“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios”
Romanos 8:19
Algo insólito pasa en Australia. En una ciudad del norte del país, decenas de lorosaparentemente borrachos caen de los árboles. Los veterinarios investigan las causas de este fenómeno y explican: «Pierden la coordinación, se quedan dormidos, se caen y tras ser levantados, pasan en sus jaulas algo similar a una ‘resaca’«.
El extraño suceso ocurre cada año en la localidad de Palmerton, en el estado australiano del Territorio del Norte, pero hasta ahora nunca en tal cantidad. «Están como ebrios. Se caen de los árboles, saltan y no atinan con las ramas«, cuenta desconcertada Lisa Hansen, una cirujana del hospital veterinario de Palmerton.
Hansen explicó que las aves quedan intoxicadas por algún tipo de alimento que altera sus funciones motrices, como volar, y después entran en un estado como si se estuviesen recuperando de una noche de gran consumo de alcohol. Para contrarrestar los síntomas, los médicos les administra una dosis con fruta a modo de reconstituyente.
«Se quedan postrados sobre el suelo de la jaula y descansan la cabeza a un lado, también se enrollan en una esquina o se esconden bajo unas hojas», aseguró la veterinaria. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre qué tipo de intoxicación se trata. Algunos piensan que debe ser una planta y otros creen que se trata de un virus.
Hansen explica que los «loros borrachos» caen a los jardines y las rutas, y en algunos casos pasan varios días en cuidados intensivos antes de poder volver a volar.