Celebrar las Fiestas del Señor es el acto más efectivo que la Iglesia de Cristo está necesitando lograr a fin de llevar a los santos a la plena manifestación como hijos de Dios.
Son dos las palabras importantes que aparecen en Levítico capítulo 23, y son traducidas como fiesta.
En el versículo 24, la palabra conmemoración (memorial) es traducida de la palabra hebrea mo’ed, como está escrito:
«Habla a los hijos de Israel, y diles: las fiestas solemnes (mo’ed) de Jehová…».
La palabra mo’ed significa «una cita, un tiempo señalado, un ciclo o año, una asamblea, un tiempo determinado, un tiempo preciso». Al entender el significado hebreo de la palabra fiesta, podemos ver que Dios está precisando «un tiempo determinado o un tiempo señalado en el cual Él está haciendo una cita con la humanidad para cumplir ciertos aspectos de la redención«.
De hecho, Jesús (Yeshua) vino a la tierra exactamente a la hora determinada por Dios (Gálatas 4:2,4), y Dios ha determinado el tiempo preciso en el futuro en el que juzgará al mundo (Hechos 17:31). ¡Dios «se toma un tiempo específico y oportuno» desde su Eternidad, para meterse en la historia humana y revelar su movimiento de amor como una «Historia de Salvación» de esa humanidad.
La otra palabra hebrea chag (traducida como reunión sagrada o fiesta solemne), que significa «festival», se deriva de la raíz hebrea chagag, que significa «moverse en círculos, marchar en una procesión sagrada, celebrar, danzar, celebrar una fiesta solemne».
Con ello podemos ver que Dios nos dio las fiestas como parte de un ciclo que debe ser guardado todos los años, con el fin de que al celebrarlos podamos llegar a tener mayor entendimiento del Diseño divino de redención del mundo; el rol que el Mesías juega en la redención; y nuestra relación personal con Dios, en cuanto a la forma de crecer hasta alcanzar la madurez espiritual.
Aunque Dios nos dio las fiestas para que las celebráramos, Dios NO nos dio las fiestas para que alcanzáramos la salvación a través de ellas, ya que la salvación sólo viene por fe; ¡Dios las ordenó con el propósito de enseñar e instruir a su pueblo con respecto a su Diseño de redención y nuestra relación personal con El.
No hay duda pues, desde esta explicación, que los cristianos de hoy necesitan despertar al sentido y significado mismo de la vida desde el proyecto de celebración que el Eterno ha establecido para ovacionar el Propósito Eterno de Dios escondido en la vida humana. Despertando del letargo en el que los ha dejado la ignorancia religiosa, serán promocionados a la posición de hijos de Dios manifestando así la Gloria de Abba (Papi) en ellos.
Los invito a colocar mucha atención en la enseñanza que a continuación nos comparte el maestro Michael Rood:
1ra Parte:
2da Parte:
3ra Parte: