En EEUU (la «tierra bíblica por excelencia») ha aparecido un movimiento cristiano fundamentalista denominado Disciplina Doméstica Cristiana y ya pueden imaginarse en lo que consiste en este oscuro eufemismo. Este movimiento parte de la base que la Santa Biblia indica el siguiente paradigma falso para aplicar en un matrimonio:
«…el marido tiene autoridad sobre su esposa dentro de los límites de la Palabra de Dios y hace cumplir esa autoridad, si es necesario, a través de la disciplina, incluyendo pero no limitado a azotainas. Él [marido] usa su autoridad para mantener la paz y el orden en su casa, proteger su matrimonio y ayudar a su mujer a madurar en su caminar cristiano.»
El grupo de Disciplina Doméstica Cristiana recomienda varios trucos y consejos para pegarle a la mujer, con el objetivo de que «la cabeza de la familia tome las medidas necesarias para lograr una relación sana y dinámica».
El movimiento Disciplina Doméstica Cristiana –DDC– alienta y enseña a pegarle las esposas a través de un documento de 54 páginas donde se establecen diferentes principios y prácticas básicas para poder golpear.
Entre los consejos que dan para que los seguidores del movimiento Disciplina Doméstica Cristiana golpeen a sus mujeres, proponen el cepillo de pelo, ya que «es excelente para lograr la picadura deseada, pero se puede romper fácilmente«, dice una de las recomendaciones. Otra opción según el manual es la raqueta de tenis, ya que se trata de un elemento silencioso y estable pero no puede ’chuzar’ lo suficiente como para hacer llegar el mensaje de advertencia.
Estos son algunos de los trucos y consejos que se encuentran detallados en el libro Christian Domestic Discipline, un «paquete para principiantes» de la disciplina doméstica, un documento de 54 páginas que establece los principios y prácticas básicos de la DDC.
Los creadores del sistema describen el movimiento como la «práctica entre dos cónyuges en donde la cabeza de familia toma las medidas necesarias para lograr una relación sana y dinámica, así como para crear un hogar con un ambiente sano y para proteger a todos los miembros de la familia de resultados peligrosos o perjudiciales castigando los comportamientos no deseados para el bien de la familia«.
El blog beginningdd.com publica artículos con títulos como «Consolando después del castigo«, donde literalmente se dice: «Es importante que el consuelo tenga lugar después de todos los castigos, no sólo los azotes. Incluso algo tan simple como un abrazo y un beso una y otra vez en algún rincón, durante los momentos de dormitorio, unas líneas de escritura, cartas de disculpa, etc puede ayudar a la pareja para volver a conectar y fortalecer ese vínculo emocional entre ambos«.
La DDC se posiciona como un estilo de vida en el que se utilizan castigos -pérdida de privilegios, tiempos de aislamiento, etc.- para mantener una casa cristiana en orden, de acuerdo con christiandomesticdiscipline.com. «El hombre es dominante y la mujer es sumisa, como se detalla en la Biblia”, explica la página web.
Lo único que puedo comentar ante esta noticia es que cuando la lacra social de la violencia machista empieza a ser perseguida en el mundo civilizado, de pronto resurge nuevamente la religión como pretexto y justificación de estos execrables delitos.