El Tribunal Supremo Electoral de Guatemala (TSE) ha confirmado el triunfo electoral del general retirado Otto Pérez Molina como nuevo presidente de Guatemala en la madrugada de este lunes, convirtiéndose así en el primer militar que vuelve a la Presidencia de Guatemala, 26 años después de que el Ejército entregara el poder a pueblo.
Con el 90,44% del escrutinio, el candidato del derechista Partido Patriota (PP), Otto Pérez Molina, ha obtenido el 54,89% de los votos válidos y una ventaja sobre su contrincante, el abogado populista Manuel Baldizón, de 9,78 puntos. Así lo ha asegurado la presidenta del Tribunal Supremo Electoral de Guatemala, María Eugenia Villagrán, en rueda de prensa.
El general retirado ya se ha pronunciado sobre el resultado de la elección en la que se perfila como el virtual presidente electo para sustituir el próximo 14 de enero al socialdemócrata Álvaro Colom para un periodo de cuatro años.
«A todos los guatemaltecos (…) y a aquellos que no votaron por Otto Pérez, hago un llamamiento a unirse y trabajar juntos durante los próximos cuatro años«, ha asegurado el candidato del Partido Patriota en sus primeras declaraciones tras su virtual victoria, informa France Presse.
«Estoy contento y motivado por la respuesta de los guatemaltecos pero reconozco el grado de responsabilidad que tengo para darles respuesta y no defraudarlos«, dijo el presidente electo a los periodistas según Efe.
Visiblemente emocionado, el militar retirado, de 61 años, aseguró a los guatemaltecos: «Haré mi mayor esfuerzo para lograr la paz y la seguridad que tanto necesita Guatemala. Trabajaremos porque haya más plazas de trabajo y desarrollo«.
La «mano dura» de Pérez Molina
Con esta virtual victorial, parece haber cuajado la promesa de «mano dura» en contra del crimen organizado y la violencia ofrecida por Pérez Molina a lo largo de su campaña en la mente de los guatemaltecos, que se quejan de los altos índices de criminalidad en el país, ocho veces mayor que la de Estados Unidos.
Además, el general retirado deberá contrarrestar la pobreza que afecta al 51% del total de la población y propiciar las condiciones para que llegue la inversión y se mejore el empleo en el país centroamericano.
Responder a estas demandas de la población serán los principales retos de este general retirado que se convierte en el séptimo presidente electo de la nueva era democrática instaurada en Guatemala en 1986.
Es también el primer militar que vuelve a la Presidencia de Guatemala, 26 años después de que las Fuerzas Armadas entregaran el poder al civil Vinicio Cerezo el 14 de enero de 1986, al resultar vencedor en las elecciones, tras un largo periodo de regímenes castrenses que se sucedieron en el poder mediante fraudes y golpes de Estado.
Esta historia de dictaduras militares y ejecuciones extrajudiciales a manos de las fuerzas de seguridad ensombrece el mensaje de lucha contra el crimen de Pérez.
Los analistas dicen que una prueba clave será si el nuevo presidente mantiene en la Fiscalía General a Claudia Paz y Paz, que ha procesado a los oficiales militares implicados en abusos de la guerra civil.
«Esa es la gran pregunta. Si ella es capaz de mantener su trabajo, que se le permita hacer su trabajo» ha asegurado a Reuters Adriana Beltrán de la Oficina de Washington sobre América Latina. De momento, Otto Pérez ha asegurado que si Paz y Paz hace bien su trabajo, no hay ninguna razón para poner fin antes de tiempo a su mandato de cuatro años.
Por su parte, el empresario populista Manuel Baldizón ha aceptado su derrota y ha anunciado que “será el guardián” para que el ganador cumpla con sus ofertas de campaña. «No permitiré que suba el azúcar, el gas y la luz», ha afirmado el candidato perdedor.
El dirigente del partido Líder ha agradecido el apoyo de los casi dos millones de guatemaltecos que han votado por su proyecto y que ha conseguido llegar a la segunda vuelta de las presidenciables en menos de un año.
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