Por P.A. David Nesher
Hay dos fuerzas dentro de cada persona: la del cuerpo y la del alma.
Esaú representa preocupaciones del cuerpo: egoísmo, materialismo (cosmovisión el ego). Por ello es que generalmente nos ocupamos más de nuestros deseos corpóreos, somos esclavos de nuestras necesidades y deseos corpóreos; nos ocupamos más de comida, la renta, facturas, sexo, placer, etc. Mientras que Yaakov representa la conciencia del alma, el deseo de conectarse con la espiritualidad, el significado y la benevolencia. En nuestro mundo, el primogénito es el cuerpo. El cuerpo precede al alma.
Los invito a leer, estudiar y meditar la bitácora que a continuación les comparto.