo literalmente se frena. toda actividad y esfuerzo quedan inactivos y/o apagados. Las presiones y preocupaciones de la vida material se desvanecen detrás de una cortina de una paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7) Al cesar toda comunicación con el mundo físico, nuestro foco mental se centra en el interior. Allí, justamente descubrimos ese espacio maravilloso otorgado por herencia por el mismo Eterno, quien, a través de Su Hijo Yeshúa, nos brinda la oportunidad de entrenar a todas nuestras capacidades mentales para solamente considerar al apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe (Heb. 3:1). Es en esa posición en la que logramos conectarnos tranquilamente con los códigos y lineamientos proféticos con los que nuestro Abba creo los cielos. Es desde esa posición, donde renovamos nuestra manera de pensar y logramos cambiar nuestra manera de vivir.
Por ello, he sentido en esta hora, compartir con todo varón que se asoma por mis bitácoras el Seder (Orden) mediante yo y mi casa servimos a YHVH cada atardecer del sexto día. En un tiempo cuando la vida moderna ha sido usada estratégicamente por HaSatán (el adversario) para separar y destruir la familia. En días dónde las huestes de maldad han logrado separar a los padres de los hijos, a los esposos y esposas entre sí, he sentido prioritario compartir este Orden de Comunión con la Luz (Malaquías 4:6).
Para ello, he clamado al Eterno sírvase usar este material, en el poder del Espíritu Santo para traernos de vuelta al hogar a los hijos alejados y de esa manera veamos el cumplimiento de los tiempos mesiánicos permitiéndole a Él la reedificación de las virtudes y los valores encerrados en el contenido de esta fiesta. He elevado una oración para que este estudio pueda traer luz espiritual y consecuentemente bendición del Eterno a la vida de todo varón que lo lea. He pedido Su Nombre Bendito sea enaltecido sobre todos aquellos que al usar este Seder, no tengan otra motivación en el corazón que hacer la buena voluntad de Abba que es buena, agradable y perfecta (Rom. 12:3).
El Seder (orden) de la Noche del Shabat – Guía paso a paso
Para comenzar debemos tener siempre en cuenta que la clave para un Shabat significativo es que no se debe sentir como «cualquier otro día«. Más bien, queremos crear un ambiente especial. Esto significa vestirse con nuestras ropas más lindas (o las favoritas), comprar o preparar nuestra comida preferida, y dejar un tiempo sin interrupciones para reflexionar y apreciar el verdadero significado de nuestras vidas.
¿Cómo nos liberamos del ajetreo de la semana y pasamos a una «mentalidad de Shabat«? La clave es deshacerse de las distracciones externas. Si está empezando a celebrarlo, trate de pasar toda la noche del viernes sin entretenimiento enlatado: sin televisión, sin radio, sin películas. Si Ud. es realmente valiente, ¡también sin teléfono! Esto nos ayuda a salir del ciclo semanal normal, y nos dirige hacia «la Dimensión del Shabat«.
Primero, usted puede invitar amigos para regocijarse también en el Shabat. Esto especialmente es una opción que le permite invitar a personas que están necesitadas, o quienes por alguna razón se encuentran solos para celebrarlo, o tal vez a aquellos que no acostumbran a guardar el día, de esa manera ellos pueden verse motivados a hacerlo, y ser beneficiados de las bendiciones que hay para los que lo hacen, según Isaías 56.
Luego, planee su comida de Shabat. Esto a veces incluye hacer algunas compras desde varios días antes, hay que recordarse que se debe pensar en la comida de los dos días.
No debemos olvidar que la comida de Shabat es un tiempo en el cual amigos y familiares dan la bienvenida al Shabat, comparten bendiciones y cantan canciones que exaltan a Yahvéh.
Está prohibido buscar el alimento en el día de Shabat, por eso como parte de la preparación anterior al día de Shabat, nosotros cocinamos el día viernes para los dos días, para el viernes y para el Shabat, de esa manera no tenemos necesidad ni de buscar el alimento ni cocinarlo en el día de Shabat, al igual que en el desierto, el pueblo no buscaba el maná en Shabat, porque caía doble ración en el día sexto. Lo que sí se puede hacer es calentarlo para no comer frío.
La casa debe estar perfectamente limpia, o por lo menos bien ordenada. Cada miembro de la familia debe ayudar en las tareas mas urgentes antes de la llegada del huésped.
Asegúrese también de leer con anticipación la porción de la Torah preparada para el Shabat, para así poder comentarla durante o después de la cena de recepción del Shabat.
Por último, entienda que es dudoso que pueda captarse o hacerse significativo el espíritu del Shabat, incluso cuando se sirve una comida festiva, si se permite a los niños sentarse a la mesa con su ropa diaria de juegos, si los adultos asisten con sus ropas de trabajo diario, o si se omiten los necesarios preparativos personales y del hogar.
Preparando la Mesa del Shabbat
La mesa de Shabat normalmente incluye las siguientes cosas:
► Una caja para dar tzedaká (ofrede de Justicia)
► Candelero para las velas de Shabat.
► Un mantel limpio.
► Flores frescas u otras decoraciones.
► Copas Kidush
► Vino (jugo de uva para niños y enfermos).
► Pan Hala (2 panes) con un cobertor
► Un cuchillo.
► Sal (para dejar caer sobre el pan Hala antes de comer)
► Un recipiente con miel.
► Una base para lavado de manos con una toalla decorativa (no indispensable)
► Un libro de canciones de Shabat
► Una vela trenzada
► Caja con especies arómaticas
La mesa de Shabat debe
A continuación están los pasos básicos para convertir la noche del viernes en Shabat.
1) Encendido de Velas.
El encendido de las velas es una de las ceremonias más impresionantes, ya que simbolizan las características esenciales del Shabat, la luz, el gozo y la alegría de toda la familia. Dieciocho minutos antes de la puesta de sol, prendemos las velas, invitando la paz y la armonía de Yahvéh al hogar, infundiendo el ambiente con luz física y espiritual.
Pero por sobretodo, en este ritual, las luminarias de Shabat son para nosotros, sus primogénitos, un recordatorio visual de la vida del Mashíaj, pues Yeshúa fue llamado a ser «HaOr Olám» (La Luz del mundo).
La madre es la que tiene el privilegio de encender siempre las velas. Lo hace como anticipación profética de la redención y del perdón de la mujer ante Yahvéh, debido al hecho de que la primera mujer, en desobediencia, apagó la luz de la vida eterna que le había sido entregada en el Jardín del Edén.
En la versión del decálogo de Deuteronomio 5:12-15 la palabra «acuérdate» (zajor) es sustituida por «cuida» (shamor). De aquí se aprenden los dos principales elementos de la observancia del Shabat: Recordarlo y honrarlo por medio de rituales y cosas placenteras. Según la tradición se deben encender 2 velas en alusión a Shamor (que significa “cuidaras el Shabat”) y a Zajor (que significa “recordaras el Shabat”) en cumplimiento del cuarto mandamiento.
Antes de encenderlas, mandará a que todos los presentes estén de pie. Después del encendido de velas, la mujer mueve sus manos haciendo tres círculos hacia adentro sobre la llama (cómo atrayendo sobre sí, la luz del Shabat). Luego cubriéndose sus ojos con sus manos para no ver las velas encendidas (porque representan la presencia Divina) dice:
“Bendito eres Tu Yahwéh nuestro Dios, Rey del Universo, que nos santificaste con Tus mandamientos y nos has concedido encender las luces del Shabat para anunciar que Yeshúa es la Luz del Mundo y que pronto volverá para juzgarlo en esa Luz y al fin no habrá más noche ni tinieblas.
¡Shabat Shalom!”
Aquí todos realizarán una oración espontánea al Eterno, agradeciendo su bondad por permitirnos guardar el mandamiento del Shabat y a través de él guardarnos y protegernos por la obra mesiánica de Yeshúa.
Los tres círculos que hace la mujer, y todos los miembros de la familia, sobre las velas, simbolizan los tres días del deceso de Yeshúa. El cubrirse los ojos con las manos simboliza el hecho de que en Shabat, Él desapareció por un poco de tiempo, para luego reaparecer, a través de Su victoria sobre la muerte. «Un poco mas y no me veréis; y de nuevo un poco y me veréis» (Jn. 16:16). Por un poco de tiempo, aquella Luz desapareció de nuestra vista, para luego reaparecer, revelando el poder de Su Resurrección.
El hecho que la mujer, luego de ver nuevamente las luminarias, haga extensivo sus deseos de Shalom a todos, responde a que: a partir de ese momento, comienza formalmente el descanso para ella. Simboliza tambien la Paz que nos trajo aquella Luz, al reaparecer ante nuestros ojos.
2) Servicio de la Noche.
Damos la bienvenida al Shabat con profunda reverencia y con alegría todos juntos en la asamblea de nuestra Comunidad. Con frecuencia se baila como parte del espíritu de cercanía con nuestros prójimos en un día de descanso, santidad, buena comida y canciones.
Luego nos dirigimos en familia a nuestros hogares para allí continuar el orden en nuestra intimidad alrededor de nuestra mesa.
3) La Bendición Familiar.
Es una costumbre bendecir a nuestra familia en Shabat.
Justo antes del Kidush, muchos padres bendicen a cada uno de sus hijos para que sigan con salud y fortaleza el camino de nuestros venerables ancestros. Se impone las manos sobre la cabeza de cada uno y se dice: «Que Elohim te haga como Efraím y como Manasés» (si se trata de un hijo) y «Que Elohim te haga como Sara, Rebeca, Raquel y Lea» (si se trata de una hija).
Los padres pueden usar este momento intimo como una opción de decir en sus propias palabras una bendición y ofrecer expresiones de amor y aprecio a sus hijos.
Usted debe bendecir a cada uno de sus hijos individualmente, iniciando por el varón mayor y finalizando con la mujer más pequeña.
Es necesario recordar que bendecir no es orar a Yahvéh por la persona. Es su boca, llena de Su paternidad, la que les expresa proféticamente lo que viene para los próximos días.
Si tiene amigos invitados, aquí sí es bueno elevar una oración a YHWH para que los bendiga a ellos.
Luego, el esposo realiza la bendición sobre su esposa colocando las manos sobre la cabeza de ella. Se declara todo lo que está en «Eshet Jail» (Mujer ejemplar) que es un cántico de alabanza a la mujer y madre artífice de la casa que se ocupó de la preparación de la misma para Shabbat (Prov. 31:10-31).
4) Kidush.
La comida del Shabat comienza con la santificación del Shabat por medio de una copa de vino, que como el encendido de las luces, simboliza el gozo y la alegría.
Todos se ponen de pie mientras el conductor (el padre o varón mayor) sostiene una copa llena de vino o jugo de uva, para santificar el Shabat, recordando que «en seis días, Dios creó el cielo y la tierra y en Shabat Él descansó«.
Nuestra semana está llena de trabajo y creación, pero Shabat es el día de descanso y reflexión. «Kidush» literalmente significa “santificación” “hacer una distinción”, “elevar algo material y hacerlo espiritual”. Por eso, al recitar el Kidush, no elevamos solamente la copa de vino, sino que al día de Shabat en sí mismo.
Estando aún todos de pie el padre de familia toma la copa de vino en la mano y recita:
“Y se concluyó la creación del cielo y de la tierra y todo lo que contienen. Habiendo concluido Su obra, Yahwéh cesó en Su creación, y reposó. Y bendijo Yahwéh al día séptimo y lo santificó, ya que El concluyó Su obra y Su creación.
(Gén.1:31-2:3)
ORACIÓN DE KIDUSH:
«Bendito eres Tú, Yahwéh, nuestro Dios, Rey del universo, creador del fruto de la vid.
Bendito eres Tú, Yahwéh, nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificaste con Tus preceptos, con Tú amor y Tu bondad paternal, nos concediste el Shabat y su santidad, en memoria de la obra de Tú creación.
Primero entre nuestras festividades, nos recuerda la liberación de Egipto. Porque a nosotros nos elegiste entre los pueblos, nos revelaste Tú sagrada Torah, y nos concediste con amor el reposo sabático.
¡Bendito eres Tú, Yahwéh, que santificas el Shabat!”
El padre de familia le pasa la copa a su esposa que está a su derecha, ella toma un sorbo y se la pasa a quien está a su derecha y así sucesivamente todos toman hasta que la copa vuelve a manos del padre, quien toma el resto.
Antes de tomar de la copa todos los asistentes, con la copa en alto, gritan:
“¡Le Jaim Sof!” (“¡Por la vida eterna!”).
5) Shalom aleijem.
Cuando ya estamos sentados a la mesa de Shabat, cantamos (o escuchamos la grabación de) «Shalom Aleijem«. Ésta canción le da la bienvenida a los ángeles que escoltan, guardan y sirven a los que temen a Yahvéh y se han reunido en esa casa desde la congregación, mientras buscamos su «bendición» para un buen Shabat.
La canción dice:
“Sea la paz con vosotros, ángeles servidores, mensajeros del Altísimo, Rey de los reyes. El Santo, Bendito Él.
Sea vuestra venida acompañada por la paz, mensajeros de la paz, ángeles del Altísimo, Bendito sea Él.”
5) Lavado de Manos (Netilat Iadaim).
Lavamos nuestras manos para purificarnos antes de comer pan. No sólo es una medida higiénica, sino también una purificación espiritual para comer, concientizándonos que todos nuestros actos deben tener un fin espiritual. Esta costumbre fue impuesta por el Rey Salomón para comer los Korbanot -sacrificios- en el Bet HaMikdash -Gran Templo-. Hoy, nosotros en Yeshúa, entendemos que cada redimido es un sacerdote en el Templo del Eterno, es decir su corazón y su casa.
Lo que este lavado simboliza es la limpieza espiritual con que debemos entrar al Shabat , o sea limpios de todo pecado, para lo cual primero los que estamos sentados a la mesa nos pedimos perdón unos a otros , limando así toda aspereza que se hubiera presentado entre nosotros durante la semana.
Cada uno lava sus manos, de manera de preparar la bendición del pan. Por costumbre, después de recitar la bendición y mientras hacemos la netilat no se habla hasta que se come el pan Jalá, en ese tiempo todos reflexionan sobre la santidad del día.
Se toma un recipiente con agua y se vierte tres veces en la mano derecha, y tres veces en la izquierda, se levantan ambas manos y se dice la siguiente bendición.
«Bendición para el lavado de manos:
Bendito eres tú Yahvéh Dios nuestro, Rey del Universo,
Que nos santificas con tus mandamientos,
limpio mis manos con pureza porque tu bondad está hoy, y cada día, delante de mis ojos,
gracias a la intercesión de Yeshúa mi Sumo Sacerdote».
¿Cómo hacer el Lavado de Manos?
Llene un recipiente con agua que pueda ser manipulado por los presentes, el cual tenga agarrador (si es posible) de ambos lados, comience a lavar la mano derecha empuñada. Se vierte tres veces una mano y luego se hace a la mano izquierda empuñada. No debe tenerse ningún objeto en las muñecas ni en las manos (anillos, reloj, pulsera, etc.). Al finalizar con la mano izquierda se colocan las manos frente al rostro (sin secar ni quitar el exceso de agua) y se recita la bendición escrita arriba. Luego se quita el exceso del agua y se secan las manos, luego se permanece en silencio hasta que se hace la bendición por el pan.
El ritual de Netilá, es para nosotros un “ceremonial” en donde manifestamos haber limpiado nuestras obras imitando a Yeshúa, para andar en Su Justicia y de esa manera nuestra observancia del Shabat sea del agrado de YHWH (Sal 24:3-4). Como Yeshúa nos enseñó que antes de presentar una ofrenda nos pongamos a cuenta.
IMPORTANTE: No se debe hablar desde el lavado de manos hasta que se come el pan.
8) Bendición del Pan (jalá)
Dos Jalot son puestas en una tabla o un plato, cubiertas con un paño decorativo en la mesa. Los dos panes conmemoran la doble porción de maná que caía del cielo cada viernes mientras el pueblo de Israel estaban en el desierto. En aquel entonces los hebreos comíamos el Maná que recogíamos todas las mañanas y del cual no debíamos dejar nada para el día siguiente. Y en caso de que así fuera, este se descomponía, agusanaba y hedía. Como en Shabat está prohibido cargar, YHVH ordenó a Israel recoger el viernes por la mañana dos porciones, una para el viernes y otra para Shabat, porción esta que no se descomponía. Es en recuerdo a la doble porción (primogenitura) recogida el viernes y al milagro ocurrido (de conservarse de un día para el otro) que se acostumbra a poner dos Jalot en la mesa de Shabat.
Para quien haya seguido atentamente esta reseña, no le será difícil darse cuenta del significado profético de esto, Pues Yeshúa es el Maná que descendió del Cielo, quien estuvo ausente en Shabat, para reaparecer luego, el primer día de la semana (atardecer del sábado) con el milagro de haber sido preservado de la corrupción.
El pan también representa a la humanidad entera, por eso es con levadura, ya que la levadura es símbolo de pecado, oramos por la salvación de toda la humanidad, dividida entre judíos y gentiles.
Por eso partimos el pan por la mitad, una parte representa a los judíos y la otra a los gentiles.
Después del lavado de manos, el padre de familia toma los dos panes, los levanta y dice la bendición del pan diciendo:
“Bendito eres tú Señor Dios nuestro, Rey del Universo, que nos das el pan de la tierra y el pan de vida, tu hijo amado nuestro Señor Jesús el Cristo.”
El padre de familia rocía sal sobre el pan y dice:
“Los pactos que YHWH hizo con la humanidad y nuestros padres están vigentes y activos en nuestras vidas gracias a la vida y sacrificio de nuestro Señor Yeshúa.
Bendito eres Tú YHVH Adonay, que nos preservas dentro de ese Pacto Renovado a nosotros, por Tu amor (ahavá)”.
Le ponemos sal al pan porque es un persevante, simbolizando que esta comida no es simplemente una experiencia transitoria, sino que un momento que durará por la eternidad. Después de la bendición, el conductor corta el pan (jalá) para todos y la sirve.
Untamos el pedazo de pan que cada uno come en miel, ya que está escrito: «Dulce es Tu Torah oh Elohim y más dulce que la miel» (Salmos 19:10; Proverbios 24:13-14).
9) Comida Festiva.
La cena no solo debe prepararse con anticipación, sino que el menú debe ser un poco de mas categoría que el que se sirve en las comidas cotidianas. En un hogar pobre, la carne y el pescado deben reservarse para las comidas del Shabat.
Una comida tradicional de viernes en la noche usualmente incluye varios platos: pescado, sopa, plato principal y postre. Todo debe ser hecho con excelencia y abundancia. Este es un momento para disfrutar de la buena compañía mientras se toma parte de la deliciosa comida de Shabat.
Es un momento especial para compartir en familia y con amigos, dado el trabajo semanal, así que durante la comida no se habla de negocios, dinero, política, etc. Se habla sobre el Eterno, la Torá la familia, o situaciones que pueden resolverse mediante la sabiduría que nos da la Torá. Se pone énfasis en los niños, ya que no se pude alejar a ellos de la conversación, de lo contrario crecerían sin amor al Shabat al ver que no son tomados en cuenta.
Es necesario recordar que no es conveniente hablar tampoco sobre lo que se hará o se puede hacer en otro día, debido a que el Shabat es el más santo de los días de la semana, otro día no debe ser servido del Shabat, si aprovechamos a hablar o hacer cosas en Shabat para que otro día se beneficie de esto, estamos teniendo en menos la santidad de Shabat, por eso también es que se lavan platos solo si se usan en el mismo día de Shabat y no para ser usados el siguiente día.
10) Devar Torá.
Literalmente significa «una palabra de Torá«. El Devar Torá es lo que realmente separa a la mesa de Shabat de cualquier otra «cena entretenida«.
Te sugiero que para realizar este paso elijas un tema que sea profundo y apropiado. Luego permite que se un debate familiar que los conduzca a la Luz de Su Jojmá (sabiduría).
11) Canciones.
Los sabios dicen que «el cantar es la expresión de un alma emocionada». El canto te relajará y te acercará a la experiencia de Shabat. Además, si hay niños, les encantará. Y no te preocupes si no puedes seguir la letra – la melodía y el ritmo son los que te elevarán.
12) La Bendición Después de la Comida.
Después de la exquisita comida de Shabat agradecemos a Abba recitando la Bendición Después de la Comida. Los israelitas damos gracias al Eterno al finalizar, ya que la Torah nos ordena “Comerás y te saciarás y bendecirás a YHWH” (Deut. 8:10-11).
ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA COMIDA FESTIVA
«Bendito eres Tú, Eterno, Dios nuestro, soberano del universo,
el Dios por cuya bondad nos alimenta, tanto a nosotros como a todo el mundo, con gracia, benevolencia, holgura y misericordia.
Tú proporcionas el pan a todas las criaturas porque tu benevolencia es eterna.
Y por tu inmensa bondad nunca nos falto ni nos faltara jamás el sustento.
Pues Tú alimenta y sustenta a todos, tu mesa esta preparada para todo.,
Tú preparas alimento y sustento para todas las criaturas que creo con su misericordia y su inmensa bondad, tal como esta escrito;
Abres tu mano y satisfaces el deseo de todo ser vivo
Bendito eres Tú, Eterno, que sustenta a todos.
En el Nombre Bendito de Yeshúa, el Mesías.
Amén».
CONSEJO IMPORTANTE:
Cada padre y madre debe pedir al Eterno sabiduría para enriquecer el ceremonial y variarlo en cada ocasión a fin de evitar la rutina que podría venir si no se depende del Espíritu Santo para que cada ocasión sea preciosa, ungida y fresca.
Los padres no deben perder de vista que cada Shabat es una oportunidad para enseñar a los hijos.
Pidan al Eterno que les revele siempre algo nuevo y fresco en cada ocasión, sin quitar las bases bíblicas y culturales encerradas en este Ceremonial de recibimiento del Shabat.
Varones recuerden como padres, que al dirigir esta ceremonia estas mostrando vuestra autoridad espiritual sobre la familia, por lo tanto, el rol como sacerdote del hogar que Mesías le ha delegado es claramente manifestado en este día tan especial.
Shalom!