Por P.A. David Nesher
«Y El Eterno habló á Moshé, diciendo:
(Bamidbar/Números 6:22-279)
Habla a Aharon y a sus hijos, y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciendo:
El Eterno te bendiga, y te proteja. Haga resplandecer El Eterno Su rostro sobre ti, y de ti tenga misericordia. El Eterno alce a ti Su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán Mi Nombre sobre los hijos de Israel, y Yo los bendeciré.»
Al llegar a este tramo del rollo de Bamidbar, notamos que la Torah establece un precepto positivo: que los kohanim (sacerdotes) bendigan al pueblo de Israel. Lo que resulta interesante de este precepto, es que se debía aplicarse todos los días, perpetuamente. Era así tan importante, que todo kohen al que se le pida que suba a la tarima para bendecir al pueblo de Israel y se niega, si bien desde un estricto punto de vista halájico incumple con un precepto, se considera que incumplió tres mitzovot (mandamientos). Esto se debe a que de los versículos antes mencionados se desprende que Yahvéh desea bendecir al pueblo de Israel, razón por la cual ordena tres veces a los kohanim para que se apresuren a hacerlo
Por esto, la Bendición Sacerdotal o Bendición Aharónica es como la Corona y el Sello de lo que ahora es reconocido como un completo y organizado Pueblo del Eterno que a partir de la inauguración del Mishkán (Tabernáculo) marchó corporativamente hacia la Tierra Santa, la Tierra Prometida, Eretz Israel.
De acuerdo a la interpretación de exégetas hebreos, el santuario portable del desierto fue terminado un veinticinco de Kislev, pero que la inauguración fue el día primero de Aviv (Nisán). Desde esta aseveración, la mayoría de los comentaristas concuerdan que la primera vez que se expresa esta bendición fue en esta inauguración.
Por eso, quiero invitarlos a que imaginemos ese momento donde nuestros ancestros escucharon por primera vez estas frases tan especiales, momentos que nos dicen que existe un lugar que Yahvéh designó, para que disfrutaremos Su Presencia.
Permitamos que el Espíritu Santificante de nuestro Abba, nos guíe a reconstruir el sonido de esta berajah (bendición) en los tiempos del primer Templo y del Segundo.
¿Cuántas veces habrán salido de allí estas palabras? ¿Cuántas veces nuestro amado Dueño, el Mesías Yeshúa, las escuchó mientras transitaba por el patio del Templo?
Lamentablemente hemos perdido los Templos, pero lo que no hemos perdido es la berajah, ni el deseo profundo y estable del Bendito Eterno, nuestro Abba kadosh.
Por eso, si logramos revalorizar los códigos de Luz Infinita vibrantes en estas palabras, seguramente las volveremos a oír una vez mas cuando el Tercer Templo sea levantado, en la Segunda Venida del Mesías.
Esta Berajah y Su Historia.
Estas palabras llenas de energía divina, han trascendido el tiempo y la historia misma de Israel, vibrando sobre las distintas generaciones hebreas, más allá de sus avatares históricos. Durante el tiempo del Templo de Jerusalén la bendición sacerdotal fue parte del culto diario. Parados en una plataforma especial, los sacerdotes levantaron sus manos para dar la bendición sacerdotal. Esta tribuna era llamada «duján» (aunque es mas corriente el nombre de «dujanim«). Las palabras de esta berajah eran pronunciadas después del sacrificio de las ofrendas diarias de la mañana y de la tarde.
La Bendición Sacerdotal fue uno de los mas impresionantes elementos del servicio en el Santo Templo de Jerusalem. El Shulján Aruj (nombre por el que se conoce a la más importante recopilación de normas de conducta contenidas en la fe hebrea), enseña que aunque hoy en día el Templo no existe, permanece este mandamiento positivo, y se realiza por medio de birkat kohanim, pronunciado durante ciertas oraciones en la sinagoga. Incluso un kohén pecador puede decir birkat kohanim, puesto que la bendición proviene de Dios y los kohanim son sólo los intermedios que transmiten esa bendición. Sin embargo un kohén es excluido de birkat kohanim y pierde sus derechos de kohén si se casa con una mujer divorciada o toda otra mujer prohibida a los kohanim. También es parte del ritual casero, donde tradicionalmente es pronunciada por el padre para bendecir a sus hijos en la víspera del Shabat.
De igual manera, ante el mover del Espíritu de Yahvéh sobre las naciones para juntar a las ovejas perdidas de la casa de Israel, aquellas familias que hemos despertado a las raíces de la fe de Abraham, debemos otorgarle el lugar espiritual que estas palabras merecieron en las doce tribus de la Amada del Señor: Israel.
Desde la Reforma, la Bendición Sacerdotal hace parte constitutiva del servicio en muchas iglesias protestantes.
Análisis de los Códigos de Birkat Kohanim
1- La Ascención Gradual del Alma Bendecida
Comenzando el análisis de esta Bendición, nos encontramos que aun cuando la orden está dada en plural, pues dice “Así bendecirás a los hijos de Israel”, al ejecutarse se pronuncia en singular: “Que te bendiga”.
Así, lo primero que notamos en este análisis es que que esta expresión condiciona a los kohanim (sacerdotes) a dar una bendición con amor. ¿Por qué con amor? Porque Yahvéh quiere revelar que eso es lo que merece el pueblo de Israel por se solícito en el estar unido corporativamente. Porque el amor entre ellos ha hecho posible que se vea como un ejad [unidad], como un solo hombre. Por eso la bendición esta expresada en singular.
Además, la orden divina al kohen de que exprese esta bendición con amor, es para que quede bien claro que él el no es el dueño de la intención que esta tiene. El Dueño queda claramente expresado a través de las manos extendidas, símbolos del Eterno como Creador que aún trabaja a través de un hombre dispuesto a unir el Mundo de Abajo con el Mundo de Arriba. Esto es lo que quizo expresar nuestro amado Mesías al decir:
«Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo.»
(Juan 5:17 – NBD)
Así el Creador del mundo se dirige con estas palabras, con todo el amor hacia su pueblo, hacia lo que más ama. Es un amor que suena en todo el universo, que no ha dejado de estar presente en la vida de todos y cada uno de los que conforman el Pueblo Elegido.
Ahora sí, yendo a los detalles literarios, podemos observar que el texto hebreo consiste de tres (3) cortos versos de tres (3), cinco (5) y siete (7) palabras, respectivamente. A las vez el texto está montado sobre «estaciones graduales» desde la petición por bendiciones materiales y protección, como por la Divina Gracia de obtener bendiciones espirituales, culminando en un precioso clímax peticionario hacia el mas consumado regalo de Dios: Su Shalom, es decir, esa Paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7). Paz, que será el bienestar en la cual todo lo material y espiritual son bien comprendidos, contenidos y manifestados en vida plena.
Resultará muy importante saber que las quince (15) palabras que constituyen estos tres (3) versos contienen un mundo de confianza en en el Eterno, que aumenta el poder de la fe que nos fue dada una vez por herencia. Todas ellas están adornadas de una gran belleza rítmica, y caen en una solemne majestad sobre el oído de los adoradores que busca el Eterno:
v.23 «Así bendecirás a los hijos de Israel diciéndoles:»
(koh tevaraju et-beney Yisra’el amor lahem).
Lo importante para destacar aquí es que los kohanim (sacerdotes) no son de alguna manera super-especiales para conferir esta bendición, sino un vehículo que Yahvéh ha escogido para depositar sus bendiciones en su pueblo. Ellos no pueden bendecir al pueblo de una manera arbitraria «Así bendecirás«, quiere decir que deben ceñirse al patrón que Yahvéh les está dando y no salirse de allí tratando de hacer algo diferente como el pecado anterior de los otros dos hijos de Aaron cuando ofrecieron incienso no autorizado. Los kohanim tienen que seguir la fórmula ya que ellos son los ejecutantes, no los legisladores.
Durante los servicios los fieles no debían mirar las manos de los kohanim ya que la bendición no reside en sus manos, son un instrumento, mientras que la bendición viene del Eterno. Yahvéh es quien, por la obediencia absoluta de este precepta, confirma las palabras de los kohanim y los bendice igualmente a ellos .
Es costumbre que las manos de los kohanim se dirijan hacia los fieles juntándose ellas por sus dedos pulgares y abriéndose formándose dos (2) letras Shin (W), vale decir, los dedos indice y corazón van pegados el uno al otro y los dedos meñique y anular juntos también de la misma manera en ambas manos, lo que representaría doblemente la palabra «Shalom«.
Al pronunciar la bendición, debe hacerse primeramente en lengua hebrea y posteriormente traducirse al lenguaje en uso de la comunidad. Todas estas regulaciones tienen un profundo significado espiritual para todos los tiempos.
Un extraño NO debe bendecir. Para bendecir se necesita conocimiento y la comprensión de la persona que ha de ser bendecida. Además, bendecir a otros es una difícil tarea, que requiere prontitud para el sacrificio y para las oraciones. Por ello, quien bendice debe ser bastante sobrio y piadoso. El fanático o aquel que su juicio está siendo cegado por el odio o el prejuicio nunca debe bendecir a nadie. El lenguaje, como se dijo, debe ser en la Lengua Sagrada –Lashon Hakodesh- y pronunciarse con voz llena de vitalidad.
La Birkat Kohanim (Bendición Sacerdotal) se pronuncia así:
«YEVAREJEJÁ YAHVÉH VE-ISHMEREJA
YAER YAHVEH PANAV ELEJA VI-JUNEJA
ISA YAHVÉH PANAV ELEJA
VEYASEM LEJA SHALOM.»
2- La Protección Completa de Yahvéh
A. – Yahvéh te bendiga y te guarde (Yevarejejá Adonai veyishmereja)
Esta expresión quiere decir te otorgue vida, salud y prosperidad, pues para qué sirve vivir si no se tiene salud y no se prospera en los caminos que se emprenden. No quiere decir esto tampoco que la prosperidad sea «únicamente económica» como se acostumbra a malentender los versos bíblicos que hablan de «prosperidad»; porque se puede ser próspero económicamente y no gozar de buena salud. Así como también, se puede estar sano físicamente, y gozar de buen pasar económico, pero ser un fracasado en cualquier cosa que emprenda en el plano espiritual o emocional.
Yevarejeja: La pregunta es: ¿Por qué se utiliza solo el singular y no bendecimos en plural? La explicación mas corriente es que como prerrequisito para todas las bendiciones, Israel debe ser primero la UNIDAD que el Eterno demanda. Todo Israel debe sentirse como UN Solo Cuerpo, entonces las bendiciones serán para ese varón perfecto (Efesios 4:13).
Veyishmereja: Puede traducirse como «Te Guarde» o «Te Mantenga«. Al pronunciarse esta expresión se está declarando lo siguiente: «que Yahvéh te garantice su divina protección contra el mal, la enfermedad, la pobreza, la calamidad«. Esto es lo que desarrolla la consciencia de que es el Señor el que Guarda a Israel. Él guarda nuestras almas de la muerte, nuestros ojos de lágrimas y nuestros pies de tropezar.
Además, los exégetas del hebreo, han dado una amplia explicación sobre estas tres palabras hebreas, aduciendo que su literal traducción se aproximaría a esta declaración:
«¡Que el Eterno te bendiga con posesiones y sea Él que te las guarde. Que estas posesiones sean poseídas por ti. Pueda así el Eterno guardarte del pecado, y protegerte de todas las destructivas influencias que tan a menudo sigue tras las posesiones terrenales!«
Evidentemente, existe una fuerte conexión entre la bendición y la protección. ¿Para qué sirve una bendición si no la puedes guardar, o si pierdes la capacidad de aprovecharla? La bendición y la protección son necesidades básicas de la creación. Necesitamos bendición y protección para poder existir y desarrollarnos.
Adam tenía la tarea de labrar y guardar el huerto del Edén, con otras palabras, tenía que bendecirlo y protegerlo. Son dos funciones básicas de una administración correcta, no solamente producir, sino también guardar. No solamente guardar, sino también extender.
Una congregación que solamente está enfocada hacia el crecimiento sin guardar las almas de los que han sido cosechadas no será estable. Una congregación que sólo sirve para la auto conservación sin expansión está condenada a muerte. Ambas cosas son necesarias para que una congregación sea viva y sana.
En esto pensaba el salmista cuando escribió:
“Porque sol (bendición) y escudo (protección) es Yahvéh Dios; gracia y gloria da Yahvéh; nada bueno niega a los que andan en integridad.”
(Salmo 84:11)
Dos principios básicos para el éxito son: bendición y protección. Un tercer principio básico es: dirección. Si recibes bendición y protección y luego te desvías, ¿para qué te sirve? También necesitas dirección, consejo, para saber cómo hacer las cosas, necesitas mandamientos para cumplir para no desviarte del camino.
Según Rashí, la bendición de la cual se habla en birkat kohanim se refiere a los bienes materiales y cuando Yahvéh alza su rostro significa que subyuga su ira.
Un último comentario exegético asegura que esta parte de la bendición asegura al Pueblo oyente que Yahvéh lo protegerá para que otros no lo dominen.
B.– Que Yahvéh haga que Su Presencia brille en ti y te garantice su gracia. (Ya’er Adonai panav eleyja vijuneja)
Cuando hablamos de LUZ en las Escrituras, no solamente es para referirnos al sentido literal, sino mas bien como símbolo de alegría y pureza como también de amistad. Causar que el Rostro resplandezca sobre alguien, es en el idioma hebreo significa ser amigable con alguien.
Por ende, cuando el Rostro de Yahvéh se dice que es vuelto hacia una persona y que brilla en esa persona, ello implica un derramamiento de su divino Amor y Salvación:
«Oh, YHVH de los ejércitos, restáuranos.
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.»
(Salmos 80: 19)
Teniendo esta cosmovisión en su mente, el salmista compuso esta estrofa:
“Restáuranos, oh Dios, y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos…
Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos…
Oh Yahvéh, Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro y seremos salvos.”
(Salmo 80:3, 7, 19)
Así es bien clara la idea: si el rostro de Yahvéh resplandece sobre alguien, hay salvación. La palabra salvación tiene un sentido muy amplio: liberación, ayuda en problemas, apoyo en momentos difíciles, liberación de apuros, protección contra peligros, sanidad de enfermedades etc.
Las palabras: «Haga resplandecer Su Rostro sobre ti«, deben ser interpretadas en el sentido puramente espiritual para implicar que es el regalo del conocimiento y la profundidad moral. La idea literal de esta frase sería:
«Pueda Yahvéh darte el brillo de los ojos y la luz de Su Shekinah;pueda el fuego de la Profecía arder en las almas de tus hijos; pueda la luz de la Torah iluminar tu casa»
La palabra «vijuneja» tiene una significación mayor que la expresión «te guarde«. La idea primordial expresaría lo siguiente:
«Se convierta Yahvéh en tu benefactor y te llene de su Gracia y cumpliendo tu petición.»
Los exégetas del hebreo entienden «vijuneja» en el sentido de :
«Pueda Él darte Gracia en los ojos de tus compañeros«; vale decir, «pueda Él hacerte adorable y amado a los ojos de los otros.»
C. – «Que Yahvéh levante su Presencia sobre ti.» (Yisa Yahvéh panav eleyja)
Esta expresión también podría expresarse así:
«Vuelva Su cara hacia ti. Vuelva Su atención a ti, y su cuidadoso amor lo extienda siempre hacia ti.»
C. – Te garantice («establezca para ti» o «arregle para ti») Shalom. (Veyasem leja Shalom).
La palabra Shalom, en hebreo, significa no solo libre de todos los desastres, sino también, salud, bienestar, seguridad y tranquilidad; la paz, aseguran los sabios hebreos, que la Shalom es uno de los pilares del mundo; sin ella, el orden social no puede existir.
«Paz en tu entrar y paz en tu salir, paz para con todos los hombres. Grande es la paz porque es el sello de todas las bendiciones» (Talmud)
Shalom es la palabra que el Eterno utiliza para describir la integridad, la bondad y la total satisfacción en la vida. ¡Esta es la vida abundante que Yeshúa prometió! (Juan 10:10)
Nosotros no solamente debemos ser pacíficos a nosotros mismos, sino ayudar a otros a serlo también. La Paz no es solamente una condición personal, sino nacional.
La Paz (Shalom) no es un concepto negativo y no es el equivalente a inactividad. Los profetas esperaron por una paz Mesiánica que debe fundar al universo y ello incluye a todos los hombres de todos los pueblos y eso también incluye a todas las bestias del campo (Isaias 11, 6-10).
«Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel»
El ser bendecido por el Eterno es tener Su Nombre sobre ti para ser identificado con quien es Él y toda Su naturaleza.
Aharón fue mandado a pronunciar esta bendición sobre el pueblo de Israel, no sobre las otras naciones. Aunque Yahvéh ama y bendice a toda la humanidad, hay un fuerte y definido sentido en el cual Él tiene bendición sólo para Su Pueblo de Alianza. Por lo tanto, nosotros tenemos que unirnos a Él para ganar esa bendición.
Por otra parte, vemos que el Eterno promete bendecir en respuesta a su bendición. ¡Qué apropiado para los líderes del Corazón Pastoral de Yahvéh el pronunciar estas palabras sobre su pueblo! Que tanto más apropiado para cada creyente el recordar que tenemos un Sumo Sacerdote en el cielo que siempre vive para interceder por nosotros y para bendecirnos de acuerdo a Su misma bendición.
¡Vamos ahora reflexiona y alégrate!… ¡Qué gran regalo, el tener el nombre de Dios sobre ti! ¡Vive pues como un hijo primogénito que ya está bendecido con toda bendición espiritual en lo lugares celestiales!