¿Hay en Estados Unidos un cansancio de la guerra?
Estados Unidos está actualmente involucrado en tres guerras en Medio Oriente –en Afganistán, Irak y ahora Libia. Estados Unidos tiene bases por todo el mundo, en más de 150 países. En la actualidad mantiene tensas relaciones con Corea del Norte e Irán, y nunca ha descartado la acción militar.
Cuando comenzó en 2002, la guerra en Afganistán tuvo un fortísimo apoyo de la opinión pública estadunidense, y de hecho un gran respaldo en otros países. La guerra en Irak tuvo casi tanto respaldo de la opinión pública estadunidense cuando comenzó en 2003, pero mucho menos apoyo en otros países. Ahora Estados Unidos está a medio camino en Libia. Menos de la mitad del público estadunidense respalda las acciones, y hay mucha oposición en el resto del mundo.
Las encuestas más recientes en Estados Unidos muestran oposición no sólo a la operación en Libia sino también a permanecer en Afganistán. Los encuestadores están hablando de un cansancio de la guerra, como es entendible que lo haya, debido a que es difícil argumentar que Estados Unidos haya salido victorioso de cualquiera de estos conflictos.
El conflicto en Libia va directo a ser un atolladero prolongado. En Afganistán, todo el mundo está intentando encontrar una solución política, que tendría que implicar que los talibanes se sumen al gobierno, y tal vez que, aun en el corto plazo, accedan al poder en pleno. En Irak, Estados Unidos tiene programado retirar sus tropas para el 31 de diciembre. Ha ofrecido mantener 20 mil efectivos por más tiempo, siempre y cuando el gobierno iraquí lo solicite, y lo solicite muy pronto. El primer ministro iraquí Nuri Maliki podría caer en esta tentación pero los sadristas le han dicho que si lo hace le retirarán su apoyo y su gobierno caerá.
Lo más interesante, sin embargo, es lo que es probable que ocurra el próximo año en la política interna estadunidense, conforme se mueve hacia las elecciones presidenciales. Desde 1945, el Partido Republicano ha hecho campaña como el partido que respalda con fuerza a los militares y ha acusado al Partido Demócrata de ser blando. Los demócratas siempre han reaccionado buscando probar que no son blandos, y en la práctica no ha habido mucha diferencia en las políticas reales que han emprendido, sea cual sea el partido que tenga la presidencia. De hecho, las guerras más grandes (Corea y Vietnam) empezaron en el mandato de presidentes demócratas.
El Partido Demócrata siempre ha tenido a un grupo, considerado su ala izquierda, que ha sido crítico hacia estas guerras, y este grupo continúa existiendo y protestando. Pero, entre los políticos electos, estos demócratas siempre han sido una minoría, que es ignorada enormemente.
El Partido Republicano estaba más unido en torno a un programa de respaldo constante a los militares y a las guerras. Fueron raros los políticos republicanos que tuvieran un punto de vista diferente. Éstos surgieron del ala libertaria del partido, y la persona más notable que encarna este punto de vista es el representante Ron Paul, de Texas. Él ha sido también uno de los pocos políticos que pensó que era mala idea eso de tener un respaldo ilimitado de Estados Unidos a Israel.
Fuente: Jornada