Este tercer secreto había sido dado a conocer en 2000 por Juan Pablo II, un Papa especialmente devoto a la Virgen de Fátima. Para el entonces Sumo Pontífice, las revelaciones, según las cuales un obispo vestido de blanco caía al suelo a causa de unos disparos, adelantaban el atentado del que él fue víctima el 3 de mayo de 1981. En aquel entonces, Mehmet Ali Agca le disparó tres veces mientras él saludaba a los fieles en la Plaza San Pedro.
Sin embargo, Benedicto XVI le dio una nueva interpretación a las revelaciones. «Más allá de la misión de sufrimiento del Papa, que en primera instancia podemos relacionar con el atentado contra Juan Pablo II, en el mensaje de Fátima hay indicaciones sobre la realidad del futuro de la Iglesia«, señaló Joseph Ratzinger haciendo referencia a los abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
Además, antes de llegar a Lisboa, el Papa sostuvo: «Hoy las mayores persecuciones contra la Iglesia no vienen de fuera, sino de los pecados que están dentro de la propia Iglesia».
La Virgen de FátimaEn 1917, la Virgen de Fátima empezó a aparecérseles a tres niños pastores todos los días 13, desde mayo hasta octubre. Los chicos eran Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de seis y nueve años respectivamente.
Los tres contaron que sintieron un reflejo de luz que se aproximaba y vieron a una Señora vestida de blanco surgir de una pequeña encina. Ellos aseguraron que se trataba de la Virgen María.
Fue entonces que ella le reveló a Lucía, la más grande del grupo, lo que más tarde se conoció como Los secretos de Fátima. Además, la Virgen les dio varias recomendaciones, entre las que se encontraba el rezo del rosario para la conversión de los pecadores.
