El año 2009 nueve está a minutos para pasar a formar parte del pasado de la humanidad. Nuestras vidas se preparan a un tiempo nuevo que, como tal promete una serie de sucesos en los que ponemos muchas expectativas. De éstas últimas nace una sed interna en cada ser humano de conocer que le deparará el futuro escondido en el período llamado 2010. Ante todo esto aparecen distintos tipos de predicciones que pretendiendo satisfacer aquella sed, en verdad, generan diversas ilusiones que como tales se convierten en vanidades que secuestran una vez más el Propósito Eterno de Dios para el hombre.
Nuestros computadores se comenzarán a llenar de distintos archivos provenientes de tantos supuestos profetas que pululan por estas fechas con predicciones astrológicas baratas a las que llaman “profecía para el 2010”. Sabiendo de esto, el Espíritu Santo me llevó a encontrarme en la red con este video en el que, desde las obviedades actuales del sistema, en vez de predicciones se generan previsiones a fin de poder estar preparados y enteramente firmes en nuestra confianza para los eventos que tenemos por delante.
Los hijos de Dios debemos estar alistados en oración teniendo en cuenta cada uno de estos lineamientos compartidos. Desde este espíritu de Comunión celestial tendremos que dejarnos instruir en el desarrollo de estrategias que nos permitan salir a salvo de toda la red que ha tejido el sistema y con la cual atrapará astutamente a tantos.
Nuestros computadores se comenzarán a llenar de distintos archivos provenientes de tantos supuestos profetas que pululan por estas fechas con predicciones astrológicas baratas a las que llaman “profecía para el 2010”. Sabiendo de esto, el Espíritu Santo me llevó a encontrarme en la red con este video en el que, desde las obviedades actuales del sistema, en vez de predicciones se generan previsiones a fin de poder estar preparados y enteramente firmes en nuestra confianza para los eventos que tenemos por delante.
Los hijos de Dios debemos estar alistados en oración teniendo en cuenta cada uno de estos lineamientos compartidos. Desde este espíritu de Comunión celestial tendremos que dejarnos instruir en el desarrollo de estrategias que nos permitan salir a salvo de toda la red que ha tejido el sistema y con la cual atrapará astutamente a tantos.