Por Rabino Nico Reck
Una vez el Baal Shem se detuvo en el umbral de una Casa de Oración y se negó a entrar.
“No puedo entrar” -dijo-. “Está llena de enseñanzas y de preceptos desde el suelo hasta el techo y de pared a pared. ¿Cómo puede haber lugar para mí?”
Y cuando vio que aquellos que lo rodeaban lo miraban sin comprender, añadió: “Las palabras salidas de los labios de aquellos cuya enseñanza y oración no brota de un corazón inclinado hacia el cielo no pueden elevarse, sino que llenan la casa de pared a pared y desde el suelo hasta el techo”.
En esta parashá encontramos muchas mitzvot, ¡ Setenta y cuatro (74) en total! Es la Parashá en la que aparecen más mitzvot en toda la Torah.
Muchas veces escucho que la gente dice: “De qué sirve cumplir mitzvot, ponerse los tefilín, comer kasher, decir Berajot, y después ser una mala persona (en realidad usan otras palabras)”. Tal vez alguna vez lo escucharon o lo dijeron. ‘¡No sirve de nada!’
Pero a esa frase le está faltando una aclaración: Tefilín, kashrut, brajot, entre otras, están asociadas a mitzvot prácticas, rituales. Cumplir estas mitzvot no te hace mejor o peor ser humano. Y también existen las mitzvot éticas, ¡que sí te hacen mejor o peor ser humano!
Esta Parashá está llena de mitzvot éticas, de las 74 por lo menos conté como 40.
Ejemplos:
“Dejar para los pobres lo olvidado en la cosecha” Ayuda al más necesitado entendiendo que otros no tienen nuestra dicha de comer todos los días varías comidas, de vestirse con ropas limpias y muchas veces nuevas, de tener un techo firme sobre nuestras cabezas al acostarnos por las noches.
“Pagar lo prometido tal cual ha sido prometido” Pagar a nuestro empleado en tiempo y forma como corresponde.
“Devolver lo que se ha perdido”No agarrar lo que no es de uno, así de simple.
“Permitir al jornalero comer de lo que está trabajando” Hacerse cargo de la persona que tenemos empleada, para que esta se sienta a gusto en su tarea.
“Ayudar al amigo a levantar la carga caída” Estar siempre para nuestros amigos, en las buenas y en las malas. Y si eso no pasa, quizá no deberíamos llamar a algunos “amigos”.
Podemos aprender mucho de esta parashá que nos trae una dimensión ética de la vida para que la llevemos a la práctica.
Unamos mitzvot éticas y mitzvot rituales. No es unas u otras, son las dos juntas.
¡Sumemos, no dividamos!
Shabat Shalom Umeboraj
Rabino Nico Reck