Por: P.A. David Nesher
«Pero yo (Yeshúa) les digo que no juren de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el Trono de YHVH; ni por la tierra, porque es la tarima de sus pies; ni por Yerushaláyim (nombre hebreo de Jerusalén), porque es la ciudad del Gran Rey.»
Leyendo detalladamente estas palabras de nuestro amado Mesías, llegamos a la conclusión de que el Señor, en los postreros momentos de sus días, hará de su ciudad real… ¡Su Trono!Entonces, notamos que la mayoría de los creyentes evangélicos han estado adormecidos por las fábulas de los líderes dispensacionalistas progresivos que enseñaron que cuando Cristo subió a la mano derecha del Eterno Dios, Él se sentó en el trono de David. Así ellos aseguran que:
- (1) El Mesías ya está sentado en el trono de David; y que por lo tanto, el reino de David ha sido ya inaugurado;
- (2) por esto, aseguran que el Trono de David está localizado ahora en el tercer cielo.
Busquemos ahora las Escrituras para ver lo que Yahvéh, nuestro Dios, dice sobre el trono de David, dónde está localizado y cuándo se sentará el Mesías en él.
Este pasaje del salterio habla claramente del trono de David. La pregunta que nos haremos es ¿dónde estará localizado el trono de David?
Las Sagradas Escrituras aseguran:
“Porque Yahvéh ha elegido a Sión; la quiso por habitación para sí.
Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido”
Es evidente que el trono de David, de acuerdo al diseño profético del Eterno, estará localizado en Sión (Jerusalén), no en el tercer cielo. Es allí, en Sión, que Dios hará que el cuerno de David aparezca.
Necesitamos primeramente comprender que, según las Sagradas Escrituras, Jerusalén es el lugar que Yahvéh la eligió para que estuviese su Nombre. (2 Cr 6:6.) Además de ser el centro de la adoración pura, también era la sede del gobierno de Israel. Se sabía y decía de los reyes que gobernaban en Jerusalén que se sentaban “sobre el trono de Yahvéh”. (1Cr 29:23.)
Continuando con nuestro estudio, iremos ahora hacia los profetas del Antiguo Pacto. Nos encontramos con lo que el profeta Jeremías dice acerca del tiempo de la restauración del Reino («en aquel tiempo«): a Jerusalén Trono de Yahvéh.
El Evangelio, solamente es buena noticia del Rey cuando se lo acepta en su mensaje completo. Por ello, simplemente cree, dejando que tu fe te llene de esperanza.
En amistad, y con amor en servicio: P.A. David Nesher
MUY BUEN ESTUDIO,GRACIAS POR QUITAR LO VELOS DE LOS QUE REALMENTE QUEREMOS SABER Y SALIR DE TANTA MENTIR!!