Meditación

Pastor-Maestro: Un mismo Don con dos Expresiones Diferentes

«…Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice:
    Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
    Y dio dones a los hombres.
Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros»… 
(Efesios 4:7-11)
En un tiempo en el que innumerables creyentes escogidos nadan desesperados en ese mar de confusión que es hoy la teología evangélica, creo muy necesario contribuir a la reflexión acerca de una palabra usada (y hasta abusada) en la historia del cristianismo protestante-evangélico. Considero justo y oportuno que la misa debe ser conducida a un análisis escritural y desde allí colocada en las funciones  más nobles de su propósito de acuerdo al diseño original que el Señor le asignó. Estoy hablando del término «pastor«.
El uso que el término “pastor” ha tenido siempre ha sido en un contexto extra-bíblico. Es decir, que a lo largo de la historia de la iglesia evangélica, se le dio a la palabra “pastor” una significación sinónimo de máximo dirigente eclesiástico. La misma cobró este matiz cuando alcanzó vigencia después de la Reforma Protestante. Y obviamente, eso debe conducirnos hoy a un examen exhaustivo de este título o cargo pero a la luz del texto neo-testamentario de tal manera que nos permita  el redimensionamiento del ministerio pastoral en estos tiempos de reforma mesiánica que estamos viviendo.
Al considerar el texto de la epístola a los Efesios notamos que todo el argumento que el apóstol san Pablo trae desde el versículo 7 es para recordarles a los escogidos que el Señor sufrió la muerte, resucitó y subió a lo alto en un desfile de victoria llevando el botín, para de él sacar y dar dones a la Iglesia, Su Esposa y por lo tanto Su Cuerpo. Estos dones (gr. doma) realmente son personas, seres humanos, que él mismo compró con su sangre preciosa, a los cuales designó o constituyó para un servicio específico.
Estos servicios u oficios que Yeshúa (Jesús) ha designado para la Iglesia son variados, pero, como hemos dicho anteriormente, no contradicen la Unidad de Su cuerpo, sino que han sido dados para mantener el vínculo del amor que sostiene al mismo.
Antes de entrar a estudiar en detalle el servicio de pastor-maestro dado por Cristo a la Iglesia, me es necesario analizar junto a Uds. la primera parte del versículo 11: «…Él mismo constituyó…«. Siendo Yeshúa (Jesús) el Señor y Soberano de la Iglesia, quien lo llena todo con su autoridad, solamente, queda bien claro que Él tiene la facultad y el derecho de designar los servicios, dones, o ministerios, que se necesitan para la edificación de la misma. ¡Nadie puede tomarse esta prerrogativa!
En el caso del uso del término “pastor”, primero es necesario realizar una comprobación del sentido que tienen los diferentes usos del término a lo largo del Nuevo Testamento, revisando las ocurrencias en cada uno de los libros. Gracias a ese estudio se puede descubrir que si se quiere aclarar la naturaleza del “ministerio pastoral” en los días apostólicos, sólo es posible centrarse en el estudio exegético de Efesios 4:11, ya que es el único texto neotestamentario en que claramente habría una connotación de “oficio” en el uso de la palabra, ajeno al uso más bien metafórico que se impone en las escrituras griegas cristianas.
De manera que esclarecer su uso en el texto griego del Nuevo Testamento iluminará la comprensión de dicho pasaje y permitirá utilizarlo con propiedad y respeto a la sana hermenéutica en el planteamiento eclesiológico.
Lamentablemente, y debido al caos que ha causado el movimiento de la falsa reforma apostólica, hay muchas personas que creen que Pastor y maestro son dos Dones Espirituales que se encuentra en Efesios 4:11. Pero aquí  presenta las razones por las cuales realmente no son dos Dones Espirituales sino uno solo: pastor – maestro.
La exégesis de ese pasaje necesita, primero, lo que en la crítica textual se llama “establecer el texto”, es decir, decidir a partir de todos los manuscritos existentes, usando criterios muy precisos, cuál pudo ser el texto exacto escrito de puño y letra por el apóstol Pablo.
El Nuevo Testamento Griego publicado por Nestle-Aland presenta el siguiente texto para Efesios 4:11:
Kai autos edoken tous men apostolous
tous de profetas, tous de euangelistas,
tous de poimenas kai didaskalos
Considerando el griego koiné original del texto se interpreta que en realidad no se mencionan “cinco” sino “cuatro” ministerios en este pasaje.
  1. Apóstoles
  2. Profetas
  3. Evangelistas
  4. Pastor-Maestro

 

Resulta aún más interesante destacar que el último oficio mencionado no está dividido en dos aquí, sino que es una referencia a uno y mismo oficio.
Si analizamos bien el texto notaremos que cada uno de los ministerios mencionados tiene un articulo que le separa del otro, por ejemplo:  (1) “a unos… apóstoles”, (2) “a otros… profetas ”, (3) “a otros… evangelistas”, (4) “a otros… pastores y maestros”.  El último ministerio presentado no separa el oficio de ‘pastor’ y ‘maestro’ sino que son atribuidos a la misma persona.
No se trata de dos clases de personas, ya que en el original, los dos vocablos van unidos por un mismo artículo. En el texto original griego el versículo  dice, “δέ ποιμένας  καί  διδασκάλους”  [tous de poimenas kai didaskalous] (otros los pastores y maestros). La conjunción kai es la que tiene el secreto de la correcta traducción. No se trata de dos clases de personas, ya que en el original, los dos vocablos van unidos por un mismo artículo. Si sólo el primer sustantivo tiene el artículo entonces tanto en el primero y segundo sustantivo se refiere a la misma persona o cosa. Los dos sustantivos son plurales masculinos acusativos. El segundo sustantivo no tiene un articulo enfrente entonces los dos sustantivos son un Don Espiritual = el pastor-maestro. Por lo que entendemos que se trata de un mismo don con dos modos distintos de expresarse. Desde esta explicación, entendemos que la construcción griega indicaría la siguiente traducción: «pastores que son maestros» o también «pastores que enseñan» (comp. con 1Timoteo 3:2 “apto para enseñar”).
Es muy interesante agregar que a mayoría de los comentaristas bíblicos ponen a los pastores-maestros como un solo oficio debido a que en el original griego no aparecen separados como dos títulos distintos, sino como dos funciones relacionadas con un solo oficio. Esto debe ser así ya que el pastor tiene como principal función enseñar. A través de la exposición de la Palabra pastorea a las ovejas (Hch. 20:17,28; Jn. 21:15-17). Uno de los principales requisitos para el pastor es que sea diestro y diligente en la enseñanza. (1 Tim. 5:17; 3:6; 4:13; 2 Ti. 2:15;Tit. 1:9).
La razón por la que esto ocurre es que la manera de “pastorear” es por medio de la enseñanza ya sea de forma didáctica por medio de la Palabra (Hechos 13:1; 1 Tim. 3:2; 1 Tim. 4:5-6, 11,13, 5:17; 2 Tim. 2:24; Tito 1:9; Tito 2:1, 7; Hebreos 13:7, 17) o por ejemplo como mentores (Fil. 3:17; 2 Tes. 3:9; 1 Tim. 1:16, 4: 12; Tito 2:7; 1 Pedro 5:2-3).
La iglesia es edificada de esta manera espiritual y emocional por medio de las enseñanzas de sus pastores-maestros.  La tarea de enseñar debe ser hecha ‘sobre’ el fundamento que ha sido establecido por los “apóstoles y profetas” y se requiere que se haga con esmero, dedicación y mucho cuidado.
Pastores-maestros son un don que el Cristo resucitado concede a su Iglesia para el ministerio de su edificación cualitativa. En relación con el rebaño, los pastores-maestros llevan a cabo varias tareas, que son propias de su llamamiento y servicio.
  1. Alimentan a la grey (1 Co. 3:2; Jn. 10:9; Ez. 34:23).
  2. Dirigen a la congregación, como líderes responsables (Jn. 10:3, 4; Sal. 23:3b).
  3. Protegen a los hermanos, especialmente en términos morales y espirituales (Jn. 10:11–15; Hch. 20:28, 29; Sal. 23:4, 5).
  4. Restauran a los creyentes, ejerciendo una disciplina positiva (Sal. 23:3; Ez. 34:4)
Una conclusión aparece de todo esto: los ministerios mencionados en la epístola a los Efesios (4:11) son dones y no cargos jerárquicos….y además son cuatro (4) y no cinco (5) como enseñan los fraudulentos «congresos quíntuples«que la masonería, disfrazada de apostólica-profética, ha promocionado por las naciones trayendo confusión y caos que ha provocado tanta incertidumbre y divisiones.
Son cuatro tipos de hombres-dones (doma) que nuestro amado Esposo Yeshúa (Jesús) nos ha dado como dones de servicio que son necesarios para el ministerio de todos los santos.

 

El restaurante «más feliz del mundo» que sirve «desayunos, almuerzos y abrazos»

El sitio se llama: “El Lugar de Tim”. Y se trata de un lugar muy especial. Tan especial como su dueño. Y es que es el único restaurante en el mundo cuyo dueño es un joven con Síndrome de Down. Su propietario se llama Tim Harris, un maravilloso muchacho que desborda de alegría ante el simple hecho de brindar el mejor servicio a su clientela.
Dicha felicidad es contagiosa ya que lo que él obtiene al servir a la gente buena comida se complementa con su sello más distintivo: ¡Abrazos! Desde ese momento los comensales sienten una plenitud que les transforma el resto de su jornada.
Todos los días, Tim se levanta a las 5:30 de la mañana y camina 7 manzanas para llegar a su local. “Me emociona mucho ir al trabajo así que bailo en el aparcamiento. Es un baile de magia”, cuenta emocionado.
El Lugar de Tim”es un sitio especial. El joven recibe personalmente a sus clientes, les pregunta por su vida, se ocupa del personal y las frases de ánimo y de felicitación a sus empleados son constantes.  Tanta es su preocupación por los abrazos que incluso ha instalado un contador oficial de abrazos que refleja el número de ellos que da cada día. “Mi mayor preocupación es la gente que entra por la puerta. A veces mis clientes están tristes, pero les doy un abrazo y se sienten mucho mejor. Los abrazos son mucho más potentes que la comida”, resume Tim.
Los invito a escuchar con su corazón este video. En el mismo verán un nuevo significado del término “especial”:
El restaurante está localizado en Albuquerque, Nuevo México, y está abierto 7 días a la semana. 
Este joven supo desde pequeño que quería tener un mesón. Gracias a la ayuda de sus padres, pudo cumplir su sueño. “Cuando tenía 14 años dijo que quería ser dueño de un restaurante. Con el paso del tiempo, empezamos a tomarle en serio”, afirma su padre. “Estoy orgulloso de mi hermano, las metas que ha conseguido en su vida… Quiero decir, hay gente que solo puede soñar con cosas como esta”, continúa su hermano.
Tim es feliz regentando su restaurante. Es el sueño de su vida. Y deja bien en claro su auto-conciencia de ser una herencia o regalo del Eterno Dios “No dejé que mi discapacidad acabara con mis sueños. Las personas con discapacidad pueden conseguir cualquier cosa que se propongan. Somos regalos para el mundo”, concluye sonriendo. 

“No juzgues a un libro por su portada”,… ¡Cuidado con las apariencias!

No es la primera ni la última vez que nos encontraremos con un caso de discriminación racial, pasa en todo ámbito de cosas: deporte, trabajo, vida diaria, etc.
El racismo, la xenofobia y la #intolerancia son problemas frecuentes en todas las sociedades. Todos y cada uno de nosotros jugamos un papel ya sea contribuyendo o rompiendo los prejuicios raciales y las actitudes intolerantes.
Mira este video y aprenderás una gran lección:
Resulta que la Biblia nos advierte sobre esto y nos explica porque se nos facilita tanto ser engañados por como se ven las cosas:
     «Y Yahwéh respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Yahwéh no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Yahwéh mira el corazón». 
(1 Samuel 16:7)
Es muy sencillo dejarse llevar por lo que nuestros ojos nos muestran, pues es lo que se “VE” real… Pero la verdad es otra muy diferente, debemos aprender a ver con los ojos de nuestro espíritu y así alcanzar a ver el corazón de los demás.
Estamos acostumbrados a juzgar a los demás por las apariencias, deberíamos considerar otras alternativas.
¡Sí, podemos partir por nosotros y empezar a cambiar el mundo!

«Más»: El Número de la Muerte

Autor: Benjamín Blech
Yo solía pensar que el objetivo principal de las empresas era hacer feliz a la gente. Crear nuevos productos para que los consumidores tuvieran una mejor calidad de vida. Modernizar las tecnologías existentes para ofrecerles a los usuarios una experiencia más satisfactoria.
Yo pensaba que el objetivo era la felicidad, pero la verdad es justamente lo opuesto: gastan miles de millones de dólares para averiguar cómo hacernos infelices. Y a menos que entendamos la motivación secreta que hay detrás del deseo de los especialistas de la mercadotecnia para hacernos sentir descontentos con lo que tenemos, terminaremos siendo víctimas de un ciclo interminable de infelicidad.
Me di cuenta de esto hace poco, cuando escuché a un amigo quejándose de su suerte. Poco tiempo atrás —aunque en términos de innovación tecnológica pareciera haber sido en otra época—, él se compró el nuevo iPod. Estaba eufórico. Pero el sentimiento no duró por mucho tiempo. Fue un duro golpe descubrir que ahora había un modelo más nuevo y mejor en el mercado. Su anteriormente amado iPod era ahora una antigua reliquia. ¿Cómo podría ser feliz con él?
Dado que nuevo siempre es mejor, hay una muy breve ventana de tiempo para que alguien se sienta satisfecho con lo que tiene. Para asegurarse que la satisfacción de los consumidores se acabe con rapidez, hay una industria billonaria cuyo objetivo es exclusivamente la propagación de la infelicidad: la publicidad. Su objetivo, como lo admite su gurú, B. Earl Puckett, queda resumido en su breve credo: “Es nuestro trabajo que las personas se sientan infelices con lo que tienen”.
El juego de crear infelicidad es una industria multifacética. Y quizás la mejor forma de apreciarla es en el mundo de la moda.

Oscar Wilde dijo en una ocasión: “La moda es una forma de fealdad tan intolerable que tenemos que cambiarla cada seis meses”. ¿Por qué las modas cambian con tanta rapidez? Una semana, si no tienes un cierto tipo de zapatillas eres un marginado social. A la semana siguiente, si no cambiaste a otra marca eres un bicho raro. ¿Por qué debes tener siempre algo diferente?
La respuesta es sencilla y profunda: porque las grandes empresas necesitan consumidores, y por lo tanto, convencen a los consumidores y nos hacen creer que necesitamos algo más; algo más nuevo, mejor, algo que finalmente nos hará felices cuando lo obtengamos.
Pero obviamente cuando lo compramos, el ciclo vuelve a comenzar.
¿Por qué seguimos siendo parte de esto? ¿Por qué caemos en un ciclo que, dado que siempre habrá algo más nuevo que aún no tenemos, nos garantiza que siempre seremos infelices?
Porque hemos caído en la creencia de que la felicidad viene de tener más, en lugar de seguir la brillante idea de los sabios que expresa: “¿Quién es rico? El que está contento con su porción”.
Más, nunca es la respuesta. Más, no tiene límites. Más, nos seduce con la promesa tácita de hacernos felices cuando su premisa básica es que no puedes ser feliz con lo que ya tienes. Si el objetivo es tener más, ¿cuándo puedes decir que lo has logrado? Más allá de lo que tengas en la vida, siempre habrá más para tener; la filosofía de que serás feliz con algo que no tienes implica que, siempre que haya cosas que aún no poseas, es imposible que seas feliz.
¿Cuál es tu número?
En la antigua película Key Largo, Edward G. Robinson, en el rol que lo definió, actúa como un gánster cuya vida está llena de violencia y engaño. En la película tiene como rehén a una familia. Alguien la pregunta qué es lo que lo hace vivir este tipo de vida y, a pesar de intentar responder, Robinson no logra hacerlo. Entonces, uno de los rehenes, personificado por Humphrey Bogart, sugiere una respuesta: “Sé lo que quieres. Quieres más”. La cara de Robinson se ilumina y dice: “¡Sí! ¡Es eso! Eso es lo que quiero, quiero más”.
En la película «Wall Street: El dinero nunca duerme«, de Oliver Stone, la cual captura lo que motiva a quienes están dispuestos a destruir a sus amigos y familias en su búsqueda por obtener riqueza ilimitada. En un encuentro entre el joven Jake (Shia LaBeouf) y el megalómano Bretton James (Josh Brolin), Jake le pregunta a Bretton, quien ya había causado el suicidio de un competidor y la destrucción de otra firma con rumores falsos: “Entonces, ¿cuál es tu número?”.
Cuando ve que Bretton no entendió la pregunta, Jake le explica que todo el mundo tiene un número muy exagerado de lo que representa el éxito máximo, la posibilidad de salirse de la carrera sabiendo que él es el ganador. “Entonces, ¿cuál es tu número?”, repite Jake. Bretton piensa y, después de unos momentos de silencio, responde con una palabra: “Más”.
El deseo de tener más es nuestro ídolo contemporáneo, y al adorarlo nos ponemos en riesgo a nosotros mismos.
Lamentablemente también hemos traspasado a nuestras vidas privadas esta idea de que sólo algo más nuevo y diferente nos traerá alegría.
Muchos estudios han demostrado que el secreto para un matrimonio feliz es la capacidad de sentirse satisfecho con la pareja a pesar de su falta de perfección. El amor verdadero no viene de encontrar a la persona perfecta, sino que viene de aprender a ver a una persona imperfecta como perfecta. Mi padre le decía a la gente que él tenía la esposa más hermosa, la mejor cocinera del mundo, la mejor madre para sus hijos. ¿Creía realmente que mi madre era la mujer más sobresaliente del mundo? Sí, lo creía, porque eligió ignorar sus defectos y enfatizar sus virtudes. No le interesaba tener más; sabía que la mujer con la que se había casado era un regalo de Dios.
La tasa actual de divorcio es una prueba de las consecuencias de idolatrar a más. “¿Por qué debería estar satisfecho con esta persona si puede que haya alguien más nuevo o mejor? Podría tener más que lo que tengo ahora”.
Creer que más lleva automáticamente a la alegría nos condena a una persecución infinita, mientras ignoramos los aspectos de la vida que realmente le dan significado y alegría.
Pero podemos dejar de ser los creadores de nuestra infelicidad si reemplazamos nuestra demanda insaciable de más por la consciencia de que tenemos más que suficiente.
Kurt Vonnegut y el novelista Joseph Heller estaban en una ocasión conversando en una fiesta que era brindada por un millonario director de un fondo de inversiones. Vonnegut señaló que su rico anfitrión había ganado más dinero en un día que la suma de todas las ganancias que había tenido Heller gracias a su celebrada novela Trampa-22.
Heller respondió: “Sí, pero yo tengo algo que él nunca tendrá: suficiente”.

LA TORAH: EL TESORO DEL ETERNO PARA NOSOTROS.

Por David Nesher

Muchas personas dicen: «Si me encontrara un tesoro, yo sería millonario. Podría vivir cómodo el resto de mi vida«. Otras dicen: «Si me encontrara un tesoro, lo compartiría con los más necesitados«.

¿Saben qué?… ¡Ya encontramos el tesoro más valioso del mundo! Úsalo y vivirás cómodo el resto de tus días.

En él encontrarás muchas promesas del Rey de Reyes: sanidad, vida eterna (1Jn. 2:25), provisión, cielo nuevo y tierra nueva (2Ped. 3:13), entre tantas otras promesas.

Ya que encontraste el tesoro más valioso del mundo, compártelo con los demás, compártelo con los más necesitados.

 

La TORAH (Instrucción) del Eterno es nuestro tesoro. Es la herencia que nos dejó nuestro Padre (Abba) celestial.

La TORAH da libertad. «Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:32). Cuando uno vive una vida pecaminosa, se convierte en esclavo del pecado. Cuando nos volvemos al Mesías (la Torah encarnada) y pedimos perdón, Él nos perdona. Y mientras mas leemos su Instrucción (Torah), más libres somos, porque ¡conocemos la verdad y la verdad nos hará libres!

La Palabra de Dios (Torah) es un manual. He escuchado a muchas personas decir: «Si la vida trajera un manual, no tendría tantos problemas.» «Si los hijos vinieran con un manual, todo sería más fácil.» A ellos les tengo buenas noticias… Claro que hay un manual: ¡LA TORAH! Ella nos dice cómo ser padres exitosos, hijos excelentes, esposos y esposas justos.

La Palabra de Dios (Torah) es valiosa. Para el mundo, el oro, la plata y las perlas preciosas son de gran valor. Así debe ser la Torah para nosotros. Tiene que ser extremadamente valiosa; más que el oro, la plata y perlas preciosas. Porque en la Torah del Eterno Dios encontramos TODO lo que necesitamos saber. Sal. 119:72 dice: «Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata«.

Por todas éstas razones y muchas más, ¡LA TORAH ES NUESTRO TESORO!

 «El que aparta su oído para no oír la Torah, su oración también es abominables«

 

(Proverbios 28:9).

Bitácoras Relacionadas para profundizar en la Torah:

¿Para qué sirve el Ayuno?

 Cuando ayunamos, negarnos la comida y la bebida nos ayuda a quitarnos las capas exteriores de nuestra personalidad, y a reconocer por fin qué cosas son realmente importantes para nosotros. Durante el resto del año es fácil engañarnos a nosotros mismos. ¿Para qué vivimos? ¿Acaso ese delicioso almuerzo es lo que le trae verdadera felicidad a mi vida?

Pero cuando vivimos sin esas comodidades, podemos hacer una introspección más profunda. ¿Qué es lo que realmente le da significado a mi vida? ¿Qué es realmente importante para mí? Cuando disfrutamos lo superficial podemos distraernos con ello; cuando tenemos que dejar lo superficial de lado, podemos ver más allá y reconocer qué es lo que realmente nos importa. Este ejercicio psíquico-pneumático se denomina teshuvá (arrepentimiento o regreso).

Entonces, el primer paso hacia el arrepentimiento es el ayuno. Minimizamos nuestros placeres físicos, las cosas que generalmente creemos que nos hacen disfrutar de la vida. En cierto sentido esto es hacer duelo por la pérdida, pero también nos ayuda a reordenar nuestras prioridades: a quitar lo secundario y a entender la esencia de la vida. Al negar lo físico reconocemos que, en esencia, somos personas espirituales. Las comodidades mundanas son sólo un medio hacia la felicidad, no el objetivo.

Después, cuando ya hemos absorbido este mensaje básico, podemos hacer el duro trabajo del arrepentimiento. Podemos analizar con cuidado nuestro comportamiento y encontrar lo que hicimos bien y lo que necesita ser mejorado. El primer paso es conocerse a uno mismo, observar más allá de las comodidades y las superficialidades en las que tan a menudo nos encontramos sumergidos y darnos cuenta de quiénes somos en realidad.

Sentir hambre en un nivel físico nos ayuda a acceder al concepto de “deseo” y “necesidad” en un nivel espiritual. La exigencia del ayuno en los días en que se necesita arrepentimiento nos ayuda a activar el anhelo que tenemos de andar por una senda que conduce a un mundo mejor. Cuando esta herramienta es utilizada, en lugar de ignorada, puede estimular nuestra teshuvá  (regreso).

Ayunar es difícil, pero es esta dificultad la que nos da la oportunidad de conectarnos con el Eterno de un modo más poderoso. La sublimación de nuestro deseo de comer en favor de la orden de ayunar es una ofrenda en sí misma. Además, aprovechar el vacío que crea el ayuno para llegar a un nivel más profundo de arrepentimiento, junto con el sacrificio que podemos “ofrecerle” a Dios, convierte al ayuno en una oportunidad preciosa para conectarnos con la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta (Romanos 1:3).

Las Tres Reglas de la Fe (Emunah)

La fe (en hebreo: emunah) es una convicción innata que el Eterno otorga en Su gracia benevolente a sus hijos (Efesios 2: 8; Heb. 11:1). Es una percepción extrasensorial de la verdad que trasciende la razón, más que evadirla. Así, la sabiduría, el entendimiento y el conocimiento pueden mejorar la genuina emunah, pero jamás conformarla.
 

Pero la más grande vitamina que uno puede proveerle a la emunah es simplemente el ejercicio. De hecho, en hebreo, la palabra “artesano” se dice umán (que deriva de la misma raíz que emunah), porque esta persona practicó su artesanía una y otra vez hasta que se volvió para ella algo natural. De la misma manera, la emunah crece y se profundiza a medida que uno se va acostumbrando a ver todos los fenómenos de la vida como manifestaciones de la presencia y la gloria del Creador. Sin embargo, la emunah se fortalece muchísimo más cuando es puesta a prueba y logra pasar esas pruebas y, mucho más, al sacrificar cosas en la vida en aras de tu emunah.

 
La expresión emunah (fe obediente) en verdad debe traducirse como certeza o convicción que produce confianza (hbr. Bitajón).En el concepto hebreo no existe ni la «fe ni el creer«, como se entiende en el occidente greco-romano, sino solo la lealtad, fidelidad, o firmeza en la verdad.
 
 
Desde esta concepción hebrea se entiende que la fe obediente se divide en tres niveles principales que denominamos las “Tres Reglas de la Fe”:
 
 
1) El nivel básico de la fe – Siempre asegura: “Así el Creador quiere”. Se trata de la firme creencia que todo lo que al hombre le sucede proviene del Creador quien ejerce Su perfecta Supervisión sobre cada una de las circunstancias, inclusive en el más pequeño y aparentemente insignificante acontecimiento.
 
 
2) El nivel intermedio de la fe – Siempre confiesa: “Todo es para bien”. Se trata de la firme creencia que la Supervisión del Creador es siempre y sólo dirigida hacia el bien, y de por sí, todo lo que le sucede al hombre y todo lo que le sucederá – “Todo es para bien” tal como lo asegura Romanos 8:28.
 
 
3) El nivel superior de la fe – Siempre consulta: “¿Qué quiere el Creador de mí?”. Se trata de la firme creencia que hay un objetivo específico en cada cosa que el Creador hace, y por lo tanto, el hombre debe buscar cómo conocer y conectarse al Eterno y Todopoderoso Dios en todo lo que le sucede.
 
 
Estos tres niveles son realmente una sola cosa ya que la fe es una totalidad. Simplemente, la fe es la convicción que “No hay nada más fuera de Él” (Deuteronomio 4:35), y todo lo que sucede en el Universo está bajo Su Supervisión Individual. Debido a que la razón principal del Creador al crear el universo es otorgar Su Bondad a todas Sus criaturas, todo lo que Él hace es para bien. El Creador no hace nada arbitrariamente, cada una de Sus obras tiene una específica razón fundamental y un objetivo: enseñar a las criaturas a conocerlo y conectarse a Él por medio de un ser humanos redimido y mesiánico.

¡Solamente Esfuérzate!

Hubo una vez un jovencito que vivió una de las vidas más miserables. Huérfano antes de los tres años; fue recogido por extraños. 

Fue expulsado del colegio, sufrió la pobreza y como resultado de heredar debilidad física, desarrolló un serio problema en el corazón siendo adolescente. 

Su amada esposa murió al comienzo de su matrimonio. 

Vivió como un inválido la mayor parte de su vida adulta, y murió a la joven edad de cuarenta años. Según todas las apariencias, él fue derrotado por la vida y sentenciado a ser olvidado por la historia.

Aún así, nunca dejó de intentar expresarse y alcanzar el éxito durante los veinte años de vida de carrera activa. En ese período, él produjo algunos de los más brillantes artículos, ensayos y críticas que se hayan escrito jamás. Su poesía aún se lee extensamente y la estudian casi todos los estudiantes de las escuelas superiores de los Estados Unidos. Sus cuentos son cortos e historias de detectives famosos.
Uno de sus poemas, exhibido en la famosa Biblioteca de Huntington en California, ha sido valorado en más de cincuenta mil dólares, mucho más de lo que este joven ganara en toda su vida.
¿Su nombre? Edgar Allan Poe.
¡Las circunstancias no afectan tus oportunidades para el éxito tanto como tu nivel de esfuerzo!
La necesidad mayor del mundo es la visión. 

No hay situaciones desesperadas, solo personas que piensan de forma desesperada.
¡Se fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Josué 1:9

El Rey sin Dientes

«La boca del justo imparte sabiduría,y su lengua emite justicia».

(Salmo 37:30)

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. 
Después de despertar, mandó a llamar a un adivino para que interpretase su sueño.
¡Qué desgracia, mi Señor!” exclamó el adivino, “cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad”.
¡Qué insolencia!” gritó el Sultán enfurecido, “¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!” Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó lo que había soñado. Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: “¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada… ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes!
Entonces, se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro».
Recuerda bien, amigo mío”, respondió el segundo adivino, “que todo depende de la forma en el decir… uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse”.
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma conque debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
«Que refrene su lengua de hablar el maly sus labios de proferir engaños».
(Salmo 34:13)
«Su propia lengua será su ruina,y quien los vea se burlará de ellos». 
(Salmo 54:8)

¿Para qué sirve un minuto?

«Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol…» 

Eclesiastés 3:1-8

 

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.
Un minuto sirve para escuchar el silencio.
Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar , esperar, creer, vencer y ser.
En un minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.
Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.
Minutos…….. cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos ” es un minuto” que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.
Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a vivir la vida intensamente.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que ”sí no es hoy, será mañana“.
Recuerda que tu tiempo es hoy.
La vida es hoy.
Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

Autora:María Julia La Fuente .

 

¡Por favor, No Olvide ser agradecido!

«Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos». 
(Colosenses 3:15)
Seamos agradecidos de que todavía no tenemos todo lo que deseamos; si así fuese, ¿qué nos motivaría a seguir adelante?

Seamos agradecidos cuando no sabemos algo porque nos da la oportunidad de aprender.

Seamos agradecidos por los tiempos difíciles ya que en medio de ellos, crecemos.

Seamos agradecidos por nuestras limitaciones ya que nos dan oportunidad de mejorar.

Seamos agradecidos por cada nuevo desafío porque edifica nuestro carácter y nos fortalece.

Seamos agradecidos por nuestros errores ya que nos enseñan valiosas lecciones.

Seamos agradecidos cuando estemos cansados y desgastados porque significa que hemos hecho una diferencia.

Es fácil estar agradecidos por las cosas buenas. Una vida de
ricos logros sólo alcanza a quienes también son agradecidos por los
reveses.

La gratitud puede tornar algo negativo en algo positivo.
Hallemos la manera de estar agradecidos por nuestras dificultades y se
convertirán en nuestras bendiciones.

Perder el agradecimiento en la
vida, es perder el fuego que puede encender nuestro espíritu hacia las
cosas más bellas y únicas.

«Ni se mostraron agradecidos con la casa de Jerobaal, el cual
es Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel». 
(Jueces
8:35)

Los ojos de Yahvéh sobre sus siervos

“Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, éste me servirá”. 
Salmo 101:6
Si David habló de esta manera, podemos estar seguros de que el Hijo de David piensa de la misma forma. Jesús busca hombres fieles, y fija Sus ojos en ellos, para observarlos, para sacarlos adelante, para animarlos, y para recompensarlos. Ningún hombre de corazón sincero debe pensar que no es tomado en cuenta; el propio Rey tiene puestos Sus ojos en él.
Hay dos resultados que se derivan de esta noticia real. Primero leemos, “para que estén conmigo.” Jesús lleva a los fieles a Su casa, los coloca en Su palacio, los hace Sus compañeros y se deleita en su compañía. Hemos de ser fieles a nuestro Señor, y Él mismo se manifestará luego a nosotros. Cuando nuestra fidelidad nos cueste más, será más recompensada; entre más furiosamente nos rechacen los hombres, más gozosamente nos recibirá el Señor.
Además, Él dice del hombre sincero, “éste me servirá”. Jesús usará para Su propia gloria a aquellos que desprecian los ardides de la política, y le son fieles a Él, a Su Palabra, y a Su Cruz. Estos estarán en Su séquito real, y serán los honrados siervos de Su Majestad. La comunión y la utilidad son la paga de la fidelidad. Señor, hazme fiel, para que habite contigo y te sirva.

Tomado de «La Chequera del Banco de la Fe». Traducción de Allan Román

Utilizando lo que está Roto

«Él sana a los de roto corazón, y venda sus heridas».

Salmos 147: 3
En el palacio real de Teherán, en Irán, puede verse uno de
los más hermoso trabajos en mosaico del mundo. Los techos y paredes
resplandecen como diamantes en reflejos multifacéticos.
Originalmente, cuando fue diseñado, el arquitecto hizo
colocar grandes paneles de espejos en las paredes. 
Cuando llegó el
primer embarque desde París, encontraron horrorizados que los espejos
estaban rotos. El contratista los tiró a la basura y le llevó las
tristes nuevas al arquitecto. De forma sorprendente, el arquitecto
ordenó que se recogiesen todos los trozos rotos, los rompió en pequeños
pedazos y los pegó en las paredes para convertirlas en un mosaico de
plateados, brillantes, espejados trozos de vidrio.
Saber sacar lo mejor de lo peor es un arte que se aprende con la madurez que traen los aparentes fracasos.
Es
extremadamente raro encontrar en los grandes museos del mundo objetos
antiguos que no estén rotos. En realidad, algunas de las piezas más
preciadas del mundo son sólo fragmentos que permanecen como un sagrado
recuerdo de un glorioso pasado.
Recuerda bien esta fórmula de vida: ¡Quebrarse para embellecerse! Es posible convertir sus cicatrices en estrellas. Es posible mejorar a causa del quebranto. 
¡Nunca debemos subestimar el poder de Dios para reparar y restaurar!

Las Perlas del Dolor

Qué hermosas son las perlas. Aun así debemos saber que son producto del dolor. 
Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de
arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede
producir perlas…
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y
cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de
nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante
perla. 
Teniendo en cuenta este dato:
  • ¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
  • ¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
  • ¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
  • ¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
  • ¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
  • ¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
  • ¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
  • ¿No te valoran como realmente lo mereces?
Entonces, perdona y haz de tu herida una perla. 
Cubre tus heridas con varias
capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor
sentirás. Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá
abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la
amargura y peor aún, nunca cicatrizará. 
En nuestra sociedad, podemos ver muchas
«ostras vacías» no porque no hayan sido heridas, sino porque no
supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.
Y recuerda siempre que “una perla es… una herida sanada por el amor»

DOS HOMBRES

Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma sala de un hospital.
A uno se le permitía sentarse en su cama por una hora cada tarde para ayudar a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación.
El otro hombre tenía que estar todo el tiempo en el plano de su espalda.
Los hombres hablaban durante horas y horas. Hablaban de sus mujeres y sus familias, su hogares, sus trabajos, su participación en la servicio militar, donde habían estado en vacaciones.
Todas las tardes, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver fuera de la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a desear los períodos de un hora en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior.
La ventana, de acuerdo a la descripción, daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras que los niños hacían sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano entre flores de todos los colores y una buena vista del horizonte de la ciudad podía verse en la distancia. A medida que el hombre de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, el hombre al otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la pintoresca escena.
Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describe un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda – podía ver con el ojo de su mente como el hombre de la ventana representada con palabras descriptivas.
Días, semanas pasaron con la misma situación. Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para sus cuartos de baño sólo para encontrar el cuerpo sin vida del hombre de la ventana , que había muerto pacíficamente mientras dormía.
Ella se entristeció y llamó al asistente del hospital para llevarse el cuerpo.
Tan pronto como le pareció apropiado , el otro hombre preguntó si podía ser trasladado junto a la ventana.
La enfermera estaba feliz de hacer el cambio, y después de asegurarse de que estaba cómodo, salió él solo. Lentamente, dolorosamente, se apoyó en un codo para lanzar su primera mirada en el mundo real que había afuera. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana además de la cama. La sorpresa que se llevó fue indescriptible, la ventana daba a una pared en blanco.
El hombre preguntó a la enfermera qué podría tener motivado a su compañero fallecido, para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana que en verdad no existían.
La enfermera respondió que aquel varón era ciego y ni siquiera podía ver la pared.
Ella dijo: «¡Tal vez sólo quería animarlo a usted!»
Epílogo:
 
Hay una tremenda felicidad en hacer que los demás sean felices, a pesar de nuestras propias situaciones.
El dolor compartido es la mitad de la pena, pero la felicidad cuando se comparte, es doble.
Si usted quiere sentirse rico, solo cuente todas las cosas que usted tiene que el dinero no puede comprar.

El Valor de la Amistad en el Reinado del Eterno Dios

P.A. David Nesher

El valor de la verdadera amistad, de la que todos nosotros tenemos conciencia en las diversas etapas de nuestra existencia, es uno de los principales tesoros con los que nos podemos encontrar en la vida, pues todos necesitamos sentirnos reconocidos y valorados por otros, aunque para ello el mejor camino es tratar de superar mi egoísmo, reconociendo y valorando a los otros.

La amistad es una de las experiencias más fundantes y enriquecedoras en la vida de las personas. En este tiempo me he dado cuenta que es en la etapa de la juventud cuando se manifiesta con toda su fuerza y vigor y, justamente, es en este momento donde se suelen forjar las amistades que van a  permanecer a lo largo de nuestra vida.

Por ello, si queremos tener amigos, es indudable que, como generalmente el otro piensa de mí lo que yo pienso de él, procuremos apreciar al otro u otros.

El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define así la amistad: “Afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato”.
El escritor C.S. Lewis define a este afecto humano así:

La amistad no es una recompensa por nuestra capacidad de elegir y por nuestro buen gusto de encontrarnos unos a otros, es el instrumento mediante el cual Dios revela a cada uno las bellezas de todos los demás, que no son mayores que las bellezas de miles de otros hombres; por medio de la amistad Dios nos abre los ojos ante ellas. Como todas las bellezas, éstas proceden de él, y luego en una buena amistad, las acrecienta por medio de la amistad misma, de modo que éste es su instrumento tanto para crear una amistad como para hacer que se manifieste.

Nos damos cuenta que la amistad entre los seres humanos es un lazo de poder tan maravilloso que no sólo es uno de los grandes valores humanos, sino también permite a las Sagradas Escrituras (la Biblia) expresar lo que el Eterno Dios quiere ser para nosotros: un amigo. Sin duda el Eterno Dios nos revela su amor a través de la experiencia de la amistad. Jesús mismo, en su misión mesiánica terrena, llama a amigos (y ya no siervos) a los suyos, resaltando con ello, su vínculo de amor incondicional.

La amistad es una de nuestras mayores necesidades y el afecto que se dispensa a los amigos es uno de los mejores sentimientos humanos. Es tan así de fuerte e importante este valor que en las Sagradas Escrituras Abraham es llamado amigo por el Eterno mismo (Is 41:8), así como Moisés (Ex 33:11), e incluso el pueblo (Jer 2:2). También las Escrituras nos hablan de la profunda amistad desarrollada entre Jonatán y David (1 Sam. 18:1). Estos dos hombres se preocuparon realmente el uno por el otro y se tuvieron mucha confianza. David estaba huyendo del padre de Jonatán, Saúl. Jonatán reconocía que David era inocente. Debido a la amistad verdadera que compartieron, David sobrevivió los intentos de asesinato de Saúl y llegó a ser uno de los más grandes reyes de Israel. Estos detalles de verdadera amistad marcaron tanto a estos dos varones, que hicieron que David lamentara profundamente la muerte de su amigo (2 Sam. 1:25-26).

Pero la amistad, al mismo tiempo que importante y maravillosa, es algo difícil, raro y delicado. Difícil, porque no es una moneda que se encuentra por la calle y hay que buscarla tan apasionadamente como un tesoro. Rara porque no abunda: se pueden tener muchos compañeros, abundantes camaradas, pero nunca pueden ser muchos los amigos. Y delicada porque precisa de determinados ambientes para nacer, especiales cuidados para ser cultivada, minuciosas atenciones para que crezca y nunca se degrade.

Considerando todo lo dicho hasta aquí, conviene entonces hacernos algunas preguntas que nos permitan meditar este tema a la Luz misma de la Palabra de Dios. ¿Qué hace diferentes de los demás a los amigos? ¿Qué significa tener amigos? ¿Qué clase de amistades deberíamos buscar y cultivar?

Las Sagradas Escrituras, nos invitan a buscar los modelos de amistad y a descubrir en nosotros nuestras debilidades frente nuestros amigos, por ello, los invito a reflexionar al respecto, contemplando en la Escrituras lo que se nos ha revelado de este sentimiento de amor que llamamos amistad.

Hay algunas reglas de la amistad que debemos conocer y poner por obra si vamos a disfrutar de buenas amistades. La Biblia nos enseña como ser buenos amigos. “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano”. (Proverbios 18:29. La expresión «mostrarse amigo«da la idea de tener interés en el bienestar de los demás. Es tomar tiempo de escuchar a ellos relatar los asuntos de su vida. Es hacer preguntas sobre su pasado, presente y anhelos para el futuro.

En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17). Verdaderamente los tiempos de angustia sirven para manifestar quienes son nuestros verdaderos amigos. En todo tiempo ellos van a estar a nuestro lado. Si angustias vienen por causa de nuestra maldad, nuestros verdaderos amigos van a estar a nuestro lado, tal vez no para defendernos sino para corregirnos, ayudarnos en aprender de la experiencia y ayudarnos en reconciliarnos con la persona ofendida y dañada. A su vez, debemos saber respetar el consejo de nuestros amigos. Si ellos nos retan, es porque nos quieren y quieren lo mejor para nosotros.

Nos conviene formar amistades entre los sabios y aprender de ellos. “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios 13:20). «Anda» denota una dirección y destino comunes. Las amistades indican el rumbo que está tomando nuestra vida, y es el camino al reino de Dios el que debería determinar nuestras amistades. Nuestros amigos son para defendernos cuando sufrimos injusticias y para corregirnos cuando hacemos mal. Si no aceptamos su corrección es muy posible que perderemos su amistad. Debemos saber quienes son nuestros verdaderos amigos y aceptar su consejo aun cuando requiere que nos humillemos y que pidamos perdón.

El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos” (Proverbios 27:9-10). Muchas veces hay tentación de dejar a un amigo si no nos gusta su consejo.

Las riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es apartado de su amigo” (Proverbios 19:4). Jamás debemos abandonar un amigo si él cae en pobreza. ¡“Un amigo se ama en todo tiempo”!

Muchos buscan el favor del generoso, y cada uno es amigo del hombre que da” (Proverbios 19:6). Si compramos a nuestros amigos, los perderemos cuando lleguemos al fin de nuestros recursos. Debemos estar dispuesto a compartir con nuestros amigos cuando tienen necesidades. A su vez, debemos rogar al Eterno Dios que él nos de discernimiento en saber quienes son nuestros amigos únicamente porque ellos quieren aprovecharse de nosotros, mientras estamos bien económicamente.

Evidentemente, hay personas cuya amistad no deberíamos cultivar, sin importarnos lo mucho que nos interesen en ciertos aspectos. Tales personas son descritas en forma detallada, por el apóstol Pablo, en la primera epístola a los Corintios:
«No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.«
(1 Corintios 6:9,10)

Estos son amigos indeseables. Recordemos la prevención escritural: «Las malas conversaciones [amistades] corrompen las buenas costumbres» (1 Corintios 15:33). En otras palabras, nadie puede jugar con el fuego sin quemarse.

Proverbios 18:19 en la Traducción New Living dice: «Es más difícil reconciliarse con un amigo ofendido que capturar a una ciudad fortificada». Las contiendas separan a los amigos como una puerta asegurada con barras de hierro. Cuando hemos ofendido a un amigo verdadero – ya sea por traicionar su confianza o por hablar la verdad en amor – arriesgamos perder esa amistad. Debemos tener cuidado de no traicionar la confianza. Pero cuando el no decir la verdad va a causar más dolor en la vida de nuestro amigo, debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras necesidades por las de nuestro amigo. Esta es la verdadera amistad.

Si a veces ofendemos a un amigo sin querer, la Palabra de Dios ofrece una solución. Se llama perdón. No hay mejor ejemplo que el amor de Dios por nosotros. Es tan grande, que dio a Su unigénito Hijo, Jesucristo, para que nuestra amistad con Dios pudiera ser restaurada. Lo hizo a pesar del hecho de que lo habíamos ofendido profundamente. Hemos desobedecido Sus mandamientos, le hemos dado la espalda, y buscado nuestro propio camino. Así que la pregunta permanece: ¿Qué tipo de amigo quiere ser? La verdadera amistad cristiana perdona.

Por todo esto, no queda la menor duda que la verdadera amistad mira el corazón, no sólo al «envoltorio.» La amistad verdadera ama por amar, no por lo que pueda recibir. La verdadera amistad es desafiante y emocionante al mismo tiempo. Se arriesga, pasa por alto los errores, y ama incondicionalmente, pero también involucra ser veraz, aunque duela. La amistad verdadera, también llamada amor «agape,» viene del Señor. El Señor Jesús nos llama Sus amigos y dio Su vida por nosotros (Juan 15).

La noche que iba ser entregado y después de lavarle los pies a cada uno de ellos, les dijo, entre otras cosas: «Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer» (Juan 15:15). Estas palabras llevan toda la carga emotiva del momento en que fueron dichas. Casi al terminar su ministerio, el Señor les eleva considerándoles sus amigos, no sus siervos. Ellos nunca se hubiesen atrevido a pensar de sí mismos como amigos suyos, ni siquiera ahora después de tres años y medio de estar con él. Pero él, en su grandeza y magnanimidad, los acerca tanto a sí mismo, que los llama sus amigos.

¿Qué diferencia hay entre un amigo y un siervo? Mucha, sin duda. En los tiempos bíblicos había incluso más diferencia que hoy. El siervo llegaba a la puerta de la casa del amo, y recibía órdenes que luego se apresuraba a cumplir. El amigo, en cambio, entraba a la casa, se sentaba con el amo, y compartía con él la comida, la sobremesa, y, además, sus planes y proyectos.

De acuerdo a las palabras del Señor, la diferencia entre ambos está en el conocimiento. El siervo «no sabe lo que hace su señor»; en cambio, el amigo ha sido informado de todas las cosas.

Escribió el poeta francés Claude Mermet, «Los amigos son como melones, ¿Le diré por qué? Para encontrar uno bueno, debe probar cien.» Afortunadamente, no tenemos que buscar tanto para encontrar el mejor amigo. Su vida y amor se nos revelan en las páginas de los libros del Nuevo Pacto. Él nos será fiel en todas las circunstancias.
La pregunta es, ¿estamos nosotros dispuestos a mostrarle la misma devoción?
Si cada uno de nosotros, se da cuenta de que no ha sido el amigo de Jesús que necesita ser, ¡no es demasiado tarde cambiar! Recordemos que Jesús dijo: «Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.» Por esto, me gustaría animar a cada uno de Uds. a que llegue a ser un verdadero amigo de Jesús, obedeciendo Sus condiciones par que sea salvo de sus pecados (Jn. 8:24; Hch. 17:30; Hch. 8:36,37; Mr. 16:16; 1 Co. 15:1,2).

«Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando» (vv. 13,14).

Es por eso que podemos afirmar con toda certeza que Jesucristo es nuestro mejor amigo, el único que fue capaz de dar su vida por nosotros, siendo aún pecadores. Sólo nos pide una condición: hacer su voluntad (v. 14). La verdadera amistad demanda amor y obediencia. No se puede amar sin que eso implique fidelidad, obediencia. El amor no debe ser fingido, éste debe ser sincero, sin hipocresías. De ahí que el fruto del verdadero amor es la verdadera amistad.

Amistad significa entrega, donación al otro. El amigo sabe dar gratuitamente, regalar su tiempo, su compañía, sus fuerzas, su vida entera. Los evangelistas describen a Jesús “desviviéndose” por los demás, entregando lo mejor de sí mismo a todos. No busca su éxito, su prestigio o bienestar; es el amor lo que anima su vida entera. “El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos” (Mc 10:45). Su crucifixión no es sino la culminación de esa entrega. “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 13:1).

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La Biblia y sus 18 Versículos de la Amistad para homenajear a tus Amigos

He aquí algunos versículos de la Biblia acerca de amistad, ideal para compartir y bendecir a tus amigos y reflexionar acerca del compañerismo como beneficio que tenemos en el Mesías. (Todos los versos son Reina Valera Contemporánea).

  1. El justo sabe guiar a su prójimo; el impío le hace perder el camino. (Proverbios 12:26)
  2. Quien se junta con sabios, sabio se vuelve; quien se junta con necios, acaba mal. (Proverbios 13:20)
  3. El que es perverso provoca contiendas; el chismoso aparta a los mejores amigos. (Proverbios 16:28)
  4. El que perdona el pecado, busca afecto; el que lo divulga, aleja al amigo. (Proverbios 17:9)
  5. El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano.  (Proverbios 17:17)
  6. Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos. (Proverbios  18:24)
  7. No tengas nada que ver con gente violenta, ni te hagas amigo de gente agresiva, para que no imites su conducta y tú mismo te tiendas una trampa. (Proverbios 22:24-25)
  8. El bálsamo y el perfume alegran el corazón; los consejo del amigo alegran el alma. (Proverbios 27:9)
  9. El hierro se pule con el hierro, y el hombre se pule en el trato con su prójimo. (Proverbios 27:17)
  10. Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. (Eclesiastes 4:9-10)
  11. Éste es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado.  Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos.Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. (Juan 15:12-15)
  12. Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados. (Lucas 6:31)
  13. No se dejen engañar: las malas compañías corrompen las buenas costumbres.  (1 Corintios 15:33)
  14. Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás. (Romanos 12:10)
  15. Cuando no hay buen guía, la gente tropieza; la seguridad depende de los muchos consejeros. (Proverbios 11:14)
  16. Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. (1 Juan 4:7)
  17. ¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía! (Salmo 133.3)
  18. Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo. (Gálatas 6:2)

Consejos para el Ayuno de Yemei bein Hametsarim («Días entre Dificultades»)

Debemos tener en cuenta que esta disciplina es un ayuno espiritual de veintiún días. Aquellos que se embarcan en él siguen un ayuno similar al que el profeta Daniel realizó durante su exilio en Babilonia.
La esencia de éste es llevar a los seguidores de Yeshúa a una relación más cercana con Dios.
Durante estos días, se debe consumir solamente vegetales y agua como alimento único. En el transcurso de los veintiún días, está escrito que Daniel se abstuvo de consumir vino, carnes y otros alimentos, que eran servidos en cualquier mesa de Babilonia. Los adherentes que siguen el ayuno estrictamente sólo se permiten consumir frutas, vegetales y agua. Otros escogen un camino que permite ingerir alimentos que se cosechan como los granos y legumbres.
 
Los alimentos permitidos.
 
A diferencia del concepto tradicional de ayuno, que lo que permite en la dieta es sólo agua, el ayuno de Daniel te permite comer toda la comida que quieras, siempre y cuando te mantengas dentro de los límites.
Mientras que estés siguiendo el ayuno de Daniel, puedes comer frutas, frutos secos, semillas, verduras y legumbres. Esos son los únicos alimentos que Daniel comió durante su ayuno. También se puede comer cereales integrales, como avena y cebada, así como pescados.

Las directrices de Daniel no te permiten comer alimentos «valiosos», como el alimento azucarado, comida condimentada o alimentos procesados, aunque algunas pautas permiten los alimentos sazonados con hierbas frescas.

Recuerda que debes beber abundante agua. La pureza del cuerpo es uno de los aspectos fundamentales de este ayuno, y el agua potable, en lugar de bebidas azucaradas, té o café, ayudará a lograr la pureza. Esto puede ser la parte más difícil para algunas personas debido a la adicción a la cafeína o el azúcar. Los dolores de cabeza son un síntoma típico tanto de la abstinencia de cafeína como de la deshidratación, y beber más agua ayuda con ambas razones.

Bebidas.
 
Repito lo dicho en el párrafo anterior, si estás siguiendo el ayuno tal y como se describe en el libro de Daniel, la única bebida que puedes tener durante tu ayuno es el agua.
Justamente es muy importante aclarar que la hidratación es esencial en cualquier dieta. Cuando tomas parte de un ayuno parcial, el agua es un factor crítico. Ten en cuenta que la deshidratación frecuentemente se presenta en forma de hambre. Esto toma sentido, dado que muchos alimentos, especialmente las frutas y vegetales, están compuestos en su mayoría de agua. Bebe al menos dos litros de agua diariamente.

Si no acostumbras a beber suficiente agua, tu cuerpo podría desarrollar un patrón de almacenar agua. Esta retención de agua implica que tendrás un peso adicional no deseado.

Al incrementar el consumo de líquidos durante el ayuno de Daniel, estarás eliminando toxinas y enseñándole a tu cuerpo que no necesita retener el exceso de agua. Si bebes agua caliente con rodajas de limón durante tu día, en especial antes de comer, esto te ayudará a retener menos líquidos. Asegúrese de consumir agua filtrada y libre de químicos.

Algunas pautas permiten jugos de frutas y jugos de verduras siempre y cuando todo sea natural sin adición de sal, edulcorantes, conservantes u otros ingredientes artificiales.

El té de hierbas o té común, bebidas con cafeína o componentes similares (como el mate) y las bebidas azucaradas también están en contra de las directrices.

La leche está también fuera de los límites, ya que es un producto lácteo.

Preparación.

 
Los alimentos que consumas mientras estés en ayuno se deben cocinar lo menos posible. Frutas, verduras, frutos secos y semillas, por ejemplo, se pueden comer crudas o ligeramente cocidas al vapor.

Los alimentos no pueden ser fritos o rebozados. Nada de lo que comas debe ser cocinadas con grasa en absoluto, esto incluye la margarina, la manteca y la mantequilla, sin embargo, los aceites naturales, como el aceite de oliva, son permisibles.

Qué no puedes comer.
Las principales prohibiciones son carne y los productos lácteos, ya que proceden de animales.

También hay una prohibición de vino o bebidas alcohólicas fermentadas. La idea es comer sólo cosas que crecen de la tierra y que no se cambien de su estado original por el hombre. Sin embargo, no son las únicas restricciones.

También debes evitar el pan que se elabora con levadura. La razón de esto es a la vez espiritual y metafórico. Como parte del sacrificio rápido original, Daniel dijo que no iba a comer nada «alimentos agradable», porque estaba de luto. El pan es generalmente un alimento deseable, especialmente en las mesas argentinas.
Recordemos que en las Sagradas Escrituras, la levadura también se utiliza como una metáfora de pecado, así también cuando se rechaza la levadura, simbólicamente se rechaza el pecado.

Por último, se debe evitar cualquier alimento procesado. Algunos alimentos enlatados podrían estar bien, pero debes comprobar la etiqueta de los aditivos sintéticos o conservantes. En el corazón del ayuno de Daniel está la noción de comer sólo cosas que crecen de forma natural, por lo que cualquier comida creada en un laboratorio en vez de el campo estaría fuera de los límites.

Este ayuno te enseña a valorar los dolores de hambre.

Usualmente, cuando tenemos dolores de hambre, corremos a comernos un aperitivo o cualquier cosa que haga desaparecer estos dolores. Sabemos que un poco de información sobre estos dolores, le hará tomar en el futuro otras opciones.

Los dolores de hambre realmente significan que el cuerpo está utilizando sus reservas de grasa. Así que si quieres perder peso durante el ayuno de Daniel, entonces alégrate con estos dolores de hambre.

La deshidratación usualmente también envía unos mensajes al cerebro que son interpretados como dolores de hambre. La próxima vez, en vez de comer algo inmediatamente, ¡beba un gran vaso de agua y el dolor se irá rápidamente!

Además aproveche esos dolores como una alarma natural en el que el Espíritu Santo lo llama a orar. Retírese a un lugar solitario en el que pueda entrar en comunión con el Eterno Abba.

Considera tdo el tiempo por qué y para qué estás ayunando.
 
Debido a que está permitido comer, el ayuno de Daniel es atractivo para muchos que se sienten incómodos con una ruptura total de los alimentos. Sin embargo, existe el tiempo de compensación.

El ayuno de Daniel tiene una duración de 21 días, que puede ser una eternidad para alguien que está acostumbrado a beber café. Cuando el ayuno se pone difícil, recuerda que estás haciendo este sacrificio por una razón, y mantén esa razón cerca a tu corazón.

Si, como Daniel, estás ayunando porque estás de luto, debes orar acerca de tu situación.

Si estás buscando respuestas a un dilema difícil, debes meditar en la Torah (Instrucción) en busca de esas respuestas. Aprovecha este tiempo para volver a un compromiso profundo con las parashot (porciones) semanales de la Torah. Recuerda que el ayuno conlleva la idea celestial de que el alma humana ascienda en su conciencia mesiánica, por lo tanto, meditar las aliyá (ascensiones) cotidianas de las parashot permitirá que tu mente y corazón experimenten correctamente un mayor acercamiento al Eterno.

Si estás buscando la curación de tu cuerpo, toma consuelo en el hecho de que te estás purificando a través del ayuno.

El punto de un ayuno es reemplazar lo que estás ayunando con algo espiritual lo que te llevará más cerca de Dios.

Precauciones.

 
Debido a que es probable que estés alterando drásticamente tu dieta, puedes experimentar dolores de cabeza y otros síntomas leves.

Si no estás seguro acerca de los síntomas que tienes, consulta a tu médico.

Mientras hagas el ayuno de Daniel, considera tomar un suplemento vitamínico o mineral para asegurarte de recibir toda la nutrición que necesitas.

Como con cualquier ayuno, si tienes problemas de salud o preocupaciones, deberías consultar con un médico antes de comenzar.

Voluntad

Se dice que a una mujer, al caer enferma, le preguntaron si quería morir o vivir, a lo cual ella, muy segura, contestó:
Lo que Dios quiera«.
Pero -dijo uno de los presentes-, si Dios lo dejara a tu voluntad para decidir ¿qué escogerías?
Oh, si Dios me dejara a mí escoger yo lo volvería a dejar a él decidir».
Que actitud más digna de admirar la de esta bella dama..! Ella supo aceptar que el Eterno Dios tiene siempre la última palabra aún estando ella al borde de la muerte.
La voluntad de Yahvéh, el verdadero Dios, no es como jugar a la búsqueda del tesoro… en que el Eterno Dios la esconde y tú tratas de descubrir dónde está. Nuestra tarea no es encontrar la voluntad de Dios. Es tarea de Dios revelarla, y la nuestra es la de ser receptivos y estar listos para captarla y obedecerla en todos sus detalles. Las Sagradas Escrituras nos recuerdan que Él nos hará entender, y nos enseñará el camino en que debemos andar.(Salmos 32:8). ¡Nunca lo olvides!