Etica de Reino

Decálogo para romper los Lazos del Pesimismo

Por experiencia personal he aprendido que existen días en los que parece que nada sale bien o, al menos, las cosas no salen como habían sido planificado al despertar.  Es entonces  cuando nos sentimos completamente inútiles y nos vemos tentado a sumirnos en una profunda tristeza. Desde esta situación todo nos quiere conducir a la ira, que tampoco facilita nada, ya que desde ella caemos en el terrible lazo del lado negativo de la ira: el enojo (Ef. 4:26,31). En definitiva, terminamos mucho peor que como estábamos en ese primer instante de comenzar el día o la semana.

A continuación los invito a considerar un paquete de diez tips que han ayudado a muchos de los varones y mujeres que asisten a mis catequesis a fin de capacitarse para convertirse en seres exageradamente felices.

1º – Di en todo momento: «Esto también pasará»
Siempre debemos ser conscientes que en la vida todo va y viene, tanto lo bueno como lo malo. Las circunstancias son simples herramientas que el Eterno utiliza en su «taller celestial» para conducirnos a la forma final de Su propósito eterno.
En demasiadas ocasiones consideramos que si la cosa está mal, sólo puede ir a peor, y sin embargo, con la llamada de un nuevo día comenzamos a ver la realidad que nos con otros tonos.
Se trata de una idea que todos conocemos, pero que solemos olvidar bajo el peso de la ansiedad cotidiana. Así que antes de desesperarse quizá sea preferible respirar hondo y reposar nuestras
preocupaciones en la almohada, y despertar con una actitud certera que a los que a Dios aman todo ayuda a bien (Rm. 8:28).

2º – Recuerda lo que has conseguido
 

Con gran facilidad lo cotidiano nos conduce a los extremos y pensamos que somos las personas más incapaces del planeta cuando quizá el día anterior pensábamos que no había reto que se nos resistiese. Entendamos que esto no es tan así. Simplemente, debemos intentar que nuestra autoestima salga indemne de estos envites. No debemos pensar acerca de nosotros con más alto concepto de sí que el que debemos tener, ni tampoco con más bajo concepto (Rom. 12:2). ¿Cómo? Será muy útil pararse y escribir una lista de esas cinco metas que pensábamos que nunca alcanzaríamos y que, sin embargo, hemos superado. Es un buen recordatorio de que cuando queremos y, sobre todo, no nos ofuscamos, podemos.

3º – Especialízate en algo.


Tengamos en cuenta que conocer algo en profundidad puede ayudarnos a volver a arrancar en esos momentos en que nos sentimos atrapados. Encontrar algo que nos apasione, en lo que seamos buenos y que disfrutemos puede ser un buen bote salvavidas cuando el mundo parece, de la noche a la mañana, incomprensible y hostil.

 

4º -No te compares con los demás (porque quizá estén peor que tú).


La raíz de muchos de nuestros males se encuentra precisamente en mirar más al vecino que a nuestro propio hogar. Como es habitual, pensamos que lo que hacen los demás es siempre mejor y tendemos a olvidar que debajo de la apariencia de felicidad pueden latir problemas más serios de los que sospechamos. Siempre habrá algún campo en el que destaquemos por encima de los demás (aunque no lo parezca).

La Torah (Instrucción) del Eterno Dios ordena, «No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca» (Éx. 20:17) dando a entender lo peligroso que resulta estar comparándose con los demás.  Esta errada actitud puede conducirnos a los celos y de allí caer en la envidia que nos conducirá a causar en nuestro entorno los flagelos propios de la codicia humana.
El libro de los proverbios aborda las consecuencias de los celos y la envidia en varios pasajes. Proverbios 14:30 incluye las consecuencias físicas de la envidia: «Un corazón en paz le da vida al cuerpo, pero la envidia pudre los huesos«. Proverbios 27:4 enuncia: «Cruel es la ira, e impetuoso el furor, ¿más quién podrá sostenerse delante de los celos?» Los celos tienen una poderosa influencia que incluso puede eclipsar a otras emociones.
La epístola de Santiago, hermano de Yeshúa, incluye algunas de las advertencias más severas de la Biblia en contra de la envidia y los celos . Santiago 3:14-16 dice, «Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad… Porque donde hay celos y contención, habrá perturbación y toda obra perversa«. Este fuerte mandato advierte de las consecuencias devastadoras de los celos. También este apóstol enfatiza, «Deseáis y no tenéis, así que matáis. Codiciáis y no podéis alcanzar, entonces lucháis y combatís, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís sin recibir, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites» (Santiago 4:2-3). De nuevo, aunque el versículo emplea la palabra «codicia» en vez de «celos», el fuerte mensaje comunica una verdad similar.

5º – No quieras demasiado.


¿Conformismo? Quizá, pero solamente para la opinión de los obsesivos materialistas. Las Escrituras a esto lo llaman contentamiento y en verdad es un paradigma que permite el ejercicio de una higiene mental que nos permite mantenernos lejos de las metas inalcanzables cuya persecución tan sólo puede conducirnos a la frustración propia de la carrera frenética del materialismo  individualista.

«Tener contentamiento, junto con la piedad, es gran ganancia en la vida».
(1 Timoteo 6:6)

En Hebreos 13:5 el consejo apostólico nos dice que nuestras costumbres deben ser sin avaricia, «contentos con lo que tenéis ahora«. Alguno de ustedes estará preguntando: ¿Cómo puedo estar contento con lo que tengo ahora? Enseguida vemos el secreto: «Porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré«. Ésta es una excelente razón para no permitir que el descontento controle nuestra vida. ¡Dios mismo está con cada uno de nosotros! ¡Él conoce nuestras necesidades y sabe cuáles son los deseos de nuestro corazón. Al tomar la decisión de mantener el buen hábito del contentamiento, tenemos la plena confianza de que el Eterno Dios nos está apoyando con Su infinita Providencia.
Mantener unas expectativas adecuadas a nuestro momento vital, capacidad de esfuerzo y talento nos ahorrará unos cuantos disgustos y, en lugar de ponernos barreras, conseguirá conducirnos más lejos y promocionarnos a niveles de vida de calidad integral.
Pidámosle a Dios que vaya formando cada día su imagen en nosotras porque allí es donde encontraremos el contentamiento, ¡y eso sí que es una gran ganancia!

 

6º – Socializa y lo verás todo con otros ojos.


Todos necesitamos una cierta dosis de introspección de cuando en cuando, eso está claro. Pero a veces, este tiempo de reflexión es el equivalente al aislamiento que conduce indefectiblemente a la obsesión, la ansiedad y la depresión. Con levantar el teléfono y llamar a uno de nuestros hermanos en la fe y/o líderes mentores para contarle lo que nos atormenta tendremos mucho ganado.

 Pocas cosas mejores para la autoestima que un amistoso consejo a tiempo.

7º – La decepción forma parte de la vida.


El grupo de rock Rolling Stones cantaba «You Can’t Always Get What You Want» («no siempre podrás conseguir lo que quieres«), y cuanto antes lo aprendamos, mejor viviremos. A veces intentamos ir demasiado lejos con nuestros objetivos, y otras veces, simplemente no podemos conseguir lo que queremos, aunque sea asequible.

¿QUIÉN no se ha sentido decepcionado alguna vez? Hasta nuestro Padre celestial, Yahvéh Dios, ha pasado por esa dolorosa experiencia. Por ejemplo, aunque liberó a los israelitas de la esclavitud en Egipto y los bendijo abundantemente, la Biblia dice que ellos “vez tras vez ponían a Dios a prueba, y causaban dolor […] al Santo de Israel” (Salmo 78:41). Aun así, Yahvéh nunca dejó de ser el “Dios feliz” que el apóstol Pablo nos revela (1 Timoteo 1:11).
Aunque el Eterno Dios cuidó de la primera pareja humana, ellos fueron desagradecidos y se rebelaron (Génesis, capítulos 2 y 3). Con el tiempo, su hijo Caín desarrolló una mala actitud y, desoyendo las advertencias divinas, asesinó a su hermano (Génesis 4:1-8). ¿Puede imaginarse lo decepcionado que se sintió Yahvéh?
Sin embargo, aquel desengaño no le robó al Eterno su felicidad. ¿Por qué no? Porque se concentró en su propósito de llenar la Tierra de seres humanos mesiánicos y continuó manifestándose en Su Gracia para lograrlo (Juan 5:17). Con ese objetivo en mente, proporcionó el sacrificio de Cristo y estableció Su Reino (Mateo 6:9, 10; Romanos 5:18, 19). Yahvéh no se concentró en el problema, sino en la solución.
 La Palabra de Dios nos anima a concentrarnos en las cosas positivas, y no torturarnos pensando en lo que podría haber ocurrido o deberíamos haber hecho. En ella leemos:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad
(Filipenses 4:8).
La mayoría de nosotros solemos exagerar los aspectos negativos cuando sufrimos una decepción. Por ejemplo, nuestros esfuerzos por criar un hijo, obtener un empleo o predicar las buenas nuevas en un campo extranjero tal vez no den los frutos esperados. Puede que pensemos: “Soy un total fracaso”. Pero tal como el decepcionante comienzo de la familia humana no hizo de Dios un fracasado, nosotros no somos un fracaso solo porque las cosas no nos salgan bien a la primera (Deuteronomio 32:4, 5).
¡No huyamos de los sentimientos, pero tampoco pretendamos que guíen nuestra vida!

8º – Vence todo tipo de miedo.

 

La realidad del miedo no es tan solo lo que puede significar, sino el daño que puede hacer en nosotros. Vivir lleno de miedos puede paralizar todos los planes del Eterno Dios con nosotros. La Sagradas Escrituras (La Biblia) nos alienta diciendo:
«Porque Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio«.
(2 Timoteo 1:7)
Es decir, que todo tipo de miedo no viene del Eterno Dios, ni Su voluntad es que estemos angustiados, afligidos y menos temiendo a algo.
Sin embargo, algunas veces estamos temerosos; algunas veces este “espíritu de temor” nos vence, y para vencer este temor necesitamos confiar en y amar a Dios totalmente. Primera de Juan 4:18 nos dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” Sin embargo, nadie es perfecto, y el Eterno Dios lo sabe. Así que Él ha esparcido generosamente ánimo contra el temor a través de la Biblia.
Comenzando desde el libro del Génesis y continuando a través de toda la Biblia hasta el libro de Apocalipsis, Dios nos dice “No temas.”
Uno de los problemas que tiene este sentimiento de inseguridad e impotencia es que termina convirtiéndose en una profecía autocumplida en la que no sólo nos vemos incapaces de hacer lo que no sabemos, sino que terminamos fracasando en aquello en lo que éramos maestros.
Una estrategia para garantizarnos ese inyección de autoestima es localizar una de esas fobias que hemos arrastrado a lo largo de toda nuestra vida (miedo a las alturas, hablar en público) e intentar
hacerle frente. Si lo conseguimos, no sólo habremos superado un obstáculo, sino que recobraremos la confianza perdida. Incluso si fracasamos, el intento nos recordará que no somos unos cobardes.

9º – Haz algo nuevo.


Siempre tengamos en cuenta que el Eterno Dios es un creador, un innovador. Al final de la Biblia, en Apocalipsis 21:5, está escrito: El que estaba sentado en el trono dijo: “¡Yo hago nuevas todas las cosas!” Alabemos a Dios cuya misericordia es nueva cada mañana y quien nos asegura nuestro lugar en la nueva creación.

Todos estamos creados a la imagen de Dios (Imago Dei) y muchas personas muestran una gran creatividad. Podemos reconocer que el cambio es parte de la vida y aceptar ideas nuevas de las personas en nuestras comunidades. A menudo los jóvenes están llenos de ideas. Las personas mayores deben proporcionar la oportunidad para hablar sobre esas ideas y ayudar a los jóvenes a desarrollar respuestas a los desafíos con los que se enfrentarán más adelante en la vida. No todas las ideas nuevas son ideas buenas, de manera que es importante buscar consejo y probar las ideas nuevas para asegurarnos unos a otros que los cambios que ocurran sean consistentes con los propósitos incambiables del Eterno Dios.
Una reciente investigación señalaba que la felicidad tiene forma de “U”, es decir, que los momentos álgidos de la vida se encuentran a los 20 y a los 70 años. ¿Por qué a los veinte? Porque en ese momento, la mayor parte de experiencias que tenemos son vividas por primera vez y la vida parece ofrecer una infinita gama de posibilidades en el futuro. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, es cada vez más difícil escapar de la rutina y encontrar algo verdaderamente nuevo.
Cuando creamos que no somos capaces de hacer nada, busquemos algún reto que no nos hayamos planteado con anterioridad y afrontémoslo.

10º – Pasea.

¿Nada de lo anterior ha funcionado? Quizá todo sea tan fácil como salir a dar una vuelta y, de esa manera, desengrasar nuestra mente. Es una de las maneras más sencillas y baratas de acabar con la fatiga mental, tal y como demostró este mismo año un estudio realizado por la Universidad de Escocia, que indicaba que algunas de las peculiaridades de los paseos por el parque (como la
llamada “fascinación suave”) nos ayudaban a resetear nuestro cerebro y a recuperar la concentración. En definitiva, a volver al punto cero y
recuperar la confianza.

Después de exponer mi «decálogo» contra el pesimismo le digo a cada uno de ustedes:
Cuando hayas hecho todo por luchar, pero no puedas sostener más en alto la cabeza y el final de la lucha te deja cansado, derrotado, sangrando, aturdido, dolorido. ¡Ponte sobre tus pies, refúgiate en los brazos del Señor y sonríele a la derrota!

¡Esa es la verdadera manera de salir victorioso!

Cuando estés cansado de los duros golpes, y te hayas estrellado contra todo, y nadie te ofrezca una mano de ayuda; cuando ninguno de tus planes, tus mejores sueños salgan de la manera que planeaste, y hayas perdido toda la energía y estés dispuesto a renunciar y a abandonar todo porque la vida te resultado un fracaso…

 ¡Anda, comienza de nuevo!

Tus Problemas dentro de 10 años

Cuando el cielo esté gris, acuérdate cuando lo viste profundamente azul.

Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.

Cuando sufras una temporal derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros.

Cuando necesites amor, revive tus experiencias de afecto y ternura.

Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.

Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos
que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti
han brotado.

Si esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.

Alégrate por lo bueno que tienes y por lo bueno de los
demás, acéptalos tal cual son; desecha los recuerdos tristes y
dolorosos, y sobre todo no tengas ningún rencor, no te lastimes más.

Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.

Recorre tu vida, detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez.

Visualiza aquel atardecer que te emocionó. Revive esa
caricia espontánea que se te dio. 

Disfruta nuevamente de la paz que ya
has conocido, piensa y vive bien.

Allí en tu mente están guardadas todas las imagines; ¡Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!

No hay carga que se nos de y no tengamos la capacidad de llevar.

Busca siempre vivir el presente aprendiendo del pasado, no cargues con situaciones y problemas que ya han pasado.

Piensa en esto:

¿Cuál era tu mayor problema hace 10 años? Probablemente ahora sea nada.

Ahora, si dentro de 10 años tus problemas actuales no van ha ser nada, ¿Por qué vivir tristes por ellos?

Por sobre todo, acuérdate de tu Creador. Él siempre se acuerda de ti.

Autor Desconocido.

¡Todos son Importantes!

«Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos». 
(-Mateo 18:10)
Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa.
Leí rápidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la última: «¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?».
Pensé que seguramente era una broma. Había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero ¿como iba yo a saber su nombre?.
Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. «Absolutamente», dijo el profesor.
En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son significantes y merecen tener vuestra atención, aun sólo si ustedes les sonríen y dicen «Hola».
Yo nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dora.
….Y usted, ¿sabe el nombre de las personas que lo sirven?
Autor: Anónimo
Y el Rey les dirá: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.» -Mateo 25,40

“No juzgues a un libro por su portada”,… ¡Cuidado con las apariencias!

No es la primera ni la última vez que nos encontraremos con un caso de discriminación racial, pasa en todo ámbito de cosas: deporte, trabajo, vida diaria, etc.
El racismo, la xenofobia y la #intolerancia son problemas frecuentes en todas las sociedades. Todos y cada uno de nosotros jugamos un papel ya sea contribuyendo o rompiendo los prejuicios raciales y las actitudes intolerantes.
Mira este video y aprenderás una gran lección:
Resulta que la Biblia nos advierte sobre esto y nos explica porque se nos facilita tanto ser engañados por como se ven las cosas:
     «Y Yahwéh respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Yahwéh no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Yahwéh mira el corazón». 
(1 Samuel 16:7)
Es muy sencillo dejarse llevar por lo que nuestros ojos nos muestran, pues es lo que se “VE” real… Pero la verdad es otra muy diferente, debemos aprender a ver con los ojos de nuestro espíritu y así alcanzar a ver el corazón de los demás.
Estamos acostumbrados a juzgar a los demás por las apariencias, deberíamos considerar otras alternativas.
¡Sí, podemos partir por nosotros y empezar a cambiar el mundo!

Mujer de 99 años y confecciona un vestido nuevo por día para niñas del África.

¿A quién están agradeciendo con tanta alegría estas niñas tan bien vestidas? ¿Quién se esconde como motivo detrás de ese cartel de agradecimiento?
Es una gran mujer. Su nombre es Lillian Weber y ha tomado una gran misión sobre sus hombros. Su tarea consiste en realizar un vestido a partir de cero cada día para que una niña necesitada del África tenga algo hermoso con que vestirse.
A lo largo de los últimos años, Weber ha hecho más de 840 vestidos trabajando junto con la organización “Little dresses para África”. Una fundación que distribuye vestidos para las niñas pobres de África y otros lugares del mundo.
Todo esto ya es lo suficientemente extraordinario, pero hay algo más particularmente sorprendente: ella tiene 99 años.

A pesar que es bastante rápida (dice que podría hacer dos incluso), Lillian se toma el tiempo necesario para hacer cada vestido una pieza muy especial.El siguiente video les presentará a esta mujer digna de ser imitada por las generaciones más jóvenes.

La predicación del Moralismo contra la Proclamación del Reinado de Dios…, el desafío de la verdadera Iglesia

“que
por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de
huesos de muertos y de toda inmundicia”. 
(Mateo 23:27)

Escuchando, a través de distintos medios, las predicaciones y/o sermones que se
están dando en distintas plataformas evangélicas del mundo actual, no pude
evitar discernir un denominador común, invadiendo las conciencias como un
peligroso virus reptiliano. En el contexto actual de las congregaciones, uno de
los evangelios falsos más seductores, que domina la enseñanza desde los
púlpitos, es el moralismo.

El moralismo, coloca las
virtudes morales como la base de nuestra aceptación, ya sea delante de los
hombres, delante de mí mismo, o delante de Dios. Surge así el falso paradigma
de “si me porto bien, seré aceptado”.
La estructura básica del moralismo en
los cristianos evangélicos se reduce a esto: la creencia de que el evangelio
del Reino de Yahvéh
 puede ser reducido a simples y sencillas mejoras
en el comportamiento humano. Se enfatiza, domingo a domingo, y desde
distintos púlpitos, un mensaje saturado de contenidos que apuntan
solamente a producir arreglos en la conducta de sus oyentes.
Son demasiados los creyentes que hoy
sucumben a la lógica del moralismo y reducen el evangelio a un
mensaje de valoración de virtudes y mejoras morales de acuerdo al status quo
imperante en cada ciudad, región o nación del mundo. De ese modo millones han
quedado seducidos a creer que en realidad pueden obtener toda la aprobación
divina que necesitan por retoques personales en ciertas áreas de su
comportamiento, sin considerar la revelación de los códigos contenidos en la
Torah (Ley) del Eterno.
La anti-esencia surgida del
moralismo
 es evidente: la
creencia de que el ser humano puede lograr la justicia por sí mismo a través de
un comportamiento adecuado a las convenciones sociales de su contexto vital
.
El peligro es que las congregaciones
cristianas comunican, por medios directos e indirectos, que lo que el Eterno
Dios espera de la humanidad caída es simplemente una mejora moral. Satisfacen
la sed del alma humana con la falsa idea de que un ser humano honrado y
obediente al sistema imperante garantizará la bendición divina sobre el
planeta. De este modo, se subvierte el Evangelio del Reino de los Cielos y se
comunica un falso evangelio a un mundo caído que solamente será transformado
rindiéndose a la soberanía divina a través del señorío del Mesías implantando
la Torah (Instrucción) de Yahvéh en los corazones humanos.
En el moralismo, el buen
comportamiento viene primero y la aceptación después. En el evangelio es al
revés: primero somos aceptados por Dios, únicamente en base a los méritos de
Cristo, y debido a ese hecho ahora podemos y debemos comportarnos de cierta
manera.
A causa de este falso evangelio, los
vecinos, amigos, parientes y conocidos de un evangélico no se sienten atraídos
a acudir arrepentidos ante el Eterno, ya que ellos también son moralistas de
acuerdo a sus creencias y tradiciones. De ese modo, millones de seres humanos permanecen condenados por
creer que el moralismo es el mensaje que el Mesías encomendó a Sus
apóstoles. 
La verdadera Iglesia de Cristo no tiene
más remedio que enseñar la Palabra de Yahvéh, y ella implantada en el ser
humano por la obra mesiánica de Yeshúa, en el poder del Espíritu Santo. Toda
esta obra, absoluta y exclusivamente divina, se verá consignada al cumplimiento
perfecto de Su Pacto Renovado o Nueva Alianza que el Eterno ha hecho con sus
escogidos: colocar su Torah (Instrucción o Ley) en la mente del hombre, a fin
de escribirla diariamente en sus corazones. ¡Este es el verdadero contenido del
mensaje del Evangelio del Reino de Yahvéh!
Somos justificados por la fe solamente,
salvos por gracia solamente, y redimidos de nuestros pecados por la obra
gloriosa del Mesías solamente. El moralismo produce pecadores
que (potencialmente) se comportan mejor. El Evangelio del Reinado Divino
transforma a los pecadores en hijos primogénitos de Dios, adoptados en el
Mesías, a través del Espíritu Santo manifestando, por Gracia, Su Torah en
nuestro interior y en cada área de nuestra vida.
Se necesita nada más y nada menos que la
predicación audaz del verdadero Evangelio. El evangelio completo y
verdaderamente existencial del Reinado de Yahvéh. Esta rápida transición será
suficiente para corregir esa falsa impresión que los seres humanos tienen hoy
del contenido del mensaje de nuestra proclamación y llevar así a los pecadores
a la salvación en Jesús, nuestro Mesías y Señor.
Los dejo reflexionando en esto, rogando
que el Espíritu Santo de Yahvéh nos sostenga, nos ilumine, nos purifique, nos
transforme cada vez más para que nuestra fe se convierta cada día en más
profunda y consciente. Entonces nuestra vida no será el fruto de un moralismo
respetable, sino un verdadero y auténtico intento de rendir un testimonio de
amor al Eterno Dios que nos ha amado antes y desea por encima de toda otra cosa
unirnos a Él por medio de Su Torah encarnada en nosotros, así como fue con
nuestro amado Mesías.

Las Tres Reglas de la Fe (Emunah)

La fe (en hebreo: emunah) es una convicción innata que el Eterno otorga en Su gracia benevolente a sus hijos (Efesios 2: 8; Heb. 11:1). Es una percepción extrasensorial de la verdad que trasciende la razón, más que evadirla. Así, la sabiduría, el entendimiento y el conocimiento pueden mejorar la genuina emunah, pero jamás conformarla.
 

Pero la más grande vitamina que uno puede proveerle a la emunah es simplemente el ejercicio. De hecho, en hebreo, la palabra “artesano” se dice umán (que deriva de la misma raíz que emunah), porque esta persona practicó su artesanía una y otra vez hasta que se volvió para ella algo natural. De la misma manera, la emunah crece y se profundiza a medida que uno se va acostumbrando a ver todos los fenómenos de la vida como manifestaciones de la presencia y la gloria del Creador. Sin embargo, la emunah se fortalece muchísimo más cuando es puesta a prueba y logra pasar esas pruebas y, mucho más, al sacrificar cosas en la vida en aras de tu emunah.

 
La expresión emunah (fe obediente) en verdad debe traducirse como certeza o convicción que produce confianza (hbr. Bitajón).En el concepto hebreo no existe ni la «fe ni el creer«, como se entiende en el occidente greco-romano, sino solo la lealtad, fidelidad, o firmeza en la verdad.
 
 
Desde esta concepción hebrea se entiende que la fe obediente se divide en tres niveles principales que denominamos las “Tres Reglas de la Fe”:
 
 
1) El nivel básico de la fe – Siempre asegura: “Así el Creador quiere”. Se trata de la firme creencia que todo lo que al hombre le sucede proviene del Creador quien ejerce Su perfecta Supervisión sobre cada una de las circunstancias, inclusive en el más pequeño y aparentemente insignificante acontecimiento.
 
 
2) El nivel intermedio de la fe – Siempre confiesa: “Todo es para bien”. Se trata de la firme creencia que la Supervisión del Creador es siempre y sólo dirigida hacia el bien, y de por sí, todo lo que le sucede al hombre y todo lo que le sucederá – “Todo es para bien” tal como lo asegura Romanos 8:28.
 
 
3) El nivel superior de la fe – Siempre consulta: “¿Qué quiere el Creador de mí?”. Se trata de la firme creencia que hay un objetivo específico en cada cosa que el Creador hace, y por lo tanto, el hombre debe buscar cómo conocer y conectarse al Eterno y Todopoderoso Dios en todo lo que le sucede.
 
 
Estos tres niveles son realmente una sola cosa ya que la fe es una totalidad. Simplemente, la fe es la convicción que “No hay nada más fuera de Él” (Deuteronomio 4:35), y todo lo que sucede en el Universo está bajo Su Supervisión Individual. Debido a que la razón principal del Creador al crear el universo es otorgar Su Bondad a todas Sus criaturas, todo lo que Él hace es para bien. El Creador no hace nada arbitrariamente, cada una de Sus obras tiene una específica razón fundamental y un objetivo: enseñar a las criaturas a conocerlo y conectarse a Él por medio de un ser humanos redimido y mesiánico.

¡Solamente Esfuérzate!

Hubo una vez un jovencito que vivió una de las vidas más miserables. Huérfano antes de los tres años; fue recogido por extraños. 

Fue expulsado del colegio, sufrió la pobreza y como resultado de heredar debilidad física, desarrolló un serio problema en el corazón siendo adolescente. 

Su amada esposa murió al comienzo de su matrimonio. 

Vivió como un inválido la mayor parte de su vida adulta, y murió a la joven edad de cuarenta años. Según todas las apariencias, él fue derrotado por la vida y sentenciado a ser olvidado por la historia.

Aún así, nunca dejó de intentar expresarse y alcanzar el éxito durante los veinte años de vida de carrera activa. En ese período, él produjo algunos de los más brillantes artículos, ensayos y críticas que se hayan escrito jamás. Su poesía aún se lee extensamente y la estudian casi todos los estudiantes de las escuelas superiores de los Estados Unidos. Sus cuentos son cortos e historias de detectives famosos.
Uno de sus poemas, exhibido en la famosa Biblioteca de Huntington en California, ha sido valorado en más de cincuenta mil dólares, mucho más de lo que este joven ganara en toda su vida.
¿Su nombre? Edgar Allan Poe.
¡Las circunstancias no afectan tus oportunidades para el éxito tanto como tu nivel de esfuerzo!
La necesidad mayor del mundo es la visión. 

No hay situaciones desesperadas, solo personas que piensan de forma desesperada.
¡Se fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Josué 1:9

El Rey sin Dientes

«La boca del justo imparte sabiduría,y su lengua emite justicia».

(Salmo 37:30)

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. 
Después de despertar, mandó a llamar a un adivino para que interpretase su sueño.
¡Qué desgracia, mi Señor!” exclamó el adivino, “cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad”.
¡Qué insolencia!” gritó el Sultán enfurecido, “¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!” Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó lo que había soñado. Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: “¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada… ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes!
Entonces, se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: “No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro».
Recuerda bien, amigo mío”, respondió el segundo adivino, “que todo depende de la forma en el decir… uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse”.
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma conque debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
«Que refrene su lengua de hablar el maly sus labios de proferir engaños».
(Salmo 34:13)
«Su propia lengua será su ruina,y quien los vea se burlará de ellos». 
(Salmo 54:8)

¿Para qué sirve un minuto?

«Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol…» 

Eclesiastés 3:1-8

 

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida.
Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.
Un minuto sirve para escuchar el silencio.
Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida.
Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.
En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar , esperar, creer, vencer y ser.
En un minuto se puede salvar una vida.
Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.
Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.
Minutos…….. cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos ” es un minuto” que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.
Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.
Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.
Aprendamos a vivir la vida intensamente.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que ”sí no es hoy, será mañana“.
Recuerda que tu tiempo es hoy.
La vida es hoy.
Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

Autora:María Julia La Fuente .

 

¡Por favor, No Olvide ser agradecido!

«Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos». 
(Colosenses 3:15)
Seamos agradecidos de que todavía no tenemos todo lo que deseamos; si así fuese, ¿qué nos motivaría a seguir adelante?

Seamos agradecidos cuando no sabemos algo porque nos da la oportunidad de aprender.

Seamos agradecidos por los tiempos difíciles ya que en medio de ellos, crecemos.

Seamos agradecidos por nuestras limitaciones ya que nos dan oportunidad de mejorar.

Seamos agradecidos por cada nuevo desafío porque edifica nuestro carácter y nos fortalece.

Seamos agradecidos por nuestros errores ya que nos enseñan valiosas lecciones.

Seamos agradecidos cuando estemos cansados y desgastados porque significa que hemos hecho una diferencia.

Es fácil estar agradecidos por las cosas buenas. Una vida de
ricos logros sólo alcanza a quienes también son agradecidos por los
reveses.

La gratitud puede tornar algo negativo en algo positivo.
Hallemos la manera de estar agradecidos por nuestras dificultades y se
convertirán en nuestras bendiciones.

Perder el agradecimiento en la
vida, es perder el fuego que puede encender nuestro espíritu hacia las
cosas más bellas y únicas.

«Ni se mostraron agradecidos con la casa de Jerobaal, el cual
es Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel». 
(Jueces
8:35)

Las Guerras, Paradojas de la Religión

Sin duda alguna, la mayoría de los conflictos a lo largo de la historia, han sido por motivos religiosos, con la participación de muchas diferentes religiones. Por ejemplo, en el Cristianismo, ocurrieron (solo por nombrar algunas):
Las Cruzadas – Una serie de campañas entre los siglos XI al XIII, con la consigna de reconquistar la Tierra Santa de los musulmanes invasores, y llegar a auxiliar al Imperio Bizantino.
Las Guerras de Religión Francesas – Una sucesión de guerras en Francia durante el siglo XVI entre católicos y los protestantes hugonotes.
La Guerra de los Treinta Años – Otra guerra entre católicos y protestantes durante el siglo XVII en lo que es ahora Alemania.
Esta lista no es de ninguna manera exhaustiva. Además de esto, se podrían añadir la Rebelión de Taiping, y los problemas en Irlanda del Norte. El Cristianismo sin duda ha sido un factor inspirador en muchos conflictos a lo largo de sus 2.000 años de historia humana.
En el Islam, vemos el concepto de la yihad, o «guerra santa.» La palabra yihad literalmente significa «lucha,» pero el concepto ha sido usado para describir la guerra en expansión y defensa del territorio islámico. 
La continua guerra en el Medio Oriente durante el pasado medio siglo, ciertamente ha contribuido a la idea de que la religión es la causa de muchas guerras. 
Los ataques del 11 de septiembre (11-S) han sido vistos como una yihad en contra del «Gran Satanás» los Estados Unidos, el que a los ojos de los musulmanes, es casi sinónimo del Cristianismo. 
En el Judaísmo, las guerras de conquista registradas en los libros del Antiguo Testamento (en particular el libro de Josué) bajo el mandato del Eterno Dios, conquistaron la Tierra Prometida.
Ante toda esta evidencia, ¿cuál es el testimonio de las Sagradas Escrituras (Bilblia) como la causa primaria de la guerra? Según lo que en ellas se revela, la causa primaria es la maldad del corazón humano. La religión y la ideología polítio-económica son simplemente medios a través de los cuales ejercemos la maldad de nuestros corazones en manifestación contra el otro humano, nuestro prójimo y hermano. El pensar, como muchos ateos lo dicen abiertamente, que si pudiéramos de alguna manera, eliminar nuestra «impráctica necesidad de religión,» podríamos crear de alguna forma, una sociedad más pacífica; es tener una visión equivocada de la naturaleza humana. El testimonio de la historia humana es que si quitamos la religión, algo más tomará su lugar, y que ese algo nunca es positivo. 

Entonces, ¿cuál es la causa principal? ¿Qué es ese algo nunca positivo que siempre encontrará un medio para colocar al hombre contra su hermano? La respuesta apunta lo mismo que desencadena todo el crimen , la crueldad , la pérdida de la vida, y otras cosas . Jesús nos da la respuesta muy clara:

“Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, los robos, los homicidios , los adulterios, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia , la calumnia , el orgullo y la necedad . Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre “
(Marcos 7:21-23) 
Evidentemente la causa principal de todas las guerras, es el pecado que reside en el ser humano alejado del propósito del Eterno. Consideremos las siguientes Escrituras:
«¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.» 
(Santiago 4:1-3)
«Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.» 
(Mateo 15:19).
«Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» 
(Jeremías 17:9).
«Y vio Yahwéh que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.» 
(Génesis 6:5).
El pecado (el corazón no regenerado y lejos de la Instrucción del Eteno Dios) es la causa número uno de la guerra y de la violencia.

¡La única cura para la guerra y todo tipo de inseguridad en las naciones es el Príncipe de Paz, nuestro amado Mesías Yeshúa! Cuando Él regrese tal y como lo ha prometido, Él cerrará esta era actual, y establecerá la paz eterna, Su Shalom:

«Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.» 
(Isaías 2:4).

El Valor de la Amistad en el Reinado del Eterno Dios

P.A. David Nesher

El valor de la verdadera amistad, de la que todos nosotros tenemos conciencia en las diversas etapas de nuestra existencia, es uno de los principales tesoros con los que nos podemos encontrar en la vida, pues todos necesitamos sentirnos reconocidos y valorados por otros, aunque para ello el mejor camino es tratar de superar mi egoísmo, reconociendo y valorando a los otros.

La amistad es una de las experiencias más fundantes y enriquecedoras en la vida de las personas. En este tiempo me he dado cuenta que es en la etapa de la juventud cuando se manifiesta con toda su fuerza y vigor y, justamente, es en este momento donde se suelen forjar las amistades que van a  permanecer a lo largo de nuestra vida.

Por ello, si queremos tener amigos, es indudable que, como generalmente el otro piensa de mí lo que yo pienso de él, procuremos apreciar al otro u otros.

El Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define así la amistad: “Afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato”.
El escritor C.S. Lewis define a este afecto humano así:

La amistad no es una recompensa por nuestra capacidad de elegir y por nuestro buen gusto de encontrarnos unos a otros, es el instrumento mediante el cual Dios revela a cada uno las bellezas de todos los demás, que no son mayores que las bellezas de miles de otros hombres; por medio de la amistad Dios nos abre los ojos ante ellas. Como todas las bellezas, éstas proceden de él, y luego en una buena amistad, las acrecienta por medio de la amistad misma, de modo que éste es su instrumento tanto para crear una amistad como para hacer que se manifieste.

Nos damos cuenta que la amistad entre los seres humanos es un lazo de poder tan maravilloso que no sólo es uno de los grandes valores humanos, sino también permite a las Sagradas Escrituras (la Biblia) expresar lo que el Eterno Dios quiere ser para nosotros: un amigo. Sin duda el Eterno Dios nos revela su amor a través de la experiencia de la amistad. Jesús mismo, en su misión mesiánica terrena, llama a amigos (y ya no siervos) a los suyos, resaltando con ello, su vínculo de amor incondicional.

La amistad es una de nuestras mayores necesidades y el afecto que se dispensa a los amigos es uno de los mejores sentimientos humanos. Es tan así de fuerte e importante este valor que en las Sagradas Escrituras Abraham es llamado amigo por el Eterno mismo (Is 41:8), así como Moisés (Ex 33:11), e incluso el pueblo (Jer 2:2). También las Escrituras nos hablan de la profunda amistad desarrollada entre Jonatán y David (1 Sam. 18:1). Estos dos hombres se preocuparon realmente el uno por el otro y se tuvieron mucha confianza. David estaba huyendo del padre de Jonatán, Saúl. Jonatán reconocía que David era inocente. Debido a la amistad verdadera que compartieron, David sobrevivió los intentos de asesinato de Saúl y llegó a ser uno de los más grandes reyes de Israel. Estos detalles de verdadera amistad marcaron tanto a estos dos varones, que hicieron que David lamentara profundamente la muerte de su amigo (2 Sam. 1:25-26).

Pero la amistad, al mismo tiempo que importante y maravillosa, es algo difícil, raro y delicado. Difícil, porque no es una moneda que se encuentra por la calle y hay que buscarla tan apasionadamente como un tesoro. Rara porque no abunda: se pueden tener muchos compañeros, abundantes camaradas, pero nunca pueden ser muchos los amigos. Y delicada porque precisa de determinados ambientes para nacer, especiales cuidados para ser cultivada, minuciosas atenciones para que crezca y nunca se degrade.

Considerando todo lo dicho hasta aquí, conviene entonces hacernos algunas preguntas que nos permitan meditar este tema a la Luz misma de la Palabra de Dios. ¿Qué hace diferentes de los demás a los amigos? ¿Qué significa tener amigos? ¿Qué clase de amistades deberíamos buscar y cultivar?

Las Sagradas Escrituras, nos invitan a buscar los modelos de amistad y a descubrir en nosotros nuestras debilidades frente nuestros amigos, por ello, los invito a reflexionar al respecto, contemplando en la Escrituras lo que se nos ha revelado de este sentimiento de amor que llamamos amistad.

Hay algunas reglas de la amistad que debemos conocer y poner por obra si vamos a disfrutar de buenas amistades. La Biblia nos enseña como ser buenos amigos. “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano”. (Proverbios 18:29. La expresión «mostrarse amigo«da la idea de tener interés en el bienestar de los demás. Es tomar tiempo de escuchar a ellos relatar los asuntos de su vida. Es hacer preguntas sobre su pasado, presente y anhelos para el futuro.

En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17). Verdaderamente los tiempos de angustia sirven para manifestar quienes son nuestros verdaderos amigos. En todo tiempo ellos van a estar a nuestro lado. Si angustias vienen por causa de nuestra maldad, nuestros verdaderos amigos van a estar a nuestro lado, tal vez no para defendernos sino para corregirnos, ayudarnos en aprender de la experiencia y ayudarnos en reconciliarnos con la persona ofendida y dañada. A su vez, debemos saber respetar el consejo de nuestros amigos. Si ellos nos retan, es porque nos quieren y quieren lo mejor para nosotros.

Nos conviene formar amistades entre los sabios y aprender de ellos. “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado” (Proverbios 13:20). «Anda» denota una dirección y destino comunes. Las amistades indican el rumbo que está tomando nuestra vida, y es el camino al reino de Dios el que debería determinar nuestras amistades. Nuestros amigos son para defendernos cuando sufrimos injusticias y para corregirnos cuando hacemos mal. Si no aceptamos su corrección es muy posible que perderemos su amistad. Debemos saber quienes son nuestros verdaderos amigos y aceptar su consejo aun cuando requiere que nos humillemos y que pidamos perdón.

El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos” (Proverbios 27:9-10). Muchas veces hay tentación de dejar a un amigo si no nos gusta su consejo.

Las riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es apartado de su amigo” (Proverbios 19:4). Jamás debemos abandonar un amigo si él cae en pobreza. ¡“Un amigo se ama en todo tiempo”!

Muchos buscan el favor del generoso, y cada uno es amigo del hombre que da” (Proverbios 19:6). Si compramos a nuestros amigos, los perderemos cuando lleguemos al fin de nuestros recursos. Debemos estar dispuesto a compartir con nuestros amigos cuando tienen necesidades. A su vez, debemos rogar al Eterno Dios que él nos de discernimiento en saber quienes son nuestros amigos únicamente porque ellos quieren aprovecharse de nosotros, mientras estamos bien económicamente.

Evidentemente, hay personas cuya amistad no deberíamos cultivar, sin importarnos lo mucho que nos interesen en ciertos aspectos. Tales personas son descritas en forma detallada, por el apóstol Pablo, en la primera epístola a los Corintios:
«No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.«
(1 Corintios 6:9,10)

Estos son amigos indeseables. Recordemos la prevención escritural: «Las malas conversaciones [amistades] corrompen las buenas costumbres» (1 Corintios 15:33). En otras palabras, nadie puede jugar con el fuego sin quemarse.

Proverbios 18:19 en la Traducción New Living dice: «Es más difícil reconciliarse con un amigo ofendido que capturar a una ciudad fortificada». Las contiendas separan a los amigos como una puerta asegurada con barras de hierro. Cuando hemos ofendido a un amigo verdadero – ya sea por traicionar su confianza o por hablar la verdad en amor – arriesgamos perder esa amistad. Debemos tener cuidado de no traicionar la confianza. Pero cuando el no decir la verdad va a causar más dolor en la vida de nuestro amigo, debemos estar dispuestos a sacrificar nuestras necesidades por las de nuestro amigo. Esta es la verdadera amistad.

Si a veces ofendemos a un amigo sin querer, la Palabra de Dios ofrece una solución. Se llama perdón. No hay mejor ejemplo que el amor de Dios por nosotros. Es tan grande, que dio a Su unigénito Hijo, Jesucristo, para que nuestra amistad con Dios pudiera ser restaurada. Lo hizo a pesar del hecho de que lo habíamos ofendido profundamente. Hemos desobedecido Sus mandamientos, le hemos dado la espalda, y buscado nuestro propio camino. Así que la pregunta permanece: ¿Qué tipo de amigo quiere ser? La verdadera amistad cristiana perdona.

Por todo esto, no queda la menor duda que la verdadera amistad mira el corazón, no sólo al «envoltorio.» La amistad verdadera ama por amar, no por lo que pueda recibir. La verdadera amistad es desafiante y emocionante al mismo tiempo. Se arriesga, pasa por alto los errores, y ama incondicionalmente, pero también involucra ser veraz, aunque duela. La amistad verdadera, también llamada amor «agape,» viene del Señor. El Señor Jesús nos llama Sus amigos y dio Su vida por nosotros (Juan 15).

La noche que iba ser entregado y después de lavarle los pies a cada uno de ellos, les dijo, entre otras cosas: «Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer» (Juan 15:15). Estas palabras llevan toda la carga emotiva del momento en que fueron dichas. Casi al terminar su ministerio, el Señor les eleva considerándoles sus amigos, no sus siervos. Ellos nunca se hubiesen atrevido a pensar de sí mismos como amigos suyos, ni siquiera ahora después de tres años y medio de estar con él. Pero él, en su grandeza y magnanimidad, los acerca tanto a sí mismo, que los llama sus amigos.

¿Qué diferencia hay entre un amigo y un siervo? Mucha, sin duda. En los tiempos bíblicos había incluso más diferencia que hoy. El siervo llegaba a la puerta de la casa del amo, y recibía órdenes que luego se apresuraba a cumplir. El amigo, en cambio, entraba a la casa, se sentaba con el amo, y compartía con él la comida, la sobremesa, y, además, sus planes y proyectos.

De acuerdo a las palabras del Señor, la diferencia entre ambos está en el conocimiento. El siervo «no sabe lo que hace su señor»; en cambio, el amigo ha sido informado de todas las cosas.

Escribió el poeta francés Claude Mermet, «Los amigos son como melones, ¿Le diré por qué? Para encontrar uno bueno, debe probar cien.» Afortunadamente, no tenemos que buscar tanto para encontrar el mejor amigo. Su vida y amor se nos revelan en las páginas de los libros del Nuevo Pacto. Él nos será fiel en todas las circunstancias.
La pregunta es, ¿estamos nosotros dispuestos a mostrarle la misma devoción?
Si cada uno de nosotros, se da cuenta de que no ha sido el amigo de Jesús que necesita ser, ¡no es demasiado tarde cambiar! Recordemos que Jesús dijo: «Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.» Por esto, me gustaría animar a cada uno de Uds. a que llegue a ser un verdadero amigo de Jesús, obedeciendo Sus condiciones par que sea salvo de sus pecados (Jn. 8:24; Hch. 17:30; Hch. 8:36,37; Mr. 16:16; 1 Co. 15:1,2).

«Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando» (vv. 13,14).

Es por eso que podemos afirmar con toda certeza que Jesucristo es nuestro mejor amigo, el único que fue capaz de dar su vida por nosotros, siendo aún pecadores. Sólo nos pide una condición: hacer su voluntad (v. 14). La verdadera amistad demanda amor y obediencia. No se puede amar sin que eso implique fidelidad, obediencia. El amor no debe ser fingido, éste debe ser sincero, sin hipocresías. De ahí que el fruto del verdadero amor es la verdadera amistad.

Amistad significa entrega, donación al otro. El amigo sabe dar gratuitamente, regalar su tiempo, su compañía, sus fuerzas, su vida entera. Los evangelistas describen a Jesús “desviviéndose” por los demás, entregando lo mejor de sí mismo a todos. No busca su éxito, su prestigio o bienestar; es el amor lo que anima su vida entera. “El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos” (Mc 10:45). Su crucifixión no es sino la culminación de esa entrega. “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 13:1).

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La Mentalidad de Abundancia contra la Mentalidad de Escasez

Lo opuesto de una mentalidad de abundancia se llama «mentalidad de escasez«. Hoy te pido que no te permitas entrar en un círculo de pensamiento negativo. Cuando estos surgen, reemplázalos inmediatamente. Para ello te invito a analizar muy reflexivamente la imagen que encabeza esta bitácora y así puedas evaluar de qué lado estás.Ten muy en cuenta que todo habla de nosotros. La mentalidad de escasez o de abundancia, se manifiestan en todas y cada una de las cosas que hacemos en el día a día.

Steven R. Covey describe la mentalidad de abundancia de la siguiente manera:

«Mentalidad de abundancia, significa que, en lugar de ver la vida como una competición con un solo ganador, se ve como un cuerno de la abundancia repleto de oportunidades, recursos y riqueza cada vez mayores. Uno no se compara con los demás y siente verdadera alegría por sus éxitos. Las personas con mentalidad de escasez son resultado de una identidad basada en la comparación y se sienten amenazadas por el éxito de los demás. Aunque finjan y digan otra cosa, saben que les consume. Los poseedores de una mentalidad de abundancia ven a sus competidores como unos de los profesores más valorados e importantes. Esos mismos atributos —integridad, madurez y mentalidad de abundancia— describen a la perfección a un equipo complementario«.[«El 8vo Hábito«; Paidos. Pag: 173 – 174]Cambiando de mentalidad podemos cambiar nuestra visión del mundo. Eso nos abre los ojos a miles de elecciones que antes pensábamos que no teníamos.

¿Cómo eliges vivir? ¿Pensando en que todo lo bueno es escaso o pensando que hay abundancia de todo lo que necesitamos?

Según la mentalidad que elijas tener, así será tu experiencia.

Te pregunto:

  • ¿Qué prefieres para tu vida y para aquellos que amas?
  • ¿Estás dispuesto a considerar que existe otra manera de ver la vida?
  • ¿Estás dispuesto a dejar la mentalidad de escasez y convertirte en un santo más que vencedor?
  • ¿CULTIVARÁS UNA MENTALIDAD DE ABUNDANCIA O UNA DE ESCASEZ?

La Biblia y sus 18 Versículos de la Amistad para homenajear a tus Amigos

He aquí algunos versículos de la Biblia acerca de amistad, ideal para compartir y bendecir a tus amigos y reflexionar acerca del compañerismo como beneficio que tenemos en el Mesías. (Todos los versos son Reina Valera Contemporánea).

  1. El justo sabe guiar a su prójimo; el impío le hace perder el camino. (Proverbios 12:26)
  2. Quien se junta con sabios, sabio se vuelve; quien se junta con necios, acaba mal. (Proverbios 13:20)
  3. El que es perverso provoca contiendas; el chismoso aparta a los mejores amigos. (Proverbios 16:28)
  4. El que perdona el pecado, busca afecto; el que lo divulga, aleja al amigo. (Proverbios 17:9)
  5. El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano.  (Proverbios 17:17)
  6. Hay amigos que no son amigos, y hay amigos que son más que hermanos. (Proverbios  18:24)
  7. No tengas nada que ver con gente violenta, ni te hagas amigo de gente agresiva, para que no imites su conducta y tú mismo te tiendas una trampa. (Proverbios 22:24-25)
  8. El bálsamo y el perfume alegran el corazón; los consejo del amigo alegran el alma. (Proverbios 27:9)
  9. El hierro se pule con el hierro, y el hombre se pule en el trato con su prójimo. (Proverbios 27:17)
  10. Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. (Eclesiastes 4:9-10)
  11. Éste es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado.  Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos.Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer a ustedes. (Juan 15:12-15)
  12. Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados. (Lucas 6:31)
  13. No se dejen engañar: las malas compañías corrompen las buenas costumbres.  (1 Corintios 15:33)
  14. Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás. (Romanos 12:10)
  15. Cuando no hay buen guía, la gente tropieza; la seguridad depende de los muchos consejeros. (Proverbios 11:14)
  16. Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. (1 Juan 4:7)
  17. ¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía! (Salmo 133.3)
  18. Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo. (Gálatas 6:2)

Voluntad

Se dice que a una mujer, al caer enferma, le preguntaron si quería morir o vivir, a lo cual ella, muy segura, contestó:
Lo que Dios quiera«.
Pero -dijo uno de los presentes-, si Dios lo dejara a tu voluntad para decidir ¿qué escogerías?
Oh, si Dios me dejara a mí escoger yo lo volvería a dejar a él decidir».
Que actitud más digna de admirar la de esta bella dama..! Ella supo aceptar que el Eterno Dios tiene siempre la última palabra aún estando ella al borde de la muerte.
La voluntad de Yahvéh, el verdadero Dios, no es como jugar a la búsqueda del tesoro… en que el Eterno Dios la esconde y tú tratas de descubrir dónde está. Nuestra tarea no es encontrar la voluntad de Dios. Es tarea de Dios revelarla, y la nuestra es la de ser receptivos y estar listos para captarla y obedecerla en todos sus detalles. Las Sagradas Escrituras nos recuerdan que Él nos hará entender, y nos enseñará el camino en que debemos andar.(Salmos 32:8). ¡Nunca lo olvides!

EL DESCARRIADO

 

Tres son los significados que se despliegan de la palabra descarriado/a al buscarla en un diccionario:
1.     Apartar algo o a alguien del camino que debe seguir.
2.  Apartarse del camino razonable, o separarse de la protección o las buenas compañías.
3.      Apartar del rebaño una o varias reses.

Desde estos significados podemos entender quién es aquel que, diciéndose seguidor del Mesías, entra con los días  en los cánones de esta palabra.
Primero, una persona descarriada es alguien que una vez disfrutó las bendiciones y el favor del Eterno Dios, tal y como si fuera un hijo primogénito de Sión.
Caminó ante el Señor con un corazón devoto, humilde y amable.
Le encantaba orar y escudriñar la palabra de Dios.
Juraba, todo el tiempo, delante de los que lo admiraban: «Siempre serviré al Señor, con todo mi corazón.» Y por cierto tiempo, buscó del conocimiento del Señor fielmente.
Dejó sus malos caminos y se deleitó en la comunión que encontraba con otros santos en cada asamblea festiva del Eterno Dios.
Pero luego, de un día para otro, algo comenzó a alejar el corazón de este creyente del Señor. Ya no tenía manifestaciones de un amor genuino. Al contrario, la rebelión entró a su corazón. Pronto perdió tanto el amor como el temor de Yahvéh. Ya no temblaba en la presencia del Señor. Lentamente, su corazón se enfrió.
Hoy, este descarriado se ha rebelado contra el camino estrecho y se ha vuelto a las cosas del mundo. Se ha cegado completamente, se ha vuelto necio, sin entendimiento. Ya no busca del
Señor ni se vuelve a su palabra. Todo deseo de orar se ha ido. Ya no asiste a las asambleas del Eterno.

¡Se ha alejado completamente de la presencia de Dios y va camino a la apostasía!Como podemos ver, y tal como sabemos, el cuadro del hermano descarriado no es un cuadro agradable: su sal ha perdido su sabor … su luz se ha apagado … ha vuelto al camino ancho … ahora edifica su casa sobre la arena … ha desamparado a sus compañeros en el Señor … ya no lleva fruto bueno sino fruto vergonzoso (Rom. 6:21) … otra vez es una oveja perdida, es como el dinero perdido y el hijo pródigo (Luc. 15) … es como las cinco vírgenes insensatas … esconde su talento … dejó de correr la carrera … ya no pelea la buena batalla … es como el perro que volvió a su vómito y como la puerca lavada que volvió a revolcarse en el cieno.

De acuerdo a lo que las Sagradas Escrituras describen acerca de las consecuencias que sufre un descarriado, podemos resumirlo en tres principales:
1.     Acarrea Yugos y Ataduras.
2.     Se queda postrado en el desierto.
3.     Es visitado siempre por malas noticias.
Miraré con Uds. por unos momentos algunos detalles destacados de estas tres consecuencias, dejándoles a cada uno de vosotros la misión de ahondar en ellas con la guía del Espíritu Santo.

1.     Acarrea Yugos y Ataduras.
Dice el profeta Jeremías:
«Mis pecados los ha
visto el Señor;
       me han sido atados por él mismo,
    y como un yugo pesan sobre mí:
       ¡acaban con mis fuerzas!
    El Señor me ha puesto en manos de gente
       ante la cual no puedo resistir».
(Lamentaciones 1:14)

El descarriado lleva yugos sobre sus hombros como consecuencia de los pecados no confesados ante el Señor.
Dichos yugos se vuelven una carga tan pesada que conducen al descarriado a experimentar debilidad en cada área de su vida. Desde allí, lo único que querrá por ver en acción será el desastre que causa el desánimo.
A eso debe sumarse el detalle de que el mismo Eterno es quien coloca las circunstancias del descarriado a merced de otros seres humanos que le van ocasionando sólo callejones sin salida en el Camino.

2. Se queda postrado en el desierto.
 «…los rebeldes habitarán en el desierto».
(Salmo 68:6)

El Eterno mismo conduce la vida de un descarriado a dónde sus malos deseos anhelan: una vida de soledad y sin progreso alguno (comparar con Romanos 1:28-32).

3. Es visitado siempre por malas noticias.
«El rebelde sólo busca el mal, y un cruel mensajero se enviará contra él».
(Proverbios 17:11)

La palabra mensajero se traduce del hebreo malak, que significa también ángel y embajador, por lo que se entiende que el rebelde es una persona que no camina sola sino que está siendo asistida por un embajador del Eterno que lo conduce día a día a experimentar un mensaje correctivo de parte del Señor.

Ante todo esto surgen en nosotros los siguientes cuestionamientos:
¿Qué hacemos, pues, con él? ¿Cuál es nuestra obligación? El descarriado ha caído … anda cojo … ¿debemos amputar la pierna quebrantada? Heb. 12:12,13 dice: «Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado»… el soldado que ha caído en batalla no es fusilado por ser herido. Lo necesario es enderezar y unir el hueso fracturado (significado puro y propio de la palabra «restaurar») «un miembro dislocado del cuerpo espiritual». Debe ser  sanado, no amputado.

Hacer retornar a su posición original al descarriado es una obra muy importante. En la epístola del apóstol Santiago (el hermano del Señor Jesús) encontramos:

«Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino.» 
(Sant. 5:19, 20)

¿Qué hace? ¿Qué tan importante es esta obra? salva de muerte un alma y cubre multitud de pecados. ¿Cómo los cubre? No con excusas, no buscando pretextos, no emblanqueciendo los pecados, sino convenciéndolo que debe arrepentirse, confesar su pecado y volver al Señor.

 

Eslovaquia se opone al supuesto derechos de los estados de redefinir el diseño matrimonial

Eslovaquia, pequeño país en el corazón de Europa central, ha expresado lo que logra una nación cuando sus debates los reflexiona desde la verdadera sabiduría.

Y es que este país  ha modificado su Constitución para definir el matrimonio como la unión entre hombre y mujer, cerrando de esta manera y de forma definitiva la puerta al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Según informó la agencia Reuters, durante dos días de intenso debate, los defensores del verdadero matrimonio advirtieron que dar a las uniones del mismo sexo un estatus jurídico equivalente al matrimonio heterosexual era un riesgo para la sociedad por ir contra los valores tradicionales

La enmienda fue respaldada por 102 legisladores, mientras que 18 votaron en contra. La enmienda requiere una mayoría de dos tercios en el parlamento de 150 miembros.
El miembro más reciente en entrar en la UE es Croacia, que también prohibió el matrimonio entre personas del mismo sexo en un referéndum el año pasado, lo que provocó una enmienda constitucional similar, pero rápidamente pasó una ley de unión civil para parejas del mismo sexo.

De este modo Eslovaquia se une a otros países como Polonia, Hungría, Croacia, Serbia, Montenegro, Bulgaria, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia, cuyas constituciones ya protegen a la familia natural.

Ninguna forma de unión de personas del mismo sexo es legal en Eslovaquia, donde más del 70 por ciento de la población de 5,4 millones es cristiana, según un censo de 2011.

Con esta resolución se pone fin a los reiterados intentos de lo años: 1997, 2000 y 2012, de introducir el “matrimonio homosexual” en el país.
La reforma se apoyó en motivaciones como que “no es posible que los derechos y obligaciones derivados del matrimonio le sean conferidos a algo que no sea la unión legalmente reconocida entre un hombre y una mujer”, que no sólo cierra el paso a las uniones civiles sino que también protege a los niños.

Es necesario insistir en la certeza que tenemos de que el Eterno Dios no crea una persona con deseos homosexuales. Dice la Biblia, que una persona se vuelve un homosexual a causa del pecado (Romanos 1:24-27), y definitivamente a causa de su propia elección. Una persona puede haber nacido con una gran susceptibilidad hacia la homosexualidad, al igual que hay gente que ha nacido con una tendencia a la violencia y otros pecados. Eso no la disculpa de escoger pecar al ceder a sus deseos pecaminosos. ¿Si una persona nació con una gran susceptibilidad hacia el enojo/cólera, le da derecho a sucumbir a aquellos deseos? La misma Biblia dice que no. Cualquier sociedad de nuestros días grita: ¡Por supuesto que no! Pues bien, la misma respuesta se aplica con la homosexualidad.

La Biblia, consistentemente nos dice que la actividad homosexual es pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; Romanos 1:26-27; 1ª Corintios 6:9). La homosexualidad es el resultado de negar y desobedecer a Dios (Romanos 1:26-27). La Biblia dice que cuando una persona continúa en pecado e incredulidad, Dios “lo entrega” aún al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrarle lo inútil y desesperado de la vida, al hallarse separado de Dios. El pasaje de 1ª Corintios 6:9 proclama que los “transgresores” homosexuales no heredarán el Reino de Dios.

Las bandas de heavy metal cristiano son en su mayoría ateas

 Leyendo una página web con noticias de la cristiandad, mis ojos se abrieron asombrados ante las letras de un titular que anunciaba que el cantante de una banda de heavy metal (rock pesado), quien fue declarado culpable de intentar contratar a un sicario para asesinar a su ex esposa. Lo más fuerte de toda esta desagradable noticia fue leer que este varón admitió que engañó a los aficionados y fans haciéndoles creer que era cristiano con el fin de vender su música.

«Sinceramente, yo soy ateo«, dijo Tim Lambesis, vocalista y fundador de As I Lay Dying, en una reciente entrevista al medio Alternative Press. «En realidad no fui el primero del grupo que dejó de ser cristiano. De hecho, creo que era el tercero. Los dos que permanecieron, estoy bastante seguro que también cayeron«, dijo muy seguro de cada aseveración.

La publicación señaló que su esposa, Meggan, había revelado, durante los trámites de divorcio, que Lambesis se había convertido en ateo. De ese modo, y así de descubierto, Lambesis, se vio obligado a admitir su ateísmo, exponiendo que se alejó del cristianismo cuando realizó estudios para especializarse en asuntos religiosos a través de un programa de larga distancia.
«En el proceso de tratar de defender mi fe, empecé a pensar que el otro punto de vista era el más fuerte«, dijo.

Lo sorprendente de esta desfachatez fue su afirmación de que continuaron con la banda haciendo creer que eran cristianos, como lo hicieron los demás del grupo, con el sólo fin de vender discos a los aficionados de música de rock cristiano.

También dijo que durante su permanencia en As I Lay Dying, se dio cuenta que muchas bandas que profesaban ser cristianas estaban fingiendo su fe tal como ellos.»Hicimos una gira con más «bandas cristianas» que en realidad no eran cristianas«, dijo Lambesis. Al mismo tiempo afirmó que… «en 12 años de gira con As I Lay Dying, yo diría quizás uno de cada diez bandas cristianas con las que recorrimos era realmente una banda cristiana«.

«Muchos de los padres cristianos pueden comprar un CD del grupo, porque creen que es una banda cristiana. Pero ni siquiera piensan en comprobar realmente el contenido de las letras«, declaró Lambesis.

Todas estas declaraciones movilizaron mi alma al poder de la meditación en el Espíritu de la Torah y desde mi corazón decidí arremeter contra toda potestad de tinieblas que hasta ahora ha logrado cautivar a millones de jóvenes sobre el planeta bajo las falacias de este género musical.

Cada uno de los años ministeriales que llevó recorridos en el Camino coinciden en un denominador común: la empatía que tengo con los jóvenes y sus planteos existenciales. Esto es lo que más satisfacción me da a la hora de agradecerle a Abba Su llamado. Y entre los temas que más disfruto exponer se encuentra el del poder espiritual de la música.

Siempre lo he dicho (y aún continuaré reafirmándolo) que la música es el poder más espiritual que existe en todo el Universo y aún en el cielo de los cielos.

Ya el filósofo griego Platón (427-347 AC) dice en su obra «La República» que Dios creó en el hombre la predisposición a combinar sonidos no de una manera aleatoria cualquiera, sino copiando las armonías del mundo espiritual. Su discípulo Aristóteles (384-322 AC) señala la importancia de la música en la educación de los jóvenes. En su obra «La Política» dice: «la influencia de la música es tan grande que sus distintas formas y géneros pueden clasificarse de acuerdo a sus efectos sobre el carácter del ser humano

A todo esto me gustaría agregar lo que expresó M.S. Bothius, un musicólogo del siglo VI, cuando escribió: «La música es parte de nuestro ser: puede enaltecerlo o actuar negativamente sobre su conducta.» También me ayuda mucho destacar lo que A.W. Tozer dice: «Si escuchas y te gusta la mala música, tu vida interior va a languidecer hasta morir» (The Closing of the American Mind, New York, Simon & Schuster, 1987, págs. 68-81).

Cada una de las expresiones compartidas simplemente sirven para confirmar lo que los hombres pensantes han captado en sus reflexiones iluminadas por la Verdad que inspiró los códigos de las Sagradas Escrituras. Es justamente la Biblia, la que al fin de cuentas tendrá el peso de la Verdad sobre nosotros referente a este tema.
Encontramos que el Eterno Señor le preguntaba a Job lo siguiente:
«¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra, alababan las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios?»
(Job 38,7)

El cuestionamiento divino aquí planteado evidencia que la música cumplió una especial misión en el momento en que el Eterno originaba nuestro planeta desde su poder creativo. Y es que la música es el idioma del corazón del Creador.Un acompañamiento melódico musical acompañó desde siempre la oración y el servicio a Dios (Gen. 4:21,31:27; Isa. 32:18; Jue. 11:34; Ecl. 2:8). El rey David, que vivió mil años antes de Cristo y fue bendecido por Dios con un talento poético muy especial, compuso sus inspirados himnos – salmos acompañándose con el laúd. David, ya coronado rey de Israel, introdujo el canto de salmos en los oficios sacerdotales e instauró oficialmente el rol y la participación de cantores y músicos en el Templo de Jerusalén. Su gran éxito se tradujo en el uso de los salmos en las celebraciones tanto del Antiguo Pacto como en los de las comunidades primigenias del pacto renovado en el Mesías, Hijo de David. Hasta hoy día, los salmos de David embellecen los encuentros de celebración de las distintas expresiones de adoración cristiana.

Será para mí también muy importante dejar en claro que la Biblia en ninguna parte condena algún estilo de música en particular. Las Sagradas Escrituras en ninguna parte declaran que alguna forma de instrumentación musical sea profana o del diablo. La Biblia menciona numerosas clases de instrumentos de cuerda e instrumentos de viento. Aunque las Escrituras no mencionan específicamente los tambores, si menciona otros instrumentos de percusión (Salmo 68:25; Esdras 3:10). Casi todas las formas de música moderna son variaciones y/o combinaciones de los mismos tipos de instrumentos musicales, tocados a diferentes velocidades o con un mayor énfasis. No existen bases bíblicas para declarar algún estilo de música en particular, como profano o fuera de la voluntad de Dios. Lo que sí será necesario considerar será el nacimiento histórico de cada estilo y su propósito original para desde allí elaborar el juicio correcto en su uso a fin de evitar todo abuso espiritual.

Es un hecho que cualquier cosa que una persona permita que ocupe su mente, tarde o temprano influirá en su forma de hablar y en sus acciones. Esta es la premisa detrás de Filipenses 4:8 y Colosenses 3:2,5 para establecer patrones saludables para la mente. Segunda de Corintios 10:5 dice que debemos hacerlo “llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” Estas Escrituras nos dan una clara imagen de la clase de música que no debemos escuchar.

Ante esto y analizando lo expresado en la noticia que encabeza esta bitácora, estamos obligados a responder las siguiente preguntas: ¿Qué es el Rock? ¿Cómo se define? Será importante decir en primer lugar que los mismos promotores de él, encuentran difícil presentar una definición que exprese con certeza lo que es el Rock, o particularmente, el Heavy Metal.

Todos los compositores de rock están de acuerdo en que su música tiene una enorme influencia sobre las emociones y las mentes de sus fanáticos.

En lugar de definir el concepto, los mismos músicos, afirman que en realidad el Rock representa a cierto grupo de personas, o hechos, o actitudes; y las definen como una «generación perdida de gente que no encaja con ningún tipo de comunidad que se defina por leyes» (importante será tener muy en cuenta esta expresión). Ellos dicen que el Rock representa a los «chicos rechazados», y que, las ideas espirituales de este ritmo son: «alterar», «imponer anarquía», «hacer a tus padres orinarse de miedo, pensando en lo que sus hijos pueden estar o no haciendo».   Luego, y según las palabras de los representantes de esta música, el rock es violencia, distorsión, desenfreno y caos.

Todas las declaraciones de los músicos sobre lo que es el rock, de entrada, nos va marcando la pauta para discernir y juzgar dicha música a la luz de la Palabra de Dios.  De  acuerdo a todo esto me es necesario plantear el siguiente cuestionamiento: ¿es conveniente que el joven escogido de Yahwéh escuche música, en la que la idea central de es la distorsión, la violencia, el desenfreno, y toda clase de filosofías y prácticas ocultistas?

Para que tu respuesta puedas elaborarla objetivamente desde tu interioridad, te propongo considerar aquí las palabras de los músicos mismos:

David Bowie en la revista Rolling Stone, sorprendió al mundo de la música, cuando declaró: «…El Rock siempre ha sido la música del diablo… creo que el rock and roll es peligroso… Me siento sólo, estamos anunciando algo aún más oscuro que nosotros mismos.» (12 de febrero de 1976).

Vuelvo a hacer énfasis en que la Biblia no habla de «rock» ni de Heavy Metal, sin embargo, los distintos dichos y hechos de sus íconos y fans lo pone en evidencia como un fenómeno netamente carnal. Desde allí sí podemos llegar a entender que las Escrituras dicen: «…Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios…» (Gálatas 5:19-21) . Por contenido y forma, es evidente que el rock, en sus orígenes y en sus formas es carnal. ¿Cómo sabemos esto? Porque el rock promueve la fornicación, la inmundicia, la lujuria, la idolatría, la hechicería, las enemistades, los pleitos, celos, iras, contiendas y disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes. Es un estilo musical que promueve los deseos de la carne, trabajando de manera bien influyente para arrastrar a sus oyentes a ofender al Eterno Dios con todas esas ideas vanas y huecas filosofías contrarias a Su voluntad. Por ello es que todo joven escogido debe alejarse de tal clase de música, así como todo joven que, tomando contacto con esta bitácora, ame su vida y su destino.

Obviamente, la mejor clase de música que podemos escuchar es aquella que alaba y glorifica al Eterno Dios. Hay muchos músicos talentosos en casi cualquier género de música, con un rango que va desde lo clásico, hasta el rock, rap y aún el reggae. No hay nada inherentemente malo con ningún estilo de música en especial. Es la letra la que determina si una canción es “aceptable” para que un escogido de Yahvéh la escuche. Pero si un estilo de música secular, ya sea en la música misma o en la letra, te lleva a pensar en, o te involucra en algo que no glorifique al Eterno Dios, debe ser evitada.