Pakistán

Calabozo Religión: Niña miró a un joven y recibió ácido por parte de su madre

Una niña de 14 años murió en la aldea de Saidpur Bela, en el norte de Pakistán, tras ser atacada con ácido por sus padres a causa de las sospechas de que su hija tenía relaciones con otro joven del lugar, informó una fuente policial.

La joven Anusha fue asesinada por sus padres por el crimen de mirar a un muchacho en una motocicleta. Las creencias conservadoras de su familia la condenaron a la muerte, según declaraciones de la propia madre: «era su destino morir así». 
El crimen fue faltar al honor de su familia al solo ver a un hombre. Este acto es considerado por sus padres como un pecado que avergüenza a la familia. 
Anusha fue atacada primeramente por su padre quien le propicio innumerables y salvajes golpes. Luego la agresión la continuó su madre como ya se explico, echándole ácido. La joven pidió perdón a su madre diciéndole que ya no lo volvería hacer pero ya era demasiado tarde el ácido ya le había quemado el 70 % de su cuerpo. 
Su familia la dejo sufrir además 2 días en agonía en su casa no llevándola al hospital. Todo salió a la luz gracias a la hermana mayor de Anusha quien denuncio a sus propios padres poco antes del entierro de su hermana. Al parecer la hermana mayor había «deshonrado» a sus padres marchándose de la casa con un hombre esto los puso paranoicos y a su segunda hija Anusha por solo mirar a un joven la mataron.



CRÍMENES “DE HONOR”

Los llamados “crímenes de honor” son habituales en Pakistán y, según datos de la Comisión de Derechos Humanos del país asiático, 943 mujeres perdieron la vida el año pasado en agresiones de este tipo.
Esos crímenes se cometen cuando una familia, normalmente en las áreas rurales, cree que su honor ha sido mancillado por la actitud de una mujer, ya sea porque rechaza un matrimonio o porque se relaciona con alguien sin la aprobación familiar.
Muchas de las agresiones se realizan lanzando ácido a la cara de las mujeres.
El caso de Anusha se produjo en la Cachemira bajo jurisdicción paquistaní, donde los crímenes con ácido no son tan habituales como en las provincias del Punyab (este) y el Sindh (sur), que aglutinan la mayoría de este tipo de crímenes.
Según datos de una asociación de supervivientes de ataques con ácido citados hace unas semanas por el rotativo The News, en 2012 se han registrado ya más de 80 ataques de esta índole a pesar de que la ley fue endurecida a finales del año pasado.
Tras el cambio legislativo, los agresores se exponen a una pena mínima de 14 años que puede llegar hasta la cadena perpetua, aunque muchos casos quedan sin resolver y los culpables escapan de la acción de la justicia.

EEUU y Pakistán se adentran en zona de peligro

 
Asia Times Online
 
El ataque aéreo que la OTAN perpetró el viernes por la noche contra el
puesto militar pakistaní en Salala, perteneciente a la agencia
territorial Mohmand, situada en la frontera afgano-pakistaní, está
destinado a convertirse en un hito destacado en la crónica de la guerra
afgana. 
 
A las pocas horas del incidente, las relaciones de Pakistán
con EEUU empezaron a caer en picado y así continúan. La OTAN violó todas
las líneas rojas.
Lo que resulta absolutamente impactante en el
comunicado emitido por el Comité de Defensa del Gabinete pakistaní
(CDGP), que se reunió el sábado en Islamabad bajo la presidencia del
primer ministro Yusuf Gilani, es que no se molestaron siquiera en pedir
una investigación de EEUU o la OTAN sobre el ataque aéreo que acabó con
la vida de 28 soldados pakistaníes.
Sigue siendo un misterio que
fue lo que sucedió en la fatídica noche del viernes, si es que la OTAN
cometió un error garrafal en un acto venganza ciego (o preventivo) o se
aventuró en una calculada acción gravemente provocadora. Quizá no
importe ya saber qué paso al haberse derramado la sangre y perdido la
inocencia, que se ha convertido en la principal cuestión.
De
todas formas, el CDGP procedió a actuar considerando sencillamente que
se había tratado de un ataque aéreo calculado y en modo alguno de un
suceso accidental. De nuevo, el comunicado del CDGP implica que, en la
valoración del ejército pakistaní, el ataque de la OTAN emanó de una
decisión estadounidense. Pakistán presentó una firme protesta ante los
cuarteles de la OTAN en Bruselas pero solo a nivel de “dejar constancia
en el registro”, mientras que la parte “operativa” se dirigió hacia
Washington.
En la sede del ejército pakistaní en Rawalpindi (GHQ)
se llevó a cabo una evaluación de los hechos a escasas horas del
incidente de Salala del que EEUU es directamente culpable. Obviamente,
el GHQ asesoró como corresponde al CDGP, recomendando el conjunto de
medidas que Pakistán debería adoptar a través de lo que su jefe de
estado mayor, el General Ashfaq Parvez Kiani, denominó públicamente como
“respuesta eficaz”.
El CDGP adoptó las siguientes decisiones: a)
cerrar las rutas de tránsito de la OTAN por todo el territorio
pakistaní con efecto inmediato; b) pedir a EEUU que se fuera de la base
aérea de Shamsi en el plazo de 15 días; c) “retomar y emprender una
revisión completa” de todos los “programas, actividades y acuerdos de
cooperación” con EEUU, la OTAN y la Fuerza de Internacional de
Asistencia a la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés), incluidas
las áreas “diplomáticas, políticas y de inteligencia”; d) anunciar en
breve un amplio conjunto de nuevas medidas respecto a la futura
cooperación de Pakistán con EEUU, la OTAN y la ISAF.
Se acabaron los eufemismos
La
respuesta estuvo a punto de poner fin a la participación pakistaní en
la guerra que EEUU capitanea en Afganistán (que, por cierto, es también
la demanda del político pakistaní Imran Khan, considerado muy cercano a
los círculos militares pakistaníes). Sin embargo, a todos los efectos,
Pakistán está al borde de llegar a esa decisión.
Puede que el
cierre de las rutas de tránsito de EEUU y la OTAN a través del
territorio pakistaní no afecte de inmediato a las fuerzas de la
coalición en Afganistán, ya que han acumulado reservas que podrían durar
varias semanas. Pero el agotamiento de tales reservas podría causar
gran ansiedad si el embargo pakistaní se prolonga, lo cual no debe
descartarse.
Por tanto, la medida pakistaní va a afectar a las
operaciones de la OTAN en Afganistán, ya que alrededor de la mitad de
los suministros para las tropas de EEUU y la OTAN llegan a través del
territorio pakistaní. Para EEUU y la OTAN, otra alternativa sería
empezar a utilizar más las rutas de tránsito de la Red Norte de
Distribución (RND). Pero que EEUU y la OTAN pasen ahora a depender de la
RND tiene un precio político: que Rusia esté dispuesta a cooperar.
Moscú
está nervioso a causa de las políticas regionales de EEUU. La
intervención de la OTAN en Libia creó fricciones, que profundizaron la
angustia rusa ante la percibida falta de seriedad de EEUU a la hora de
considerarles sus iguales, socios importantes o “asociación selectiva”.
Además,
hay otras cuestiones específicas que agitan a Moscú: el empujón
estadounidense al “cambio de régimen” en Siria; la aparición de EEUU y
la OTAN en la región del Mar Negro; el continuado despliegue del sistema
de defensa antimisiles de EEUU y la ampliación en el tiempo y en el
espacio de las bases militares estadounidenses en Afganistán. Además,
Moscú ha empezado ya a cerrar filas ante la iniciativa de la “Nueva Ruta
de la Seda” de EEUU y su ofensiva por Asia Central.
El futuro
del reajuste entre EEUU y Rusia sigue siendo incierto. Washington apenas
disimula su aversión visceral ante la perspectiva del retorno de Putin
al Kremlin tras las elecciones presidenciales de marzo del próximo año.
Bravuconadas aparte, EEUU y la OTAN no deberían fanfarronear diciendo
que disponen de un as en la manga con la opción de la RND en lugar de
las rutas de tránsito pakistaní. El ejército pakistaní es también muy
consciente de todo eso.
Igualmente, el cierre de la base aérea de
Shamsi puede dañar las operaciones estadounidenses con aviones no
tripulados. Hasta ahora, Pakistán había hecho la vista gorda ante los
ataques con aviones teledirigidos, e incluso había mostrado cierta
connivencia con ellos. Shamsi, a pesar de la insistencia de EEUU en que
las operaciones con aviones no tripulados se lanzaban desde bases
afganas, tuvo seguramente un papel importante en cuanto a apoyo de
inteligencia y soporte logístico.
Al exigir que EEUU se largue de
Shamsi, posiblemente Pakistán está cambiando de posición acerca de los
ataques con aviones no tripulados; puede que esté poniendo fin a su
doble lenguaje. Pakistán está “reforzando” su defensa aérea sobre la
frontera afgano-pakistaní. Es posible que las futuras operaciones de
EEUU con aviones teledirigidos tengan que ejecutarse teniendo muy en
cuenta la posibilidad de que Pakistán las considere como violaciones de
su espacio aéreo. EEUU se mueve en un terreno resbaladizo en virtud del
derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
La respuesta persa
El
gran interrogante es cómo piensa Pakistán proseguir su cooperación con
las operaciones de EEUU y la OTAN. La opinión pública se inclina mucho
por desvincularse de la guerra dirigida por EEUU. Se espera que la
próxima semana se produzca un anuncio del gobierno pakistaní acerca del
curso de sus relaciones con EEUU, la OTAN y la ISAF. El futuro de la
guerra pende de un hilo.
A diferencia de anteriores etapas de
tensiones entre EEUU y Pakistán, Washington carece de una “mano
pakistaní” para poder enfrentar de forma constructiva sus relaciones con
Islamabad. El difunto Richard Holbrooke, ex enviado especial en AfPak,
pertenece ya a la lejana memoria y el representante especial, Marc
Grossman, no ha podido conseguir que los pakistaníes coman de su mano.
El
Almirante Mike Mullen se ha retirado como presidente de la junta de
jefes de estado mayor y es ahora un “caso quemado” enredado en
controversias con el ejército pakistaní. El director de la CIA, David
Petraeus, no es precisamente muy popular en Islamabad tras su período al
frente del Mando Central de EEUU, mientras que su predecesor como jefe
de los espías y ahora Secretario de Defensa, Leon Panetta, se mantuvo
siempre distante.
La secretaria de estado de EEUU Hillary Clinton es una política encantadora,
pero no está hecha realmente para el papel de conectar con los
generales pakistaníes a nivel operativo. Quizá pueda ofrecer una
imposición de manos una vez que se limpie, se suture y se vende la
sangrante herida. Y el presidente Barak Obama, desde luego, no se
preocupó nunca de cultivar algo de química personal con ningún líder
pakistaní, como sí hizo con el primer ministro indio Manmohan Singh. 
¿Quién
podría ser la persona indicada para cumplir ese papel en Washington? La
horrible verdad es que nadie. Es una situación espantosa para una
superpotencia con alrededor de 100.000 soldados desplegados allí, en las
abruptas montañas cercanas a Pakistán. La situación actual supone una
crisis diplomática colosal a niveles políticos, militares y de
inteligencia.
Washington confiaba en el ex embajador pakistaní
Hussein Haqqani casi como si fuera su enviado especial en Islamabad,
pero Haqqani ha sido sustituido sumariamente en extrañas circunstancias,
probablemente por las razones apuntadas. De todas formas, sigue
planteándose una cuestión intrigante: ¿Es posible que esté ocurriendo
sencillamente que a Pakistán ya no le interese dialogar más con la
administración Obama?
El quid del asunto es que la ciudadela
pakistaní ha levantado los puentes que permitían llegar hasta ella
cruzando el foso circundante infestado de cocodrilos. Como los
pakistaníes se mantengan en sus trece, Obama va a tener un problema muy
grave. Pakistán está boicoteando la Conferencia de Bonn II del 2 de
diciembre. Esta firme postura debería preocupar a EEUU más que cualquier
respuesta militar pakistaní al ataque de la OTAN.
EEUU debería
saber por la experiencia iraní que no dispone de respuesta adecuada ante
la clase de desafío estratégico que una nación poco amistosa y
dispuesta a resistir puede levantar contra un “enemigo” al que realmente
considera como “satánico”.
Los dirigentes del ejército pakistaní
son tradicionalmente cautos y no van a dar una respuesta militar a la
provocación estadounidense. (Para eso están siempre ahí los talibanes,
para seguir sangrando a las tropas de EEUU y la OTAN).
Puede que
Washington se haya equivocado realmente si la intención de la noche del
viernes era poner al ejército pakistaní al contraataque para después
golpearle con un mazo y hacer que se arrastrara de rodillas suplicando
misericordia. Las cosas no funcionan de esa forma. Pakistán se dispone a
dar una respuesta “a la persa”.
La situación regional trabaja a
favor de Pakistán. La reciente conferencia de Estambul (2 de noviembre)
puso de manifiesto que Rusia, China, Pakistán e Irán comparten una
plataforma de oposición a la prolongación de las bases de EEUU en
Afganistán en el período posterior a 2014.
El grandioso esquema
de la administración Obama de transformar el período de 89 años que hay
por delante en el “Siglo de EEUU en el Pacífico” convierte a Pakistán en
un socio inmensamente importante para China. Como mínimo, Rusia va a
apostar por impulsar la autonomía estratégica de Pakistán. Y lo mismo va
a hacer Irán.
Ninguna de estas importantes potencias regionales
quiere que EEUU despliegue su sistema de defensa antimisiles en el Hindu
Kush y Pakistán es partidario de exorcizar de la región la presencia
militar de EEUU y sus aliados. Ese es también el significado real de la
preparación de Pakistán para que se convierta en miembro de pleno
derecho de la Organización para la Cooperación de Shanghai, algo que
está al caer.

El embajador M. K. Bhadrakumar fue diplomático
de carrera del Servicio Exterior de la India. Ejerció sus funciones en
la extinta Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania,
Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía

Fuente: atimes.com

Investigan a la CIA por ataques secretos en Pakistán

El programa encubierto de aviones espía de EE.UU. en Pakistán, que ha matado desde 2004 a entre 2.292 y 2.863 personas según un estudio divulgado, está cada vez más bajo el escrutinio público en este país a causa de la muerte de civiles.
Entre 385 y 775 civiles han perdido la vida en estos bombardeos, concentrados en las áreas tribales de Pakistán, según el análisis elaborado por el Buró de Periodismo de Investigación, organización con base en el Reino Unido, y el diario paquistaní Express Tribune.
Los datos -extraídos de noticias y de investigadores que trabajan sobre el terreno- revelan que la mayoría de estos ataques
contra la red terrorista Al Qaeda y facciones talibanes han tenido
lugar durante la presidencia de Barack Obama: 239 de un total de 291.
El informe contrasta con los datos del ‘think tank’ estadounidense ‘New America Foundation’, que sitúa en entre 1.628 y 2.561 los fallecidos a causa de estos ataques con misiles.
(Con información de EFE) 
NOTA PROFÉTICA:
Esto demuestra que el premio Nobel de la Paz otorgado a Obama estaba sujeto al diseño estratégico de aquellos que pretenden trazar los destinos de la Historia Humana desde sus intereser luciferinos. Las contrataciones hechas con el dragón escarlata ha llegado ya a su fin. Los límites al obrar infame del sistema opresor que ha operado en la Tierra desde la caída en la dimensión del Edén.
 
Este es el tiempo de cumplimientos escriturales desde los cuales la humanida toda está siendo guiada por el Espíritut de la Profecía al testimonio de Jesús (Ap. 19:10).
Los santos deberán estar permanentemente orando y vigilantes a fin de tener sus cabezas levantadas para el gran día. 

Osama ha muerto: ¿qué diferencia hace esto?
Immanuel Wallerstein

Osama Bin Laden fue muerto en Abbottabad, Pakistán, el 2 de mayo de 2011, tiempo de Pakistán. Fue asesinado por fuerzas estadunidenses, conocidas como US Seals, en una operación especial ordenada por el presidente de Estados Unidos. El mundo entero sabe esto, y las reacciones a este acontecimiento han sido extremadamente diversas. ¿Pero ha cambiado algo, en algún lado, esta muerte? ¿Importa? 

La primera pregunta que la mayoría de la gente se está haciendo es si esta muerte significa la disolución de Al Qaeda. Es claro desde hace algún tiempo que Al Qaeda no es hoy una sola organización sino una franquicia. Si Osama comandaba directamente algunos grupos, eran aquellos localizados en Pakistán y Afganistán. Hay lo que podrían parecer estructuras autónomas que se llaman a sí mismas Al Qaeda en otras partes del mundo, y notablemente en Irak, Yemen y el Magreb. Tales grupos han realizado un homenaje simbólico a Osama pero toman sus propias decisiones operacionales.
Además, el poder político y de combate actual de los varios grupos parece haber declinado desde hace algún tiempo. La razón más importante para esto no es el asesinato de los líderes de Al Qaeda por Estados Unidos u otros gobiernos sino la sensación entre la mayoría de las otras fuerzas islamitas de que podrían impulsar más sus metas mediante rutas más políticas. El asesinato de Osama puede inspirar algunos intentos inmediatos de Al Qaeda de vengarse, pero no es probable que esto frene mucho la creciente irrelevancia de Al Qaeda en el escenario mundial.
¿Acaso la muerte de Osama cambiará la situación en Pakistán o Afganistán? El gobierno de Pakistán ya se sentía inseguro desde antes de esto. Ahora se refunfuña en público tanto en Pakistán y Estados Unidos por lo que pudo haber sabido el gobierno paquistaní y cuándo lo supo. La línea oficial del gobierno paquistaní es que durante siete años no supo nada de que Osama estuviera situado en una villa aledaña a su principal academia militar. Y también alega que no supo nada previamente al ataque estadunidense y considera que fue una infracción ilegitima de la soberanía paquistaní.
Ninguno de estos argumentos es plausible. Por supuesto que sabía dónde vivía Osama, o por lo menos algunos funcionarios paquistaníes lo sabían. ¿Cómo podrían no haberlo sabido? Y por supuesto el gobierno estadunidense sabía que Pakistán sabía y no lo decía. Todo esto fue parte de la difícil y ambigua relación entre los dos aliados durante por lo menos los últimos 10 años. ¿Cambiará la muerte de Osama algo de esto? Lo dudo. La alianza continúa siendo mutuamente necesaria.
Y en cuanto a que si los paquistaníes fueron informados del ataque estadunidense que estaba por emprenderse, depende de cuáles paquistaníes hablamos. Es claro que Estados Unidos quería mantener el ataque en secreto para cualquiera que, en Pakistán, pudiera haber interferido o alertado a Osama. ¿Pero nadie sabía? Tenemos dos piezas de información contraria que han salido a la luz. The Guardian publicó un artículo después de la muerte de Osama donde se informó, sobre la base de conversaciones entre funcionarios estadunidenses y paquistaníes, de que el anterior presidente de Pakistán, Musharraf, hizo un acuerdo con el presidente George W. Bush en 2001, en el que Musharraf accedió por adelantado a algún ataque unilateral estadunidense sobre Osama donde quiera que lo localizaran, con la previsión de que los paquistaníes lo denunciaran públicamente después de sucedido. Musharraf ahora lo niega, ¿pero quién le cree?
Hay una pieza de evidencia todavía más persuasiva. Xinhua, la agencia oficial de noticias china, publicó un reportaje el mismo día de la muerte de Osama que, citando testigos presenciales, narraba que se cortó la luz durante la operación –de hecho dos horas antes de que ocurriera el ataque–, lo que únicamente pudo haberlo hecho alguna dependencia paquistaní que sabía que el ataque estaba por ocurrir. Los chinos tienen en Pakistán una inteligencia interna por lo menos tan buena como Estados Unidos. Así que parece probable que, mientras algunas agencias paquistaníes estuvieron a oscuras, otras se coordinaron con Estados Unidos.
En la punta estadunidense, algunos miembros del Congreso se agitan por el hecho de que los paquistaníes debieron saber que Osama vivía en Abbottabad y quieren por lo tanto cortar o reducir la asistencia financiera y militar a Pakistán. Pero es claro que esto va contra el mantenimiento de alguna influencia estadunidense en Pakistán, y es poco probable que se haga algún cambio real en las relaciones actuales.
Y en cuanto a Afganistán, es claro que, por algún tiempo, los talibanes han estado guardando su distancia de Al Qaeda y Osama, con el fin de perseguir su propio retorno al poder. La muerte de Osama tan sólo puede reforzar su posición dentro de Afganistán, y acelera el proceso por el cual Estados Unidos es empujado hacia fuera, algo que hará muy felices a los militares estadunidenses. Algunos en Estados Unidos dirán que esta victoria les permite hacer los arreglos políticos necesarios con los talibanes. Y algunos de los que se opusieron desde el principio a la intervención estadunidense dirán que esto prueba que no hay ya una amenaza plausible que justifique la continuada presencia estadunidense ahí. Que este escenario es posible puede verse en el grito angustioso que surge de los elementos no pashtunes en el norte de Afganistán de que no se saque conclusión alguna.
¿Acaso el asesinato de Osama hace por lo menos alguna diferencia en Estados Unidos? Bueno, sí hace diferencia. El presidente Obama asumió grandes riesgos políticos al conducir esta operación, especialmente por conducirla utilizando una fuerza Seals en lugar de bombardear la residencia. Si hubiera salido mal en alguna forma, esto lo habría hundido políticamente. Pero no salió mal. Y así se ha deshecho todos los argumentos republicanos de que es un líder débil, especialmente en asuntos militares. Esto sin duda lo ayudará en las elecciones venideras. Pero de nuevo los comentaristas han apuntado que esto lo ayudará tan sólo un poco. La economía sigue siendo el gran asunto interno de la política estadunidense. Y la relección de Obama y las perspectivas demócratas en las elecciones para el Congreso se verán afectadas sobre todo por asuntos de bolsillo en 2012.
Así, ¿qué diferencia hace la muerte de Osama? No demasiada.

Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein
Fuente: La Jornada

Más acerca de las «contrataciones» de la Bestia…

El pacto secreto que selló el destino de Osama Bin Laden

Un acuerdo secreto entre Estados Unidos y Pakistán autorizaba desde finales de 2001 a las fuerzas militares estadounidenses a realizar operaciones unilaterales en territorio paquistaní como la que acabó con la vida del líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, informó el diario británico The Guardian.
Según altos cargos y antiguos responsables de los gobiernos estadounidense y paquistaní, el acuerdo fue adoptado a finales de 2001 por los presidentes de ambos países, George W. Bush y el general Pervez Musharraf, después de que Bin Laden consiguiera escapar de las fuerzas norteamericanas en los montañas de Tora Bora, en Afganistán.
Gracias a este pacto, las fuerzas militares norteamericanas podían llevar a cabo operaciones militares sin previo aviso en Pakistán para capturar a Bin Laden o a las otras cabezas de Al Qaeda, como Ayman al Zawahiri. Tras la operación, según acordaron ambos países, Pakistán protestaría airadamente por la incursión en su territorio, como ocurrió efectivamente luego de la muerte de Bin Laden.
«Había un acuerdo entre Bush y Musharraf basado en que si supiéramos dónde estaba Osama, iríamos y le capturaríamos«, explicó un veterano ex alto cargo de la administración estadounidense con conocimientos en operaciones antiterroristas.
«En lo que se refiere a los estadounidenses, sólo pusieron en práctica el acuerdo«, afirmó la fuente paquistaní del Guardian. Este acuerdo secreto añade un nuevo matiz a la polémica política originada por la operación de las fuerzas estadounidenses.
Las autoridades paquistaníes insistieron en que no sabían nada sobre el asalto de las fuerzas y criticaron duramente a Estados Unidos por la operación. En una comparecencia ante el Parlamento, el primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, advirtió de que si Estados Unidos vuelve a realizar una operación similar en su país, «Pakistán se reserva el derecho a responder con toda la fuerza».
En tanto, el ex presidente Musharraf, que ahora dirige un partido de oposición desde Londres, se mostró muy crítico con el asalto y lo definió como «una violación» de la soberanía paquistaní.

¡Esto fue profetizado y nadie se puso en la brecha!

Al Qaeda insta a la rebelión en Pakistán

El número dos de la red terrorista Al Qaeda, Ayman Al Zawahri, difundió ayer una grabación de audio en la que acusa al gobierno paquistaní de responder con lentitud ante las graves inundaciones que afectan al país, y hace un llamado a los paquistaníes para que se rebelen.

Al Zawahri, supuestamente escondido en las montañas ubicadas a lo largo de la frontera afgano-paquistaní, habló durante los 44 minutos de la grabación, que parece deberse al noveno aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, consignó Reuters.

«La primera preocupación de la clase dirigente en el gobierno y el Ejército de Pakistán es llenar con dólares sus cuentas bancarias nacionales e internacionales, y por lo que a ellos respecta, Pakistán y su pueblo pueden irse al infierno», expresó.

Más de 1.700 personas murieron y millones más quedaron desplazadas por las inundaciones, que comenzaron hace seis semanas y causaron daños valorados en unos 43.000 millones de dólares.

Recomiendo a los visitantes de esta bitácora que estén interesados en las pautas proféticas sobre Asia y especialmente Pakistán que se remitan a: Guerra Climatica _ Pakistán (hagan CLICK en el enlace).

¡HIJOS DE ABBA COMIENCEN A CLAMAR EN LA BRECHA CONTRA LAS TINIEBLAS!

El líder talibán pakistaní anuncia que ‘muy pronto’ atacarán en EEUU y Europa.

 

Un grupo talibán en Pakistán amenazó el viernes con lanzar ataques «muy pronto» en Estados Unidos y en Europa y desestimó una medida de Washington de agregarlo a su lista negra de terroristas.
Estados Unidos dijo el miércoles que había agregado al grupo Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), o también conocido como Movimiento Talibán de Pakistán, a su lista de organizaciones terroristas internacionales.
«El que Estados Unidos colocara al TTP como una organización terrorista es una señal de que ellos les dan susto. Esto muestra que Estados Unidos y sus aliados están atemorizados con nosotros«, dijo Qari Hussain Mehsud, un importante líder del TTP, en declaraciones a Reuters desde un lugar desconocido.

¡LOS JUICIOS ACTIVOS AL 100% EN ESTA NACIÓN!

Nuevas inundaciones agravan situación en Pakistán

Varias aldeas se inundaron en la provincia paquistaní de Sindh, en la que se teme que una ciudad, situada cerca del río Indo, quede completamente anegada por el agua       

SLAMABAD, Pakistán, ago. 28, 2010.- Las autoridades paquistaníes continuaron este sábado con las tareas de evacuación de la población en el sur, donde las nuevas inundaciones agravan la situación de un país en el que la violencia terrorista reaparece a pesar de la crisis.
Varias aldeas se inundaron en las últimas horas en la provincia sudoriental de Sindh, en la que se teme que una ciudad, situada cerca de la desembocadura del río Indo, quede completamente anegada por las aguas, explicó a Efe una fuente oficial.
«La presa de Kotri está soportando un enorme caudal en estos momentos. En las últimas horas se han inundado cuatro o cinco aldeas», detalló un portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres.
De acuerdo a esta versión, la ciudad de Thatta, encuadrada en el delta del río, corre grave peligro porque los muros de contención preparados para frenar la embestida de las aguas «no son suficientemente resistentes» y podrían ceder.
La ONU aseguró en un comunicado que «el agua se mueve rápido hacia Thatta» tras haberse registrado «brechas» en infraestructuras protectoras, que han permitido que se inunde una carretera nacional.
El 80 por ciento de los habitantes de la localidad ya han abandonado sus hogares para ubicarse en zonas más seguras, mientras que las autoridades se esfuerzan en evacuar al resto de la población, según la fuente oficial consultada por Efe.
Con las inundaciones afectando ahora especialmente a la provincia de Sindh y sus efectos presentes ya casi a las puertas del mar Arábigo, las aguas han causado estragos en todo Pakistán en su lento avance de norte a sur desde finales de julio.
«La ineptitud del Gobierno para responder en esta crisis es palmaria. Es evidente por su ausencia y fallo total para abordar una situación que, al menos en las partes bajas de Sindh, estaba marcada en las cartas desde hace tiempo», denunció hoy en un editorial el rotativo «Dawn», el más influyente en lengua inglesa.
Las críticas se multiplican hacia la incompetencia de la administración política, mientras los organismos humanitarios tratan de revitalizar el interés de la comunidad internacional para que no caiga en el olvido una crisis que fue calificada por el secretario general de Naciones Unidas como «un tsunami a cámara lenta».
«Incluso antes de las inundaciones, más de 70 mil niños de las áreas afectadas sufrían severa malnutrición. Ahora, con la falta de comida, agua potable y medicinas, corren el riesgo de morir si no proveemos apoyo», advirtió hoy el organismo multilateral.
Con este propósito llegó a Pakistán esta mañana un avión cargado con 15 toneladas de material sanitario y un equipo médico español, compuesto por diez personas -un cirujano general, anestesistas o enfermeras- y encabezado por el responsable de ayuda humanitaria de la agencia de cooperación AECID, Pablo Yuste.
En declaraciones a Efe, Yuste observó que en la situación de emergencia actual, «los servicios médicos están desbordados por la demanda», algo que ha obligado a las autoridades paquistaníes «a sacar médicos hasta de las facultades de Medicina», por lo que la llegada de especialistas es crucial.
Los cooperantes se desplazarán mañana mismo a la ciudad de Sukkur, en Sindh, desde donde tienen previsto desempeñar sus labores humanitarias en coordinación con la ONU.
La catástrofe, que en un mes ha dejado al menos mil 639 muertos y entre 17,2 y 20 millones de damnificados, no ha evitado sin embargo que la violencia siga su curso habitual en Pakistán.
Tras un ataque a primera hora del sábado de un avión no tripulado de Estados Unidos contra un objetivo talibán en las áreas tribales fronterizas con Afganistán, la cercana ciudad noroccidental de Peshawar vivió momentos de mucha tensión.
Un grupo de insurgentes reclusos que estaban siendo interrogados en una instalación militar mantuvo un enfrentamiento con unos guardias a los que consiguió tomar como rehenes para después atrincherarse en el centro.
Pero, tras más de diez horas, la comandancia paquistaní anunció que las fuerzas de seguridad pusieron fin a esta acción.
«La situación está bajo completo control. Los dos guardias que habían sido tomados como rehenes han sido rescatados. Los terroristas se han rendido y han sido puestos bajo custodia», dijo a Efe el portavoz del Ejército, Athar Abbas.
Abbas negó que se hubiera tratado de un «ataque externo» con el objetivo de golpear al cercano consulado de Estados Unidos en la ciudad, tal y como sostuvieron otras fuentes militares previamente.
NOTA PROFÉTICA: 
El Eterno me ha revelado que Pakistán tiene que proceder al arrepentimiento en forma urgente. Los actos de corrupción realizados en ese país, especialmente las alianzas masónicas y estrategias Iluminatis pactadas entre el gobierno de ese nación y la ciudad dónde asienta la Cabeza el Dragón han llegado al máximo del hastío celestial.
¡He visto ciudades desapareciendo bajo las aguas!
Alguien de los influyentes y especialmente los millonarios de este territorio tiene que llamarse a Ayuno de Arrepentimiento en el nombre del Mesías y Creador. 
Desde este Blog estamos llamando proféticamente a esos primeros héroes a manifestarse a favor de su País antes que sea demasiado tarde.
P.A. David Nesher

Pakistán: éxodo y rescate por las inundaciones

Vean esta fotos y clamen por los pobres de Pakistán, blanco del amor de nuestro Dios.
Rueguen para que los hombres de gobierno que están en este país aliados a la Gran Hermandad caigan bajo el juicio del Eterno como sucediera con Faraón en tiempos de Moisés.

Pakistán vive el peor desastre natural de su historia, con las inundaciones del río Indo que provocaron 1.600 muertes, dejaron sin hogar a 5 millones de personas y afectaron a un total de 20 millones habitantes. Mientras el gobierno anunció que la recuperación demorará al menos tres años, cientos de miles de personas recorren las carreteras del país hacia el norte para huir de las crecidas.

Pakistán: preocupación por epidemias

El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, aseguró hoy, martes, que su Gobierno está «seriamente preocupado» por la posibilidad de que se propaguen epidemias de cólera o disentería a causa de las inundaciones. Pakistán recibe el 55% de ayuda pedida.

En un discurso sobre la situación sanitaria de Pakistán tras la catástrofe, Guilani alertó de que 3,5 millones de niños corren el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por la contaminación de las aguas y mostró su solidaridad con los afectados por causa de las inundaciones, que cifró en 20 millones, aunque la ONU los sitúa en 17.
Guilani recordó que el sistema sanitario de Pakistán ha sufrido también la devastación de las aguas y 200 centros sanitarios han sufrido daños.
Según los datos del primer ministro, 1.534 personas han muerto, 2.062 han resultado heridas y más de un millón de viviendas se han visto afectadas por las inundaciones que empezaron a finales de julio. (Con información de EFE)
 

¡ESTO NO SE VA A DETENER! ¡ASIA ESTÁ SIENDO CENTRO DE CHOQUES ESPIRITUALES!

Inundaciones en Asia: sigue la situación de emergencia en China, Corea del Norte y Pakistán

El desbordamiento del río Yalu, frontera natural que separa China y Corea del Norte, causó varios muertos y más de 70.000 evacuados en ambos países comunistas. En tanto, la ONU y las autoridades paquistaníes hicieron un llamamiento a la comunidad internacional para que dé más helicópteros para rescatar a los cientos de miles de personas que siguen bloqueadas por las aguas.
China vive su peor temporada de inundaciones desde hace doce años, con más de 3.400 muertos y desaparecidos desde que se inició la ola en mayo, con daños comparables a los producidos por las crecidas de los ríos Yangtsé y Songhua en 1998, que ocasionaron más de 4.000 muertos y 140 millones de desplazados.
Además, los muertos por el alud de tierra y barro sufrido el pasado 8 de agosto en Zhouqu, en el noroeste del país, ascendieron a 1.435 personas, pero las autoridades prohibieron la búsqueda de los 330 desaparecidos que todavía quedan por el temor a brotes de epidemia.
En Pakistán, el gobierno y la ONU reiteraron el pedido de ayuda a la comunidad internacional. «Necesitamos más capacidad aérea. Se pidió ayuda y se está discutiendo» con los países donantes, explicó un vocero de la Oficina de las Naciones Unidas para Coordinación de Asuntos Humanitarios en Pakistán, Maurizio Giuliano.
«Hay muchísimas zonas a las que sólo podemos llegar con helicóptero. Sin duda necesitamos más aparatos», dijo un vocero del Ejército paquistaní.
Las peores inundaciones de los últimos ochenta años en el territorio causaron desde finales de julio la muerte de al menos 1.539 personas y afectaron a entre 15 y 20 millones.
Fuente: TN noticias

 

Pakistán: Del desastre natural a la catástrofe social

Es posible que las inundaciones que han devastado áreas inmensas de Pakistán sean obra de la naturaleza, pero el empeoramiento de la crisis humanitaria que las ha seguido es el resultado directo del fracaso de los venales dirigentes pakistaníes y del impacto de la «guerra contra el terror» de EEUU.
 
 Por:     Snehal Shingavi
 
Según estimaciones oficiales, como consecuencia de las peores inundaciones de la historia de Pakistán, han muerto por ahora 1.600 personas y más de veinte millones se han visto obligadas a desplazarse. En algunos lugares, las lluvias han hecho que el río Indo tenga alrededor de 25 kilómetros de anchura, 25 veces más de su ancho habitual.

Las inundaciones comenzaron cuando las lluvias monzónicas atravesaron las montañas en la parte noroeste del país (llamada ahora Khyber-Pukhtunkhwa). Mientras las aguas arrasaban cientos de miles de hogares y más de 1,7 millones de acres [alrededor de 700.00 hectáreas] de tierras cultivables. Varias fueron también las grandes ciudades que quedaron sumergidas, como los casos de Naushera, Muzaffarabad y Abottabad. La gente que logró salir de las zonas arrasadas por la riada se hacina en refugios improvisados o en atestados edificios del gobierno.

Quienes escaparon de la inundación se encuentran sin acceso posible a alimentos, agua potable, saneamiento y medicinas. Todo esto exacerba infinitamente la crisis, ya que hay muchas más personas en riesgo de muerte como consecuencia de diarreas, cólera y otras enfermedades.

Conseguir ayuda en muchas de las zonas afectadas es también enormemente complicado, ya que las riadas se han llevado gran parte de la infraestructura que las agencias de ayuda humanitaria necesitan: las centrales eléctricas han quedado inundadas, las tuberías de gas arrancadas y las áreas de almacenamiento de grano prácticamente evaporadas.

Especialmente desalentador es el hecho de que muchas de las personas que ahora se han quedado sin hogar son precisamente las mismas que el pasado año se vieron obligadas a abandonar sus hogares durante la campaña del ejército pakistaní contra los talibanes y sus aliados en la región de Swat. Todos y cada uno de los puentes en Swat han desaparecido del mapa y han vuelto a quedar destruidas muchas de las casas reconstruidas tras los bombardeos estadounidenses con aviones no tripulados por la zona. Además, Pakistán no se había recuperado aún de los efectos del terremoto, especialmente mortífero, que se produjo en 2005.

Dos factores relacionados entre sí han conseguido empeorar aún más los efectos de las inundaciones. Primero, el número de incidentes en Pakistán a causa del clima extremado ha venido aumentando en los últimos años, un hecho que muchos científicos atribuyen a los efectos del cambio climático global. Muchos comentaristas han vinculado la devastación en Pakistán con los deslizamientos de tierras en China y las inundaciones de Bangladesh, como parte de un inmenso cambio en las pautas climatológicas habituales en la región.

Segundo, la red de canales e inmensas presas que se engarzan por todo Pakistán se construyó más para favorecer los intereses de grandes terratenientes y capitalistas que en beneficio del pueblo. Esto ha supuesto que la reparación de la infraestructura y la ayuda de emergencia hayan sido extremadamente desiguales, y que se hayan organizado en aras a preservar los intereses de la elite terrateniente en vez de tratar de prevenir las inundaciones.

Después de todo, las lluvias monzónicas se producen cada año y ha habido más de una docena de inundaciones graves en Pakistán desde los años setenta del pasado siglo. No obstante, el control de dichas inundaciones sigue siendo muy precario.

Red de canales

Desde la ocupación británica de la India en el siglo XIX, los gobernantes del Punjab y del Sindh trataron de transformar un paisaje árido en una zona agrícola fértil construyendo redes de canales y arterias de regadío por toda la región. En el Punjab y el Sindh no era la lluvia la que causaba las inundaciones, sino más bien el hecho de que las redes de regadío no contaban con mecanismos para poder controlar las grandes inundaciones.

El sistema cuenta con grandes presas, pero está también sembrado de diques bajos cuya función fundamental es desviar por los canales los flujos habituales de agua. Pero en lugar de preparar el sistema para la contingencia de una inundación, el gobierno de Pakistán ha ido levantando diques para apuntalar estas malas infraestructuras. Como resultado, las aguas de las inundaciones han llegado hasta regiones mal equipadas para poder afrontar este tipo de problemas.

Como señala Mushtaq Gaadi, profesor en la Universidad Qaid-e-Azam de Islamabad:

»Cuando el Banco Mundial comenzó con su proyecto de rehabilitación de la presa Taunsa hace tres años, se perseguía básicamente rehabilitar y reparar todo el conjunto de diques. Y para ello se asignaron 140 millones de dólares. Les pedimos que prestaran una atención especial a las cuestiones ecológicas y, especialmente, al tema de la inclinación, la posición, la sedimentación de la presa y cómo la ecología global de la presa está cambiando debido al aumento de las canalizaciones que dependen de ella, y ahora todas las zonas bajas están más expuestas al peligro de inundaciones.

Todo eso se ignoró. Justo seis meses después del proyecto de rehabilitación, la presa no pudo contener el agua y se abrieron numerosas brechas. Así pues, en realidad ha sido el fallo de la presa Taunsa lo que ha causado tan inmensa destrucción…

Estas inundaciones no sólo no son naturales sino que las estructuras creadas eran perjudiciales y no fueron bien abordadas por el departamento de regadío, causando tal destrucción y agravando la situación».

Para empeorar aún más las cosas, es preciso destacar los manifiestos y egoístas intereses que han dominado la asignación de recursos y las decisiones de dónde y cómo actuar. Por ejemplo, en Kot Mittin al sur del Punjab, el gobierno construyó un muro para salvar a una barriada de nivel acomodado. Pero en sus intentos por salvar la presa Taunsa, lo que lograron fue sumergir la barriada pobre que había cerca. Unas 100.000 personas perdieron sus casas en ese proceso.

Pero más condenatoria aún ha sido la actividad de los terratenientes en Sindh, que han estado abriendo canales para salvar sus propias tierras. En el intento de asegurar la presa de Guddu, en Sindh, lo que consiguieron los terratenientes fue anegar a toda la gente que vive en Jacobabad. Y se dispone de información de actuaciones de políticos, como el Primer Minsitro Yousaf Raza Gilani, desviando la ayuda de emergencia de las secciones más necesitadas de Pakistán a su propio distrito natal.

Corrupción estatal

Esta catástrofe va a tener sin duda una serie de consecuencias sociales y políticas en Pakistán. En primer lugar, ha cuestionado seriamente la capacidad del estado pakistaní para atender las necesidades de su propio pueblo. Aparte del hecho de que la nación depende en gran medida de una inmensa inyección de ayuda internacional para mantenerse económicamente a flote, gran parte de la misma va a parar a las arcas del ejército.

Para agregar más sal a la herida, los políticos pakistaníes, incluido el Presidente Asif Ali Zardari, estuvieron no se sabe dónde durante varios días mientras millones de pakistaníes sufrían el desastre. Como indicador de la creciente rabia que la gente sentía, Hina Rabbani Kher, recién nombrado ministro por el Partido Popular del Pakistán, fue recibido a pedradas por los manifestantes de su circunscripción tras una semana de ausencia una vez desatadas las inundaciones.

Como sostuvo Fatima Bhutto, la sobrina de la ex Primera Ministra Benezir Bhutto:

»Todo el escalón superior del estado pakistaní estaba viajando por Europa y Dubai a expensas del pueblo pakistaní. Allá donde iba, Zardari se alojaba en hoteles de cinco estrellas. Y era trasladado a todas partes en limusinas privadas. También dispusieron, él y todo su entorno, de seguridad privada alquilada.

No hay justificación que valga para el gasto de un dinero que Pakistán necesita tan desesperadamente. Y, desde luego, es ridículo decir después que el presidente tenía que irse al extranjero para conseguir fondos para las víctimas del desastre, cuando en realidad esas víctimas podían haberse beneficiado del dinero que el tesoro pakistaní ha tenido que desembolsar en esos viajes sin sentido.»

La mayoría de los pakistaníes consideraban ya a Zardari como un político muy corrupto. Lo que más se le reprochaba últimamente era el hecho de haber trabajado a beneficio del ejército pakistaní, detrayendo fondos de la ayuda que debía haberse entregado a las víctimas de las inundaciones.

En segundo lugar, gran parte de la ayuda de emergencia saldrá del dinero que había sido asignado a proyectos de desarrollo. Eso significa que aunque la gente consiga sobrevivir durante los próximos meses (que probablemente vendrán marcados por el hambre y las epidemias), no tendrán realmente un proyecto de vida al que volver. La rehabilitación y reconstrucción se producirán solo en un futuro lejano. Ya hay señales de que todo esto va a hacer que se desencadene un sentimiento de rabia masiva contra el estado pakistaní. Los comentaristas especulan con la probabilidad de que se produzcan graves disturbios y protestas a causa de la falta de alimentos.

En tercer lugar, el desastre va a servir también para exacerbar la ya tensa situación étnica en Pakistán. En los últimos tres años, ha estallado una ruptura grave entre las gentes desplazadas de Khyber-Pukhtunkhwa (antes Provincia Fronteriza del Noroeste) y los pueblos del Sindh y Punjab, que consideran que los refugiados están agotando sus recursos y son responsables del aumento en la militancia islámica.

El aspecto peor del desastre humanitario en Pakistán es el hecho de que la ayuda internacional ha ido llegando con una lentitud exasperante. Hasta la fecha, la comunidad internacional ha logrado sólo ofrecer la miserable suma de 150 millones de dólares de ayuda. Las autoridades pakistaníes estiman que van a necesitar miles de millones de dólares para poder enfrentar la crisis.

En los medios de comunicación estadounidenses, hay voces que sugieren que el problema es de »fatiga de los donantes» o »fatiga pakistaní» (lo que implica que de algún modo las muertes pakistaníes se consideran menos importantes que las causadas por otros desastres naturales). La comunidad internacional ofreció, por ejemplo, 1.000 millones de dólares de ayuda para el terremoto de Haití y alrededor de 13.000 millones para atender las consecuencias del tsunami en la India.

Imperialismo estadounidense

Pero el problema es mucho más sencillo: el establishment dirigente en EEUU se ha pasado los últimos años culpando a Pakistán de sus males en Afganistán. Esto ha encontrado un feo corolario en la ya rampante islamofobia presente en EEUU y en Europa.

Washington, por ejemplo, consigue enviarle cada año a Pakistán 1.000 millones de dólares de ayuda para que combata a los talibanes a lo largo de la frontera afgana. Pero cuando se trata de ayuda humanitaria, EEUU sólo acierta a encontrar unos magros 70 millones de dólares.

Parte de las razones de esa mísera suma es que EEUU está más preocupado por su propia agenda geopolítica en la región que por la ayuda humanitaria. Pero también refleja las presiones políticas desde el ala conservadora de establishment político estadounidense, que culpa a Pakistán de los fracasos estadounidenses en Afganistán.

Otros países están también proporcionando ayuda limitada. Por ejemplo, la vecina India, un país bien situado para ofrecer ayuda significativa a Pakistán, ha puesto la rivalidad política por delante de la ayuda humanitaria, ofreciendo tan sólo 5 millones de dólares en ayuda. Los oportunistas políticos de turno en la India están avisando de que cualquier ayuda que se envíe a Pakistán irá a parar a manos de las »organizaciones terroristas».

La gente normal de Pakistán está atrapada entre la guerra en Afganistán, que cada vez mata a más pakistaníes, y los políticos corruptos, que están destrozando la economía. La respuesta estadounidense y pakistaní a las actuales inundaciones deja ver el fracaso de ambos gobiernos para proporcionar una auténtica ayuda al pueblo de Afganistán.

Snehal Shingavi es profesor adjunto en la Universidad de California, en Berkeley, y colaborador habitual de SocialistWorker.org.

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Fuente: http://socialistworker.org/2010/08/16/disaster-to-social-catastrophe 

Pakistán: ya son más de 4 millones los sin techo por inundaciones

Sólo una pequeña minoría de los 6 millones de pakistaníes desesperados por alimentos y agua potable recibió ayuda después de las inundaciones, que dejaron hasta 1.600 muertos.

La cifra de personas que quedaron sin hogar por las devastadoras inundaciones en Pakistán aumentó a más de 4 millones, informó hoy Naciones Unidas.

La ONU había dicho anteriormente que 2 millones de personas perdieron sus hogares en las peores inundaciones en la historia de Pakistán, que comenzaron hace casi tres semanas.

Las agencias de ayuda humanitaria están presionando por la entrega de más fondos mientras tratan de enfrentar problemas importantes como la distribución de alimentos, la falta de refugios y los brotes de enfermedades. 

Los costos económicos de las inundaciones sumarían miles de millones de dólares, lo que aumentaría la presión sobre el gobierno pakistaní justo después de que lograra avances en la estabilización gracias a una ofensiva de las fuerzas de seguridad contra la insurgencia talibán.

El Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) dijo que espera contribuir con al menos 2.000 millones de dólares para ayudar a Pakistán.

El financiamiento para las tareas de asistencia mejoró y ya se aseguró casi la mitad de los 459 millones de dólares necesarios para cubrir los esfuerzos iniciales de ayuda después de días de negociaciones con los donantes.

Sólo una pequeña minoría de los 6 millones de pakistaníes desesperados por alimentos y agua potable recibió ayuda después de las inundaciones, que dejaron hasta 1.600 muertos.

Cientos de aldeas están aisladas, autopistas y puentes han sido cortados por las inundaciones y cientos de miles de cabezas de ganado -que son el sustento de muchos campesinos- se ahogaron.

Muchos hospitales y campamentos médicos están sobrepasados en sus capacidades, y crecen los temores por una posible epidemia de enfermedades y virus como la malaria.

 

Fuente: Reuters

ONU advierte que zona inundada en Pakistán equivale al tamaño de Suiza, Austria y Bélgica

El alcance de las masivas inundaciones que afectan a Pakistán se extiende cada día y ya abarca a una superficie de 160.000 kilómetros cuadrados del país, «equivalente al tamaño de Suiza, Austria y Bélgica juntas», advirtió hoy la ONU. 

  

Elizabeth Byrs, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU (OCHA), empleó hoy ese símil para dar idea de la catástrofe sin precedentes que vive Pakistán, donde las últimas cifras de la organización indican que 15,4 millones de personas se han visto afectadas directa o indirectamente por la catástrofe.

«Al día de hoy, la financiación del llamamiento de urgencia 459,7 millones de dólares efectuado por la ONU ha alcanzado el 35 por ciento de esa cantidad, y poco a poco va avanzando, con promesas y otros compromisos», señaló Byrs, en conferencia de prensa.

Las aguas siguen creciendo en las provincias del sur del país, como Sinsh y Balochistán, lo que hace temer que se acumulen nuevas necesidades. 

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), por su parte, expuso que una de las principales dificultades con que se topan es el acceso a las personas afectadas.
«Hasta ayer hemos podido entregar raciones de comida para un mes a 840.000 personas, y esperamos que hoy alcancemos al millón de afectados», dijo la portavoz Emilia Casella.
«Tres helicópteros de carga adicionales se van a sumar a los que ya están funcionando, hasta llegar a un total de 13», dijo, pero indicó que en muchas zonas el acceso es tan difícil que «estamos empleando burros para hacer llegar la comida a los damnificados».
También expresó su gran preocupación el portavoz de ACNUR, Andrej Mahecic, quien dijo que la situación «continúa empeorando ya que los ríos inundados fluyen hacia el sur provocando nuevas evacuaciones masivas de personas». 

«En general, vemos el riesgo de que la magnitud de la catástrofe todavía no haya sido comprendida por la comunidad internacional», agregó.

De los 15,4 millones de afectados directa o indirectamente, aproximadamente la mitad son niños, recordó el portavoz de Unicef Marcos Jiménez. 

«De ellos, 3,5 millones corren un riesgo directo de muerte por la amenaza de enfermedades provocadas por el agua contaminada, como cólera, diarrea o disentería», señaló, reiterando una cifra ya expresada esta semana.

Todas las agencias de la ONU pidieron a los países donantes que aceleren el cumplimiento de sus compromisos financieros.

Por su parte, el embajador de Pakistán ante la ONU en Ginebra, Zamir Akram, dijo hoy que la comunidad internacional debe confiar en la «transparencia» con la que el Gobierno paquistaní está gestionando la ayuda humanitaria, ante las críticas de que los fondos puedan acabar en manos de talibanes u otros grupos radicales. 

«Estamos trabajando en conjunto con la ONU y sus agencias humanitarias, además de con organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)», añadió Akram, en conferencia de prensa.

«Este tipo de críticas -agregó- distraen la atención de lo que verdaderamente importa, que es que la ayuda llegue a la población afectada».

Akram secundó la opinión de Byrs de que la ayuda recibida -que de momento alcanza el 35 por ciento de la cantidad demandada por la ONU- va en aumento y consideró que la conciencia mundial sobre la tragedia que asuela al país asiático «está creciendo».

Miles de afectados por inundaciones en Pakistán

Nota Profética:
Al comenzar esta semana que dejamos (domingo 25 de julio), el Señor me entregó ciertas pautas proféticas que hablaban acerca de sus juicios sobre Pakistán (Profecía: EL LEON DE JUDA ENFRENTADO AL LEON RUGIENTE
 Hace unos días, la tragedia aérea ocurrida en este territorio, me llevó a anunciarles que se prepararan ya que era un inicio de los rugidos del León de Judá sobre esa nación. 
Hoy estas terribles inundaciones son otro anticipo de lo que se está por soltar sobre este territorio. Anúncienles a los escogidos del Eterno que se encuentra en este país que huyan a otras naciones (los misioneros que retornen a sus hogares) ya que lo que se avecina por parte del Cielo es más fuerte que lo que estamos viendo en estos días.
¡Los bendigo!
P.A. NesHer
Aquí está la noticia:
El número de víctimas no es preciso, pues las condiciones climáticas han impedido el arribo de los cuerpos de rescate y ayuda, aunque se habla de entre 50 y 95 muertes. Según las autoridades, nunca se han afrontado situaciones como esta en la zona. 
Las lluvias comenzaron el martes en el distrito de Swat, situado en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, y han desbordado el río homónimo, dijo el presidente de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), Nadeem Ahmed.

El canal Geo aseguró que las inundaciones han causado 95 muertes, y otro medio televisivo, Dawn, habló de 50 fallecimientos, aunque Ahmed afirmó que todavía «es pronto» para cifrar los muertos porque las autoridades no han podido acceder a muchas áreas.

«No hemos afrontado nunca una situación de esta magnitud en la zona. El tiempo es demasiado malo como para enviar helicópteros y equipos de rescate. El curso de los ríos va tan rápido que los botes tienen problemas para llegar», afirmó Ahmed.

«Las inundaciones han causado daños en tierras, propiedades y seguramente vidas», añadió.

Las lluvias están afectando tanto a Swat como a otros distritos colindantes, como Shangla, y también a las conflictivas áreas tribales limítrofes con Afganistán, según distintos medios paquistaníes.

Dawn agregó que un «gran número» de casas y puentes, así como escuelas, carreteras y mezquitas han quedado destruidas en esas zonas, que han perdido el acceso al suministro eléctrico y de gas por los daños en las líneas de transmisión.

El temor de las autoridades es que el caudal del Swat cause un desbordamiento masivo en su río principal, el Kabul, a su vez afluente del Indo.
La capital regional, Peshawar, registra ya inundaciones en los barrios a menos altura, y comienza a haber dificultades en los distritos de Nahshera y Charsadda, según Ahmed.

De acuerdo con una fuente citada por el canal Geo Tv, el Ejército de Pakistán está ya desplegándose en algunas zonas, a petición de las administraciones de distrito.

Según la NDMA, el tiempo sólo mejorará el próximo sábado.

«En el año 1929, el caudal del río alcanzó 4820 metros cúbicos por segundo. Esta vez está en 6100 metros cúbicos», precisó Ahmed.

Fuente: Efe | CaracolTV.com

DIOS RUGIENDO EN ASIA

Cuando hoy leí esta triste noticia en los periódicos, el Espíritu Santo activó mi memoria con el recuerdo de sus palabras implantadas en mí el domingo próximo pasado (25 de julio) al darme las pautas proféticas EL LEON DE JUDA ENFRENTADO AL LEON RUGIENTE:
“Pakistán es zona de espíritus de traición”, dice el Espíritu profético, “los juicios de Dios se han restaurados sobre ese territorio”.
Lean esta noticia y comiencen a estar atentos a cada noticia que llegará de esa nación (Pakistán). Los juicios del cielo se están manifestando en este territorio ya que el Señor me ha revelado que en el interior se esconden distintos tipos de estrategias y protocolos de guerra que se han establecido contra las naciones limítrofes especialmente Afganistán e Irán.

Tragedia en Paquistán: se estrelló un avión con 152 personas a bordo

En un principio, se reportaron cinco sobrevivientes, pero más tarde se confirmó la muerte de todos los pasajeros y la tripulación; el accidente ocurrió en las afueras de Islamabad; galería de imágenes; mapa de la región.

SLAMABAD.- Un avión al menos 150 personas a bordo se estrelló hoy en las colinas de la capital de Pakistán y no hubo ningún sobreviviente.

En un principio, se informó que habían sobrevivido cinco personas, pero el presidente de la Oficina de Desarrollo de la capital, Imtiaz Elahi, confirmó la muerte de todos los pasajeros y miembros de la tripulación.
La aeronave de la empresa Air Blue se vino abajo durante la mañana mientras llovía en la zona de las colinas de Margalla, en la capital paquistaní.
En un primer momento, las autoridades creyeron que se trababa de un avión pequeño. Pero el funcionario policial Mohammed Saeed informó a medios de ese país que «parece que es una tragedia más grande»´.
El portavoz de la Autoridad de Aviación Civil, Parvez George, indicó que el avión, que llevaba a bordo a 146 pasajeros y seis tripulantes, volaba de la metrópoli portuaria de Karachi, en el sur de Pakistán, a Islamabad y perdió el contacto con la torre de control del aeropuerto capitalino alrededor de las 9:45 hora local.
Al parecer, el aparato se estrelló en medio de condiciones meteorológicas adversas.