La organización Amnistía Internacional (AI) presentó un informe sobre la aplicación de la pena de muerte en el mundo y reveló que el 90 por ciento de las sentencias de la pena capital se ejecutan en Estados Unidos, China, Irán, Irak y Arabia Saudita.
La pena de muerte se sigue aplicando de manera irregular en cinco países del mundo.
En un comunicado con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte, AI advirtió que más de 20.000 personas se encuentran actualmente en el corredor de la muerte en 58 países, pese a que cada vez son más los estados que abandonan este castigo.
En la actualidad, más de 140 naciones, dos tercios de los países del mundo, dejaron de lado ese tipo de castigo y cada año esta cifra va en aumento, según indicó la organización, informó la agencia de noticias Europa Press.
Los países que están a favor de la pena de muerte se redujeron en más de un tercio si se compara con la cifra de hace diez años. Por aquel entonces, 31 países cometían ejecuciones frente a los 23 de 2010 y a los 20 de este año.
China llevó a cabo miles de ejecuciones cada año, aunque no hay datos concretos porque la información relacionada con la pena de muerte en este país se considera secreto de Estado.
Irán, donde está permitido ejecutar a menores, realizó por lo menos 182 ejecuciones oficiales hasta setiembre pasado y se sospecha de otras cien no confirmadas.
Asimismo, Irak ejecutó a casi un centenar de personas, muchas de ellas después de procedimientos judiciales irregulares y tras confesiones obtenidas bajo tortura.
Estados Unidos junta, por el momento, un total de 30 y es el único país del continente americano que continúa realizando esta práctica. Arabia Saudita ejecutó en 2011 por lo menos a 82 personas, tres veces más que el año anterior.
Distribución geográfica de la pena de muerte
A fines de 2012 se examinará y se someterá a votación en la Asamblea General de la ONU una cuarta resolución sobre la moratoria del uso de la pena de muerte como un nuevo paso en el camino hacia su abolición.
Las anteriores datan de 2007, 2008 y 2010, en las que diferentes organismos y conferencias regionales pidieron, sin suerte, la abolición de la pena de muerte en todo el mundo.
Como ejemplo, AI pide que se conmute la pena de Siti Zainab Binti Duhri Rupa, ciudadana indonesia condenada a muerte en Arabia Saudita en 2000 tras un juicio irregular.
La mujer fue detenida por el presunto homicidio de la persona para la que trabajaba y durante el interrogatorio «confesó» el hecho –las personas acusadas de algún delito «pueden ser declaradas culpables sin más pruebas que confesiones obtenidas mediante coacción o engaño»–, según el comunicado.
(FIN) Agencias/JCP
GRM