«Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.»
Apocalipsis 14: 9, 10, 11
El Ejército de Estados Unidos planea implantar nanosensores en sus soldados para monitorear su salud en los campos de batalla y poder responder inmediatamente a sus necesidades. Sin embargo, algunos expertos avisan de que esta idea puede ser un paso más en la violación de la privacidad de los ciudadanos estadounidenses.
La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) describe la tecnología de los nuevos chips en elaboración como “una innovación verdaderamente especial” que, además de diagnosticar problemas de salud, podría incluso suministrar los medicamentos adecuados a la sangre del soldado enfermo.
Creen que sería un gran avance en el mantenimiento de las tropas, ya que históricamente en las guerras mueren una gran cantidad de soldados por enfermedad y no durante el combate.
No obstante, varios expertos consideran que la iniciativa tendrá una aplicación mucho más amplia en la seguridad estatal.
Según su opinión, es parte del plan del Gobierno estadounidense para implantar un chip en todos los habitantes del país, que además de controlar su estado de salud también vigilará otras esferas de su vida.
Según esta versión, después del experimento en militares, la idea será más aceptable para la población general, suponen.
El sistema de microchips implantados se lleva usando mucho tiempo para controlar el desplazamiento de mascotas en diferentes partes de EE. UU. No obstante, el sitio web de noticias WND ha informado de que algunos propietarios de mascotas denunciaron casos de cáncer en sus animales domésticos tras la implantación del microchip de vigilancia.
Un terrier de cinco años de edad llamado Scotty que fue diagnosticado de cáncer en Memphis, Tennessee, había desarrollado un tumor entre los omóplatos, en el mismo lugar donde el microchip había sido implantado.
El tumor era del tamaño de un pequeño globo. Al sacarlo, los veterinarios encontraron el chip dentro del tumor. Quizás sea el momento de plantearse si estos dispositivos pueden ocultar peligros más serios que el mero hecho de que el Gobierno conozca cada paso que da una persona.
Fuente : Actualidad RT