Brasil, a contramano de Europa: baja impuestos para alentar el consumo.
El ministro de Economía, Guido Mantega, apostó por la heterodoxia fiscal. Anunció la reducción del tributo al crédito y a la compra de electrodomésticos.
Brasil decidió adoptar una serie de medidas para resguardar a su
economía de una posible crisis global, lo que incluye rebajas de
impuestos e iniciativas para reducir el costo del financiamiento, dijo
el jueves el ministro Mantega.
La economía más grande de América Latina reacciona así ante las primeras señales de desaceleración.
Entre las acciones, se destaca la reducción del IPI (Impuesto sobre Productos Industrializados) sobre los llamados productos de línea blanca, como heladeras o lavarropas.
Para una heladera, la tasa pasó de 15% a 5%; para los lavarropas, de 20% a 10% y en otros casos cayó a 0 por ciento.
El Gobierno también prorrogó, por un año más, la tasa 0 de la alícuota sobre los productos panificados, que el 31 de diciembre iba a pasar a 9,25 por ciento.
Asimismo, fue reducido el Impuesto sobre las Operaciones Financieras de 3% a 2,5%, que se paga a la hora de sacar un crédito.