Según datos del Instituto de Política Familiar (IPF) de España, cada 4,1 minutos un matrimonio se termina en ese país, lo cual supone 350 rupturas diarias y 31.571 en total en el primer trimestre de 2011.
No obstante, las cifras son ligeramente inferiores en relación a las registradas en el mismo período de 2012. Este año ha habido 29.338 divorcios, 2.192 separaciones y 41 anulaciones en el primer trimestre, en total 1.338 rupturas menos que en el mismo tramo del pasado año.
La región con más rupturas (6.149) ha sido Andalucía, seguida por Cataluña (5.851), Madrid (4.005) y Valencia (3.676), mientras que La Rioja, Navarra y Cantabria tienen el menor número absoluto de separaciones.
La ley del divorcio exprés ha traído, además del aumento en la ruptura familiar, el aumento de la conflictividad en las rupturas (ya supera el 40 por ciento), así como que en su inmensa mayoría se transformen en divorcios (93 por ciento), según lo señalado en el informe de IPF.
Eduardo Hertfelder, presidente del instituto, opina que “los datos sobre rupturas matrimoniales del primer trimestre presentan y confirman un panorama desolador para los matrimonios. Trimestre tras trimestre, las rupturas en España siguen aumentando sin que las administraciones hagan nada para evitarlo o, al menos, amortiguarlo”.
Hertfelder apuntó a la crisis económica y al menor número de matrimonios que se vienen registrando en los últimos años (216.000 matrimonios anuales en el 2004 contra 196.000 en 2008) como las principales causas de esta ralentización en el incremento de las rupturas matrimoniales.