Los grandes del mundo, que están siempre conectados con la espiritualidad, no necesitan de las vanidades de este mundo para descansar y recuperar sus fuerzas. Por el contrario, dado que este mundo con todo su materialismo les resulta pesado, el hecho de dedicarse al estudio de la Sagrada Torah los revitaliza y les otorgan nuevas fuerzas, tal como está escrito:
«Y esperan que Dios les haga recobrar sus fuerzas»
(Isaías/Ieshaiahu 40:31)
Tomado de Torat_David Janania Pinto