Silvio Andrei, un sacerdote de 40 años, fue detenido en el estado de Paraná, en el sur de Brasil, cuando conducía su auto desnudo y en estado de embriaguez. La policía brasileña lo acusó además de acosar sexualmente a un niño que se encontraba en la ruta y luego lo encerró en el Centro de Detención y Resocialización (CDR) de Londrina. El religioso es muy conocido en la zona porque tiene un programa de televisión semanal.

El Jornal do Londrina, informó que el investigador Arnaldo Silva dijo que el sacerdote que llevaba una botella de ‘cachaza’ en el auto, les ofreció hacerles sexo oral a los agentes policiales y después intentó darles dinero para que lo dejaran marcharse.

Según los policías, el sacerdote estaba dentro de un auto, desnudo y con señales de embriaguez. El religioso, según las mismas fuentes, dijo que estaba desnudo y con señales de embriaguez. Además de acusarlo de intentar seducir sexualmente a un niño, la policía dijo que también intentó sobornar a sus agentes.

El abogado de Silvio Andrei negó las acusaciones y dijo que su cliente se encontraba confundido porque mezcló remedios antidepresivos con vino en una fiesta de casamiento que acababa de celebrar.

En cuanto a su estado de desnudez, el abogado José Adalberto Cunha sostuvo que se sacó la ropa luego de haberse vomitado encima y mancharla. La ropa fue encontrada en el asiento posterior del Fiat Idea que manejaba el cura.

El padre Silvio es el responsable de la Parroquia Nuestra Señora Reina de los Apóstoles, en la región de Ipiranga, en la zona sur de San Pablo. También presenta un programa de televisión en la cadena TV Canção Nova de São Paulo. El abogado pedirá este lunes la eximición de presión del religioso acusado de acto obsceno, corrupción activa y embriaguez al volante. Antes de la detención, la Policía Militar recibió una denuncia de un niño que dijo haber sido acosado por el sacerdote.

El padre Silvio Andrei está detenido en una celda individual en el Centro de Detenção e Ressocialização (CDR) de Londrina, cuyo Raul Leão Vidal, el sacerdote está impactado por lo ocurrido. «Parece que aún no le cayó la ‘ficha’, está desanimado, pero tomó el desayuno. Conversé con él pero no entré en detalles sobre el delito en sí. Apenas verifiqué el estado de salud y sicológico», dijo el funcionario.

Esta mañana se le realizó un estado criminológico de rutina y recibió la visita del superior de la Congregación de los Palotinos de San Pablo, padre Julio Akamine, y luego informó al CDR que no quiere recibir más visita.

O padre Antonio Aparecido Pereira, declaró que la Arquidiócesis de San Pablo «está perpleja». Dijo que la Arquidiócesis que preside el cardenal Silvio Scherer no se pronunciará hasta la aclaración de los hechos.

«Antes de emitir cualquier posición vamos a levantar todas las informaciones sobre el caso. En tanto, el sacerdote debe responder primero a la Congregación de los Palotino y, si hubo algún crimen, su abogado es la persona responsable», dijo Pereira, según el diario de Londrina.

Al ser abordado por la policía, el religioso se presentó como profesor de la Universidad Estadual de Londrina (UEL). «Después dijo que era sacerdotes en el Estado de San Pablo. En ese momento no lo reconocí. Solamente cuando estaba haciendo el relatorio policial descubrimos que se trataba del padre Silvio Andrei», contó.