Los Hermanos Musulmanes se consideran vencedores de las elecciones egipcias.
Los Hermanos Musulmanes aseguran haber obtenido alrededor del 40% de los votos en la primera ronda de las elecciones legislativas en Egipto esta semana.
En un comunicado, el Partido por la Libertad y la Justicia (PLJ), la lista electoral que representa a los Hermanos, asegura que los primeros resultados obtenidos (no oficiales) les sitúan en cabeza, seguidos del partido Al Nur (salafista) y el Bloque Egipcio (coalición liberal).
El PLJ afirma haber obtenidos sus mejores resultados en Fayyoum (130 km al sur de El Cairo), en la región del Mar Rojo, en la capital y en Assiout (sur). En Alejandría y Kafr al Sheij (delta del Nilo), la diferencia entre los islamistas moderados y los salafistas, más radicales, es mínima, según el comunicado.
Los primeros resultados oficiales se conocerán en la tarde de este miércoles. Las elecciones se desarrollan en tres fases a lo largo de seis semanas. Del total de 498 escaños de la Cámara Baja, dos tercios se adjudicarán de manera proporcional a las candidaturas y el resto a individuos.
Los Hermanos han declarado también que el parlamento que surja de los comicios debería formar gobierno, lo que choca con los planes de la Junta Militar, que tan solo ha nombrado un primer ministro.
«Un gobierno que no esté basado en una mayoría parlamentaria no puede llevar su trabajo a la práctica», declaró el jefe del PLJ, Mohamed Mursi, quien el martes recorrió varias mesas electorales del distrito de Shubra, en El Cairo.
«Por tanto, creemos que es natural que la mayoría en la futura cámara sea la que forme gobierno (…) Creemos que es mejor que sea un gobierno de coalición basado en una coalición mayoritaria en el Parlamento«, ha añadido.
Dudas sobre la participación
Millones de personas han votado entre el lunes y el martes en un clima general de calma y sin incidentes. La Junta Militar aseguró que la participación excedía del 70%, aunque el PLJ estima que en realidad la cifra es del 40%. La televisión estatal retransmite en directo el recuento de los comicios, los primeros desde el derrocamiento de Hosni Mubarak.
A última hora del martes, sin embargo, unas 100 personas resultaron heridas en un brote de violencia en la plaza Tahrir, al parecer cuando un grupo de vendedores se negaron a identificarse ante los manifestantes, que les tomaban por provocadores. El dirigente opositor Mohamed Al Baradei ha culpado de los incidentes a «matones» fieles al régimen.
En una de las primeras reacciones de los militares a las elecciones, el general Ismail Atman declaró al periódico Al Shuruk que las elecciones mostraban la irrelevancia de la protesta de la Plaza Tahrir.
La semana pasada, los enfrentamientos entre manifestantes que protestaban contra los militares y las fuerzas de seguridad costaron la vida a más de 40 personas.
Los 30 años de Mubarak en el poder
Hosni Mubarak llegó al poder al día siguiente de que su precedesor muriera en un atentado terrosista. Esto sirvió para que decretara el estado de emergencia, que ha mantenido hasta la actualidad. Rápidamente, Mubarak se convirtió en mediador de los confilctos de Oriente Medio y se ganó la imagen de apaciguador ante EE.UU. Sin embargo, entre su pueblo, la imagen era diferente, tras tres décadas en el poder los egipcios decían que su gobierno era «una dictadura disfrazada de democracia«.
NOTA PROFÉTICA:
Todo este movimiento político ha sido encausado en los designios proféticos de YHVH para entrar en un tiempo récord al ámbito de la derrota.
La Sociedad de los Hermanos Musulmanes tendrá su oportunidad histórica para demostrar que no son una fuerza política fiable y que no le interesa gobernar para toda la sociedad. ¡Su fracaso será histórico!
Este partido, y su liderazgo, no podrá evitar la polarización de la sociedad egipcia en cada decisión importante que tome. Todos seremos testigos como en un corto lapso de tiempo hará lo contrario a lo que el pueblo egipcio espera con tanta expectativa. Llevará al país a una división social sin precedentes, de acuerdo a los trazos delineados por los intereses político-económicos de la élite luciferina.
Veremos a Egipto sumirse en un círculo vicioso de desgobierno, con implicaciones graves más allá de sus fronteras.