«Al día de hoy, la financiación del llamamiento de urgencia 459,7 millones de dólares efectuado por la ONU ha alcanzado el 35 por ciento de esa cantidad, y poco a poco va avanzando, con promesas y otros compromisos», señaló Byrs, en conferencia de prensa.
Las aguas siguen creciendo en las provincias del sur del país, como Sinsh y Balochistán, lo que hace temer que se acumulen nuevas necesidades.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), por su parte, expuso que una de las principales dificultades con que se topan es el acceso a las personas afectadas.
«Hasta ayer hemos podido entregar raciones de comida para un mes a 840.000 personas, y esperamos que hoy alcancemos al millón de afectados», dijo la portavoz Emilia Casella.
«Tres helicópteros de carga adicionales se van a sumar a los que ya están funcionando, hasta llegar a un total de 13», dijo, pero indicó que en muchas zonas el acceso es tan difícil que «estamos empleando burros para hacer llegar la comida a los damnificados».
También expresó su gran preocupación el portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, quien dijo que la situación «continúa empeorando ya que los ríos inundados fluyen hacia el sur provocando nuevas evacuaciones masivas de personas».
De los 15,4 millones de afectados directa o indirectamente, aproximadamente la mitad son niños, recordó el portavoz de Unicef Marcos Jiménez.
Todas las agencias de la ONU pidieron a los países donantes que aceleren el cumplimiento de sus compromisos financieros.
Por su parte, el embajador de Pakistán ante la ONU en Ginebra, Zamir Akram, dijo hoy que la comunidad internacional debe confiar en la «transparencia» con la que el Gobierno paquistaní está gestionando la ayuda humanitaria, ante las críticas de que los fondos puedan acabar en manos de talibanes u otros grupos radicales.
«Este tipo de críticas -agregó- distraen la atención de lo que verdaderamente importa, que es que la ayuda llegue a la población afectada».
Akram secundó la opinión de Byrs de que la ayuda recibida -que de momento alcanza el 35 por ciento de la cantidad demandada por la ONU- va en aumento y consideró que la conciencia mundial sobre la tragedia que asuela al país asiático «está creciendo».