«El sol se cambiará en tinieblas y la luna en sangre, antes de la venida del Día de Yahveh, grande y terrible».
En estos últimos años hemos podido observar cómo el Sol, se está manifestando de formas impredecibles. La actividad del astro rey se ha salido de lo considerado normal y está afectando todo el sistema solar y en especial la Tierra con los recientes cambios climáticos extremos.
«Hizo la luna para marcar los tiempos».
Ahora, los cielos están dando lugar profético al protagonismo del único satélite natural que tiene la Tierra: la Luna. Y es que en este año y el próximo la podremos observar bañada en un tinte rojo muy particular. Dicho fenómeno se conoce como tétrada.
La palabra Tétrada hace referencia a un grupo de cuatro. En el caso de la luna, se refiere a cuatro eclipses ininterrumpidos.
Durante este fenómeno la luna se vuelve roja cuando entra en la sombra de la Tierra porque la capa de aire polvoriento que rodea nuestro planeta enrojece y redirige la luz del Sol, llenando la oscuridad detrás de la Tierra con un brillo rojo de atardecer. El tono exacto depende del imprevisible estado de la atmósfera en el momento del eclipse. Si la estratosfera se ha cargado con el polvo de erupciones volcánicas, el eclipse será oscuro; una estratosfera clara, por otra parte, produce un eclipse brillante.
El año 2014 es muy significativo, dado que en este periodo de días y en el siguiente (2015) habrá tétrada de lunas rojas que coincidirán con fiestas del Eterno. O sea que ocurrirán cuatro eclipses lunares seguidos que harán ver la luna como cubierta de sangre, y que coincidirán con celebraciones que tienen que ver con algún acontecimiento de la salvación.
Es interesante aportar que lunas rojas tétradas coincidieron, en otros tiempos, con la expulsión de los judíos de España, y en 1948, cuando éstos volvieron a la Tierra prometida y se refundó el Estado de Israel en Palestina, y también en la guerra de los seis días.Contando los eclipses de 2014-2015 solamente habrá habido 13 tétradas en los últimos 500 años y de estas solamente 2 han coincidido anteriormente con fecha de fiestas del Eterno. Una fue en 1949-50 y la otra en 1967-68. Siendo una tétrada una serie de cuatro eclipses lunares consecutivos, eso significa que estamos hablando de ocho eclipses totales de luna. De esos ocho solamente el de abril de 1950 fue totalmente visible en Israel, otros cuatro fueron parcialmente visibles y el resto no fueron visibles del todo.
La tétrada de 1949-50 empezó un año después del renacimiento de Israel como nación el 14 de mayo de 1948. La de 1967-68 empezó en abril, cerca de seis semanas antes de la Guerra de los Seis Días la cual finalizó con la reunificación de Jerusalén. La cercanía de estas ocurrencias como momentos clave en las fechas de la historia moderna de Israel ha hecho que algunas personas consideren que la tétrada de 2014-15 será similarmente importante para Israel.
Ante todo lo que los científicos puedan explicar de esta noticia, las Sagradas Escrituras no cesan de vibrar con pautas que en tiempo oportuno el Eterno estableciera para la humanidad. El Mesías y sus apóstoles insistieron proféticamente en esta señal como marca de un antes y un después en el reloj divino.
«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas». (Lucas 21:25)
«El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas». (Mateo 24:29)
«El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el día grande del Señor». (Hechos 2:20 )
Los movimientos de la luna para cada una de esas fechas se darán de la forma mostrada a continuación:
«Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, y toda la luna se volvió como sangre, y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte.»
Los invito a considerar con discernimiento bien abierto este reportaje referido a este tema:
Gracias por compartir Apóstol esto confirma lo que en la celebración pasada recibí en oración bendecido.