bomba atómica

Obama y respaldo clave para Pacto Nuclear con Irán

Fue la senadora Barbara Mikulski, de Maryland, la que remató la votación, otorgando el 34º voto crucial a favor del acuerdo nuclear con Irán en el día de ayer (miércoles). Esto dio una gran victoria al presidente Barack Obama sobre una oposición feroz de los republicanos y el gobierno de Israel. Fracasaron así los esfuerzos hechos por el gobierno de Israel y por los grupos de presión judíos de Estados Unidos, que gastaron millones de dólares en una campaña contra el acuerdo y que habían buscado frustrarlo poniendo al Congreso en su contra.

En un comunicado, la veterana senadora explicó su proceso de análisis del texto acordado con Teherán, así como sus consultas con expertos y parte de la comunidad judía, para llegar a la conclusión de que el pacto es la mejor opción entre las posibles para evitar que Irán logre desarrollar un arma nuclear.

«Yo pregunté cuáles son las alternativas que pueden ser efectivas y alcanzables si rechazamos este acuerdo. Las he considerado seriamente. Pero al final [los republicanos] no presentan una opción más viable que este acuerdo. Las otras dos alternativas son más sanciones o la acción militar«, razonó la senadora.

Barbara Mikulski

Mikulski opinó en una declaración anterior a la votación los siguiente: “Ningún acuerdo es perfecto, sobre todo uno negociado con el régimen iraní. He llegado a la conclusión de que este Plan Conjunto de Acción General es la mejor opción disponible para bloquear a Irán de tener una bomba nuclear. Por estos motivos, votaré a favor de este acuerdo”.

Asimismo, Mikulski explicó que el aumento de sanciones de manera unilateral por parte de Estados Unidos pierde efectividad si los socios de la Unión Europea, China y Rusia las suavizan, y que la «acción militar» siempre es una opción posible para el gobierno estadounidense, pero debe ser la última.

El apoyo de Mikulski ofrece el margen necesario para ratificar un esperado veto por parte de Obama sobre un proyecto de resolución que rechaza el acuerdo y que los republicanos esperaban aprobar en las próximas semanas.

Y también señala un fracaso para los opositores del acuerdo internacional que buscaban derrotarlo mediante la oposición del Congreso. Al frente de este intento estaban Israel con sus aliados en Estados Unidos, quienes no lograron despegar después de invertir millones de dólares en el intento.

El acuerdo entre Irán y EE UU, la Unión Europea y las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU se aprobó el 14 de julio en Viena. El documento, ratificado por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU, impide durante diez años como mínimo el acceso de los iraníes a la bomba. Para asegurarse de su cumplimiento, Irán se somete a un régimen estricto de inspecciones. A cambio, logra el levantamiento de las sanciones internacionales. Los líderes republicanos e israelís sostienen que esta concesión podría darle poder a Irán, que ha jurado destruir a Israel.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien este año viajó a Estados Unidos y desató el enojo de Obama por criticar el acuerdo en un discurso ante el Congreso en Washington, continuará “luchando” contra el acuerdo, dijo un vocero de su oficina en Jerusalén. Marshall Wittmann, vocero del lobby pro israelí Aipac, dijo que su grupo también mantendrá su campaña contra el pacto.

Asimismo, el senador republicano y precandidato presidencial Marco Rubio recordó que aunque Obama pueda ejercer su derecho al veto, los demócratas no tienen los votos suficientes para rechazar la resolución contraria al pacto, y la mayoría del Congreso votará en contra del mismo.

Senator Rubio of Florida speaks at the Conservative Political Action Conference at National Harbor, Marylan

Pero si soy presidente de Estados Unidos, en mi primer día en el cargo, revocaremos lo que el presidente está haciendo. Volveremos a imponer sanciones y, de hecho, pediré al Congreso que las aumente y ejerceremos de nuevo una creíble amenaza con nuestra fuerza militar”, aseguró Rubio.

Consciente de que se avecina una dura batalla dialéctica con los republicanos hasta el 17 de septiembre, cuando vence el plazo para que el Congreso evalúe y vote el acuerdo, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ofreció ayer un discurso en defensa de la legitimidad y los efectos del tratado.

JohnKerry

Entrevistado el miércoles en el programa “Morning Joe” del canal televisivo MSNBC, Kerry dijo que la ausencia de un acuerdo es lo que causaría una carrera de armas nucleares en la región. Kerry agregó que si Estados Unidos rechaza el acuerdo, confirmaría los temores de los líderes de Irán de que “no puedes confiar en el Oeste”.

John Kerry agregó: “Realmente pienso que la vía más rápida hacia una carrera armamentista en el Oriente Medio es no tener ese acuerdo”, dijo Kerry en una entrevista televisiva el miércoles. “Porque Irán ya ha dejado bien claro cuál será su dirección si no tenemos ese acuerdo”.

Con la falta de respaldo demócrata a la oposición al acuerdo, es posible que los partidarios consigan los 41 votos que permitirían bloquear la resolución directamente, sin necesidad de un veto presidencial. Eso requeriría que ocho de los 11 senadores no declarados decidan apoyar el acuerdo.

Este acuerdo va a constreñir significativamente el programa nuclear de Irán y, comparado con todas las alternativas realistas, es la mejor opción disponible para nosotros en estos momentos”, dijo Casey en una declaración. En comentarios en la Universidad de Delaware, Coons dijo: “Voy a respaldar este acuerdo pese a sus fallas, porque es la mejor estrategia para que Estados Unidos guíe una comunidad global unida en la contención de la diseminación de armas nucleares”.

En el Senado y la Cámara de Representantes, los republicanos tienen una mayoría suficiente en contra del acuerdo. Pero el presidente Obama, haciendo uso de sus prerrogativas presidenciales, puede vetar la resolución de las Cámaras. Para anular un veto presidencial, se necesitan dos tercios de votos en cada una de las Cámaras. Con los 34 votos demócratas ya anunciados, la mayoría de dos tercios es inalcanzable.

En la recta final de su último mandato, percatado del peso que el acuerdo con Irán podría tener en su legado, Obama se involucró personalmente en una campaña para tratar de que el Congreso de su país avale el acuerdo “basándose en los hechos y no en la política”.

El mes pasado, en el que se considera su discurso más elaborado y extenso sobre el tema, Obama alertó al Congreso de que rechazar el acuerdo nuclear sería el peor error desde la invasión de Irak y llevaría a “otra guerra” o a una carrera armamentística en Medio Oriente.

Obama se ha jugado su crédito en la negociación con Irán, un país que hace unos años la Administración Bush incluyó en el llamado eje del mal. El pacto refleja la doctrina del presidente: diplomacia en vez de guerra, diálogo con los enemigos respaldados por la fuerza militar de la primera potencia. Además, resuelve un contencioso de más de una década entre Irán y la comunidad internacional por el programa nuclear, y permite el acercamiento entre dos países que rompieron sus relaciones tras la revolución de 1979.

Los detractores argumentan que se trata de una concesión temeraria a un régimen, el iraní, que patrocina a terroristas y amenaza a sus vecinos. Sostienen que el texto no evita que Irán se haga con la bomba y que levantar las sanciones reforzará al régimen. Y quieren que EE UU fuerce a Teherán a negociar de nuevo o exponerse a más sanciones. O a una guerra.

Un mensaje sencillo para el ayatolá”, dijo en Fox News el senador Marco Rubio, aspirante a las presidenciales de 2016. “Si intentas construir un arma, destruiremos tu programa”.

Lo único que me queda por aportar a esta bitácora es lo que ya el Espíritu de la profecía inspirara en las Escrituras:

«… cuando estén diciendo: Paz y seguridad, entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán» (1 Tesalonicenses 5:3).

Él mismo me condujo a la siguiente profecía y me aseguró que Uds. sabrán discernir los tiempos que se vienen para los Estados Unidos:

«Su pacto con la muerte será anulado, y su contrato con el reino de los muertos quedará sin valor. Vendrá la terrible calamidad y a ustedes los aplastará«.

(Isaías 28:18)

Ayatolá Jamenei llama a Irán a levantarse contra Israel ¡El príncipe de Persia se ha levantado… el fin se aproxima!

“Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos, Pero todo esto es sólo el comienzo de dolores”.
(Mateo:24-7)

El sábado 18 de julio, 4 días después de la firma del acuerdo con las potencias mundiales, el líder supremo iraní, el ayatolá Jamenei pronunció un discurso transmitido en directo por la televisión estatal iraní en el que aseguró que el acuerdo nuclear con las grandes potencias no iba a cambiar la política iraní contra el “arrogante gobierno de Estados Unidos” ni tampoco la política de apoyos de la República Islámica a sus aliados en la región.
Durante un encuentro con estudiantes iraníes, el ayatolá Jamenei calificó a EE.UU. de ser la «personificación fiel de la arrogancia global«, informa Reuters. «Combatir la arrogancia global es el principio de nuestra revolución y no podemos suspenderla. Prepárense para continuar con su lucha contra la arrogancia global«, agregó Jameneí.
El término ‘arrogante‘, o ‘potencias arrogantes‘, es usado en Irán para referirse a EE.UU. y sus aliados occidentales e Israel, con quienes no tiene relaciones diplomáticas oficiales desde la Revolución Islámica de 1979.

Estas declaraciones llegan en el marco de las negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1 -formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania- para acabar con cualquier duda sobre la posible vertiente militar del programa nuclear iraní. Teherán, que afirma el fin pacífico del mismo, aspira a que se levanten las sanciones en su contra impuestas por Occidente.

«La lucha contra la hegemonía no cesa. Esta lucha es uno de los principios de la Revolución Islámica«, ha precisado.
Uno de los principales motivos de las hostilidades de los tiranos mundiales contra el pueblo persa, ha proseguido, es la negativa de la República Islámica a aceptar el sistema hegemónico.

 

Asimismo, ha destacado “la presencia e influencia inconcebible y espiritual de Irán” en la región de Oriente Medio como una realidad existente.Por favor, miren el video y escuchen el discurso con discernimiento:

Si escucharon atentamente habrán notado los siguientes detalles:
NOTA PROFÉTICA:
Si así es como habla el líder supremo de Irán después de firmar el acuerdo con Occidente ¿Cómo actuará el Irán de los Ayatolás cuando tenga más dinero y, como consecuencia, cuando sea más fuerte?
Como profeta experto en teología escatológica debo decirles que el escenario que se dibuja en el mundo actual se compara con el texto del libro del profeta Ezequiel en los capítulos 38 y 39, en los que se describen la Guerra de Gog y Magog. Habrá grandes naciones del mundo unidos en la batalla contra Israel:
1 – Una federación de diez reinos, que es un importante imperio mundial.
2 – La federación del Norte, (Rusia y sus aliados, como Turquía).
3 – Los reyes de Oriente, la gente más allá del Éufrates (Irán).
4 – El rey del Sur, potencia o coalición de potencias del Norte de África (Egipto y Sudán).
En el caso puntual de Irán debo decirles que el Espíritu del Señor me llevó a concentrar mi atención concretamente en la Profecía sobre Elam (Jeremías 49:34-39). La actual República Islámica de Irán es una nación que históricamente fue conocida como Persia, y anteriormente como Elam. Pues bien, veamos qué nos relata la Palabra de Dios sobre la guerra venidera de Israel contra Elam o Irán:
Profecía sobre Elam (Jeremías 49:34-39).
Palabra de Yahvéh que vino al profeta Jeremías acerca de Elam, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo:
 
“Así ha dicho Yahvéh de los ejércitos:
“Yo quiebro el arco de Elam,
parte principal de su fortaleza.
 
Traeré sobre Elam los cuatro vientos
desde los cuatro puntos del cielo,
y los aventaré a los cuatro vientos.
No habrá nación a donde no lleguen fugitivos de Elam.
 
Y haré que Elam se acobarde ante sus enemigos
y ante quienes buscan su vida.
Traeré sobre ellos mal y el ardor de mi ira,
dice Yahvéh,
y enviaré espada que los persiga hasta acabar con ellos.
 
 Yo pondré mi trono en Elam,
y destruiré a su rey y a sus príncipes,
dice Yahvéh.
 
Pero acontecerá en los últimos días,
que yo haré volver a los cautivos de Elam,
dice Yahvéh”.
Cuando leemos el arco de Elam que Elohim quiebra y que es “parte principal de su fortaleza” (versículo 35) debemos entender que quizás pudiera tratarse precisamente de su mayor arma: la potencia nuclear. Debemos entender que no es lo mismo quebrar una espada, que quebrar un arco. El profeta nos intenta decir algo muy importante, pues cuándo se rompe un arco la flecha se vuelve contra sí mismo, o la flecha sale disparada sin fuerza y sin control. Jeremías da a entender que esta arma es lo mejor que tiene Irán para la guerra,  y por la que es temida en las demás naciones. Desde aquí, hoy, nosotros, debemos interpretar que no es otra cosa que armamento nuclear.
En el versículo 36 dice Dios que enviará sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo. Esto parece indicar que un gran número de naciones procedentes del norte, sur, este y oeste invadirá la república islámica.
Superada por sus enemigos, la hoy desafiante Irán se acobardará (versículo 37) y como consecuencia de la guerra y la devastación una multitud de ciudadanos iraníes huirá del país (versículo 36). En el 38 nos dice que los líderes iraníes serán destruidos y que Dios pondrá su trono en Irán (quizás se permita nuevamente predicar el Evangelio de Cristo, actualmente prohibido en el totalitario Irán).
Finalmente, el versículo 39 parece hacer referencia a que los judíos residentes en Irán (que han vivido allí pacíficamente desde los tiempos de la reina Ester) retornarán a su patria Israel. Actualmente los judíos que viven en Irán son muchos: 25 mil. Pero leí en un diario hebreo, la cantidad se ha visto reducida considerablemente en los últimos años, se dice que cerca de 50 mil judíos han vuelto a Israel desde el inicio de estos rumores de antisemitismo en Irán, por lo que el gobierno hebreo está incitando fervientemente a los judíos del mundo ha retornar a su tierra basándose en varios versículos de la misma Biblia.
Lo más estremecedor; el tiempo en que esto sucederá: en los últimos días.
¡No hay duda alguna Su Parusía está cada día más cercano!

 

Para tomar conciencia: ¿Qué pasaría después de una Guerra Nuclear?

Para responder con mayor precisión, un grupo de investigadores estadounidenses se centró en las consecuencias ambientales de una catástrofe de este tipo.
En un estudio publicado en la revista Earth’s Future, los científicos detallan que una “limitada y regional guerra nuclear entre India y Pakistán” que use 100 bombas de 15 kilotones cada una provocaría el aumento de la temperatura de la estratósfera y un abrupto descenso de la temperatura de la superficie terrestre.
Asimismo, se perdería entre el 20% y 50% de ozono, y los niveles de radiación ultravioleta se elevarían entre un 30% y 80%
Estas apocalípticas estimaciones se realizaron mediante un modelo computarizado. 

Hiroshima y Nagasaki: dos ciudades emblemas que activan la memoria de los pacificadores

Un jueves 9 de agosto de 1945, cuando el reloj marcaba las 11: 05 a.m., un bombardero de la fuerza aérea de Estados Unidos arrojó sobre la ciudad japonesa de Nagasaki una bomba fabricada a base de plutonio 239 en laboratorios controlados por el Pentágono, que provocó 100.000 muertos (39.000 al momento de estallar). Solamente tres días antes, a las 8:15 a.m. del lunes 6, un piloto estadounidense había lanzado en Hiroshima otro artefacto nuclear construido a partir de uranio 235, que causó 260.000 muertos (50.000 por el impacto inicial). 
El presidente de los Estados Unidos en turno, Harry S. Truman, justificó el genocidio con el argumento inmaduro de que resultaba urgente y necesario concluir la guerra contra Japón de esta manera, para «traer los chicos a casa». Y en verdad lo logró ya que el 15 de agosto el emperador japonés Hirohito emitió alocución radial para todo el país, en la que anunció a sus cerca de ochenta y seis millones de súbditos la rendición incondicional. Un testigo presencial narró que los sobrevivientes de Hiroshima iban bajando la cabeza poco a poco, a medida que lo escuchaban. Muchos lloraban, pero todos en silencio, sin una voz, sin una protesta.
La diplomacia atómica ensayada en Hiroshima y Nagasaki por la Administración Truman causó un total de 360.000 víctimas en 1945, pero sus secuelas llegan hasta hoy y afectan a varias generaciones. 
Por ello, entiendo que todo ser humano sensible que lea esta bitácora debiera hacerse una pregunta: ¿cómo pudo ocurrir tal barbarie?
Según algunas fuentes, el presidente Harry S. Truman, alcanzó el grado 32° de la masonería cuando ordenó el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki, escogiendo estas dos ciudades por hallarse cercanas al paralelo 33. Es bien sabido que el número 33 forma parte de la numerología ritual masónica y es una señal para sus adeptos. Así mismo, les resultará curioso saber que Truman fue electo para ser el trigésimo tercer Presidente de los Estados Unidos por el Partido Demócrata.

Como Presidente de grado masón 33, Truman inició lo que la élite luciferina anhelaba: la era nuclear, el éxito supremo de la alquimia, la expresión pragmática de la doctrina de Caín. 
Lo más vergonzoso de todo es lo que el propio Truman escribió después de este ataque diabólico: “Sabía lo que estaba haciendo cuando detuve la guerra… no me arrepiento y, bajo las mismas circunstancias, lo volvería a hacer.” La propia Eleonor Roosevelt justificó el hecho como la única solución posible.
Un poco de la historia conspirativa previas al terror.
Cuentan los relatos históricos que en agosto de 1939, el conocido científico Albert Einstein había escrito al presidente de Estados Unidos, advirtiéndole de que la desintegración nuclear en cadena podía producir una bomba atómica más devastadora que cualquiera de las armas hasta entonces conocidas. En un esfuerzo secreto con Canadá y Gran Bretaña, Roosvelt, lleno de expectativas ante este dato, dio curso a un trabajo de investigación que cinco años más tarde culminaría con el lanzamiento de la bomba atómica sobre la población civil de Hiroshima. En realidad, una primera bomba atómica fue lanzada como prueba en el desierto de Nuevo México. 
El 26 de julio de 1945, el presidente Harry Truman lanzó una proclama al pueblo japonés, conocida luego como la Declaración de Potsdam, pidiendo la rendición incondicional del Japón so pena de sufrir una devastadora destrucción aunque sin hacer referencia a la bomba atómica. Según la proclama, Japón sería desposeído de sus conquistas y su soberanía quedaría reducida a las islas niponas. Además los dirigentes militares del Japón serían procesados y condenados restableciéndose la libertad de expresión, de cultos y de pensamientos. 
Ante todo esto, Japón quedaba sujeto a pagar indemnizaciones, sus ejércitos serían desmantelados y el país tendría que soportar la ocupación aliada. 
Es evidente que Truman, Conociendo la mentalidad de los japoneses, buscaba el efecto contrario al que manifestaba públicamente. Él sabía que los japoneses, humillados en su orgullo, no se rendirían y entonces podría lanzar su anhelada bomba atómica, más como un mensaje intimidatorio hacia Stalin que pensando en la derrota japonesa que ya era casi un hecho. 
El 29 de julio el premier japonés Suzuki como era previsible rechazó la propuesta de Truman. El 3 de agosto, Truman dio la orden de arrojar las bombas atómicas en Hiroshima, Kokura, Niigata o Nagasaki. El objetivo le era indistinto y la suerte de cientos de miles de almas inocentes parecieron no importarle demasiado. 

El 6 de agosto despegaba rumbo a Hiroshima la primera formación de bombarderos B-29. Uno de ellos, el Enola Gay, piloteado por el coronel Paul Tibbets, llevaba la bomba atómica; otros dos aviones lo acompañaban en calidad de observadores. 
Testigos del hecho cuentan cómo súbitamente apareció sobre el cielo de Hiroshima el resplandor de una luz blanquecina rosada, acompañado de una trepidación monstruosa que fue seguida inmediatamente por un viento abrasador que barría cuanto hallaba a su paso. Las personas quedaban calcinadas por una ola de calor abrazador. Muchas personas murieron en el acto, otras yacían retorciéndose en el suelo, clamando en su agonía por el intolerable dolor de sus quemaduras. Quienes lograron escapar milagrosamente de las quemaduras de la onda expansiva, murieron a los veinte o treinta días como consecuencia de los mortales rayos gamma. Generaciones de japoneses debieron soportar malformaciones en sus nacimientos por causa de la radiactividad. Unas cien mil personas murieron en el acto y un número no determinado de víctimas se fue sumando con el paso de los días y de los años por los efectos duraderos de la radiactividad. 
El sacerdote católico Pedro Arrupe, rector de la orden jesuita en Nagatsuka, localidad ubicada a unos seis kilómetros del centro urbano, describió el efecto del impacto:

«En todas direcciones fueron disparadas llamas de color azul y rojo, seguidas de un espantoso trueno y de insoportables olas de calor que cayeron sobre la ciudad, arruinándolo todo: las materias combustibles se inflamaron, las partes metálicas se fundieron, todo en obra de un solo momento. Al siguiente, una gigantesca montaña de nubes se arremolinó en el cielo; en el centro mismo de la explosión apareció un globo de terrorífica cabeza. Además, una ola gaseosa a velocidad de quinientas millas por hora barrió una distancia de seis kilómetros de radio. Por fin, a los diez minutos de la primera explosión, una especie de lluvia negra y pesada cayó en el noroeste de la ciudad, un mar de fuego sobre una ciudad reducida a escombros» (Arrupe, 1952: 66-67).

El sacerdote narró en sus memorias que apenas se podía avanzar entre tanta ruina, de la que intentaban salir unas ciento cincuenta mil personas que huían a duras penas. No podían correr, como quisieran, para escapar cuanto antes de aquel infierno, a causa de las espantosas heridas que sufrían. Lo más impresionante eran los gritos de niños que corrían como locos pidiendo socorro o que sollozaban sin encontrar a sus padres. De repente, unas doscientas mil personas por auxiliar, pero de los 260 médicos que vivían en la ciudad, 200 murieron en el primer instante, y entre los que salvaron la vida, muchos estaban gravemente heridos. Todos estaban conmocionados, nadie comprendía lo sucedido. Solo al día siguiente, cuando llegaron personas de otras ciudades para socorrer, lo supieron: «¡Ha explotado la Bomba Atómica!». «¿Pero qué es la bomba atómica?»: «Una cosa terrible» (Arrupe, 1952: 90).

Poco después de esta atrocidad contra las ciudades japonesas saldrían a relucir otros hechos, que ponen de manifiesto las razones del genocidio: el 9 de octubre de 1945 la Junta de Jefes de Estados Mayores Conjuntos del Ejército de Estados Unidos aprobó la directiva 1518: «Concepción estratégica y plan de utilización de las fuerzas armadas de los Estados Unidos», que previó la posibilidad de asestar el primer golpe nuclear sorpresivo contra la Unión Soviética. Y en la directiva 432/d del Comité Unificado de Planificación Militar, emitida el 14 de diciembre de ese propio año, se afirmó: «La bomba atómica es la única arma que los Estados Unidos puede emplear eficientemente para el golpe decisivo contra los centros fundamentales de la URSS» (Gribkov et al., 1998: 48).

Debemos concluir que las dos bombas atómicas que se arrojaron sobre aquellas ciudades niponas fueron sendos actos de terrorismo a gran escala, en el sentido estricto de la definición de terrorismo. Por lo demás, nadie duda que éste tipo de bombardeos estén atribuidos en los actos tipificados como crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad. Cómo humanos agentes de cambio, no deberemos jamás olvidar esta atrocidad, cometida en nombre de la libertad y la paz. 
La siguiente ilustración toma el poder profético de la ironía y desde una caricatura expone la pregunta correcta que permitirá que todo ser humano justo elabore la respuesta correcta.

Un micrófono indiscreto y un hombre fuerte distraído

Micrófono captó a Obama diciendo que después de las elecciones será más “flexible” con Rusia 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, debió salir al cruce hoy de la desafortunada frase captada ayer por los micrófonos cuando hablaba con su par ruso, Dimitri Mevdeved, justificándose en la «complejidad» de un tema como el control de armamento.

En una conversación privada, Obama había prometido a su par ruso «más flexibilidad» en las negociaciones sobre el sistema de defensa antimisiles después de las próximas elecciones presidenciales.

«Esta es mi última elección. Después de mi elección, tendré más flexibilidad«, le dijo a Medvedev.

Frente a la sorpresa generalizada debido a la lógica repercusión que la conversación secreta tuvo en los medios, Obama debió justificar hoy sus palabras.

«El control del armamento es extremadamente complejo y no se trata de ocultar nada«, afirmó el mandatario, según informa al diario The Wall Street Journal en su edición digital.

«No hay ningún secreto«, lo apuntaló por su parte Medvedev.

Encuentro.

Obama había señalado también a Medvedev que necesita más «espacio» en este tema, cuando los dos políticos discutían el sistema de defensa antimisiles que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) tiene previsto instalar en Europa y que desde hace años perturba las relaciones entre Washington y Moscú.

«Entiendo. Transmitiré esta información a Vladimir (Putin) y estoy con usted«, respondió el presidente ruso, al que pronto sustituirá el actual primer ministro, informó la agencia de noticias DPA.

Varios líderes republicanos estadounidenses criticaron que Obama quiera hacer concesiones a los rusos respecto al sistema de defensa antimisiles, pero quiera ocultárselo a sus compatriotas hasta después de los comicios.

«Creo que no es ninguna sorpresa que no se puede empezar (con las negociaciones) pocos meses antes de las elecciones en Estados Unidos y poco después de los comicios en Rusia«, apuntó hoy Obama.

Diálogo.

También Medvedev se refirió a esa conversación, que calificó de «modelo«.

Obama es un «interlocutor muy agradable«, dijo el todavía presidente ruso, según declaraciones de la agencia Interfax.

«Los presidentes estadounidenses no siempre se tomaron en serio las preocupaciones rusas respecto al sistema de defensa antimisles«, agregó.

Según el líder del Kremlin, si Moscú no obtiene una garantía de Washington de que el sistema antimisiles no se dirige contra Rusia, podría producirse una nueva carrera armamentística.

También advirtió que algunos políticos estadounidenses, como el precandidato republicano Mitt Romney, quieren instrumentalizar la cuestión del sistema de defensa en Europa.

 Fuente: Zócalo mx

Franklin D. Roosevelt sabía del ataque a Pearl Harbor y lo ocultó

El 7 de diciembre de 1941 la Marina Imperial japonesa atacó Pearl Harbor (Hawai), causando cerca de 2500 muertos y un daño importantísimo a la flota estadounidense del Pacífico, sus 3 portaviones de la flota de la zona en cambio no sufrieron daño alguno al no estar en puerto en el momento del ataque.
Hasta esa fecha, 2 años después del comienzo de la guerra en Europa, la ciudadanía americana y el congreso se mostraban en contra del deseo de su presidente Franklin Delano Roosevelt (FDR) de participar en la guerra contra la Alemania nazi, Italia y Japón. Como consecuencia del ataque EE.UU apoyado ahora por su ciudadanía declaró la guerra a Japón y el 11 de diciembre Alemania e Italia hicieron su declaración contra los EE.UU. 


Durante más de 70 años, muchos han creído que el presidente
estadounidense Franklin D. Roosevelt tenía información de inteligencia
sobre un inminente ataque japonés en 1941 a la base naval de Pearl
Harbor, pero voluntariamente optó por no actuar en consecuencia.
Según esa teoría, Roosevelt lo hizo pensando que el impacto del
ataque convencería a los estadounidenses de la necesidad de entrar en la
Segunda Guerra Mundial.
«Es una leyenda«, dice el historiador militar Daniel Martínez, quien
trabaja para el Monumento Nacional Pearl Harbor en Hawai. «Este es el
tipo de teoría conspirativa inventada para vender libros
«, dijo.
De hecho, Roosevelt se afanaba en convencer a los estadounidenses de
que ir a la guerra era una necesidad, pero antes del ataque a Pearl
Harbor el 7 de diciembre de 1941, el mandatario tenía los ojos puestos
en la batalla que se libraba en la Europa ocupada por los nazis, no en
el Pacífico.
«Él quería ir a la guerra contra Alemania», explicó Martínez. «Lo último que necesitaba era una guerra en dos frentes».
Los estadounidenses tienden a olvidar que en 1941 Estados Unidos estaba lejos de ser la superpotencia militar que es hoy.
«Teníamos un pequeño ejército, una marina pequeña, una fuerza aérea muy pequeña«, dijo Martínez.
En la víspera del ataque a Pearl Harbor, Roosevelt le escribió al
emperador Hirohito de Japón en un intento desesperado por evitar un
conflicto militar con Tokio, contó el historiador.
Aunque los servicios de inteligencia en Washington sabían que un
conflicto con Tokio era inminente, no había indicios de que la base
naval de Hawai se convertiría en el primer objetivo, según Martínez.
Muchos estadounidenses creían que las bases militares estadounidenses
en Filipinas eran un objetivo mucho más probable para los japoneses.
Los militares estadounidenses tenían sistemas de radar, pero aún así
no detectaron la aproximación de seis portaaviones japoneses, con 400
aviones a bordo, que se detuvieron a unos 350 kilómetros de su objetivo.
«Nuestra vigilancia era rudimentaria«, dijo Martínez, al explicar que
Estados Unidos estaba cegado por su sentido de superioridad.
«Había una sensación de que los japoneses no eran capaces de eso»,
señaló. «Veíamos a los japoneses como inferiores militar y racialmente,
incluso
«.
El día después de Pearl Harbor, el Congreso de Estados Unidos declaró
oficialmente la guerra a Japón. Tres días más tarde, Alemania declaró
la guerra a Estados Unidos. Washington comenzó así a pelear en dos
frentes.
Más de 2.400 estadounidenses murieron en el ataque a Pearl Harbor.

Hoy
día, en EE.UU hay quien cree que el ataque fue permitido por el
presidente para conseguir su objetivo. ¿Pero, permitió realmente Roosevelt que ocurriera la catástrofe?

La respuesta
podría estar en los siguientes puntos:

• El bloqueo energético (petróleo) llevado a cabo por EE.UU. ahogaba a
Japón por lo que una respuesta japonesa era predecible.
• Antes del ataque, FDR se había mostrado partidario de hundir navíos
americanos (false flag) o provocar un ataque contra estos para así
tomar parte en la guerra a lo cual los mandos militares se habían
negado rotundamente.
• FDR desinformó a los militares y a la ciudadanía haciéndoles creer
que las negociaciones con Japón seguían su curso cuando la realidad era
que ya estaban en guerra.
• La inteligencia americana tenía descifrados códigos secretos de la
armada japonesa y solamente fue cuestión de ocultar esta información al
servicio de inteligencia de Hawai.
• En 1940, FDR en una decisión controvertida ordenó trasladar y atracar
la flota del oeste a Hawai, lo que desató las protestas de su máximo
responsable “almirante Richardson”. Según el almirante, la flota no
tenía la adecuada protección contra un ataque aéreo y ninguna contra un
ataque por medio de torpedos. Richardson en octubre planteó su queja
directamente a FDR y fue seguidamente relevado del puesto.
• Se dice también que la marina británica avistó la flota nipona
dirigiéndose hacia la zona del ataque y que avisó al alto mando
americano, por lo que estaba en manos de Roosevelt prevenir el ataque.

Las mentiras comienzan a ser alumbradas….

Misterio de Fukushima 1: 

¿bombas atómicas debajo de la planta?

 Los confusos e incluso contradictorios informes sobre la planta nuclear de Fukushima 1 no pueden ser el efecto solamente de los desastres causados por el terremoto de magnitud 9 y el posterior tsunami que el 11 de marzo se ensañaron con la costa noreste del Japón. Tampoco por la torpeza o la falta de información: para el veterano escritor ambientalista Yoichi Shimatsu, residente en Honk Kong,  antiguo editor del Japan Times Weekly y colaborador frecuente del Global Research —grupo independiente de prensa e investigación— los inexplicables retrasos y las incomprensibles explicaciones de la Tokio Electric Power Company (Tepco) —el operador privado de la energía nuclear en Japón—, así como del ministerio japonés de Economía, Comercio e Industria parecen ser fruto de algún factor que se ha intentado soslayar: la posibilidad de que debajo de la planta nuclear funcione un arsenal subterráneo de ojivas nucleares en el marco del acuerdo de seguridad EU-Japón. 

«La cortina de humo sobre Fukushima 1 parece ocultar un propósito y una tarea sombría desconocida para los de fuera. La explicación más lógica podría ser que la industria nuclear y las instancias oficiales están luchando para evitar que se descubran unas instalaciones dedicadas a la investigación de bombas atómicas escondidas dentro de las plantas de energía nuclear civil de Japón», afirma Shimatsu —quien cubrió como enviado los terremotos de San Francisco y Kobe, y participó en el operativo de rescate inmediatamente después del tsunami en el océano Índico (2004)—, al pasar revista en un extenso artículo a los hechos que siguieron al desastre natural del 11 de marzo (newamericamedia.org/2011/04/is-japans-elite-hiding-a-weapons-program-inside-nuclear-plants.php). Shimatsu pretende acomodar «las piezas del puzzle» de Fukushima 1, donde según la Tepco había tres reactores funcionando al momento del desastre.

 Luego se informó de una explosión de hidrógeno que agrietó la unidad 3 (U3), causando escapes de óxido mezclado con uranio-plutonio y más tarde de un incendio dentro de la vasija de contención del reactor de la U4, al parecer por sobrecalentamiento de las barras desechadas de combustible de uranio depositadas en una piscina de enfriamiento en seco.
Esto, según Shimatsu, indicaría que «este reactor se mantenía encendido para algún objetivo que no era la generación de electricidad, lo que plantea la pregunta de si la unidad 4 estaría usándose para enriquecer uranio, el primer paso del proceso que conduce a la extracción de material fisionable para construir armas nucleares».

FuenteEl Sol On line

ELLOS HABLAN DE PAZ Y SEGURIDAD… DIOS DICE: ¡FIN!

START son las siglas en inglés del nuevo tratado firmado el 8 de abril por los presidentes de EE.UU. y Rusia, Barack Obama y Dmitri Medvedev. En español se llamaría Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Éste se firmó en Praga, la capital checa, y el objetivo del mismo es reducir sus respectivos arsenales nucleares y sistemas de lanzamiento (sujeto a ratificación por el Senado de EE.UU. y la Duma rusa). Antes, durante la misma semana, publicó su nuevo Estudio de la Postura Nuclear (NPR) que por primera vez pareció abandonar el primer uso de armas nucleares. 
Ayer, y después de dos días de debate,casi medio centenar de jefes de gobierno y de Estado acordaron redoblar los esfuerzos para combatir el terrorismo nuclear. Para ello respaldaron una propuesta del presidente Barack Obama para poner a resguardo, en un plazo de cuatro años, todo el material atómico mundial para evitar que caiga en manos de terroristas.
Todo da a entender que la sombría nube del terror nuclear que ha colgado sobre la cabeza de la humanidad durante los últimos 65 años se estuviera disipando de una buena vez y asegurase la Paz Mundial para los hombres. Pero, el Espíritu Santo de Dios trajo a mi mente el paradigma profético que dice: 
«…cuando digan Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos una repentina destrucción, como los dolores de una mujer en parto qué es imposible escapar.
Sin embargo ustedes hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como ladrón.»
(1 Tesalonisenses 5: 1 – 4)
Esto me movió a informarme de algunas cosas y me enteré, entre tantas, que EE.UU. conserva 1.550 ojivas nucleares desplegadas y 2.200 (según algunos cálculos 3.500) más almacenadas y una tríada de vehículos de lanzamiento terrestres, aéreos y submarinos. 
Lo que es más alarmante, sin embargo, es que Washington sigue adelante con el proyecto de reemplazar la espada y el escudo nuclear –para chantaje y disuasión– por un modelo no nuclear que podría desestabilizar el anterior “equilibrio del terror” que ha sido una pesadilla criminal durante seis décadas, pero con sesenta años sin una guerra masiva de misiles.
La nueva espada, o lanza, integra planes para sistemas de armas convencionales de primer ataque empleando la misma tríada de componentes de tierra, aire y mar –más el espacio– y el escudo es una red mundial de despliegues de misiles interceptores, también en las cuatro áreas. ¡El Pentágono se propone poder atacar primero e impunemente!
El arsenal no nuclear utilizado para neutralizar y destruir las defensas aéreas y estratégicas, potencialmente todas las fuerzas militares importantes de otras naciones, consistirá en misiles balísticos intercontinentales, misiles balísticos adaptados a lanzamiento desde submarinos, misiles crucero y bombarderos hipersónicos, y bombarderos estratégicos “super-stealth” capaces de evitar la detección por radar y así evitar las defensas basadas en tierra y aire. 
EE.UU. también intensifica los programas de guerra espacial y cibernética con el potencial de paralizar los sistemas de vigilancia y comando militar, control, comunicaciones, informáticos y de inteligencia de otras naciones, llevándolas a la indefensión en todos los ámbitos, fuera del táctico más básico. 

 Entre los acuerdos de la cumbre también figuran sanciones más duras para quienes contrabandeen material nuclear y que haya una menor cantidad de uranio altamente enriquecido en reactores civiles, dado que esa forma de uranio es un ingrediente clave para las bombas atómicas. 
En su declaración final, los participantes de la histórica cumbre, la más importante convocada por Estados Unidos desde 1945, indicaron que se «esforzarán» por cumplir todas las obligaciones ya existentes en lo respectivo a la seguridad nuclear y en promover que se sumen otros Estados. De todas maneras, son declaraciones de intención sin compromiso. 
«El pueblo estadounidense estará más a salvo y el mundo será más seguro [después de esta cumbre]«, dijo en una conferencia de prensa un Obama visiblemente satisfecho. 

El 7 de abril de este año, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas rusas, general Leonid Ivashov escribió una columna llamada “La sorpresa nuclear de Obama.” De ella es buena resaltar las siguientes palabras:

“Esencialmente, la nueva doctrina nuclear de EE.UU. es un elemento de la nueva estrategia de seguridad de EE.UU. que sería descrita de modo más adecuado como la estrategia de impunidad total. EE.UU. aumenta su presupuesto militar, da rienda suelta a la OTAN como gendarme global, y planifica ejercicios en una situación real en Irán para probar la eficiencia en la práctica de la iniciativa de Ataque Global Inmediato. Al mismo tiempo, Washington habla de un mundo totalmente libre de armas nucleares.”
Todo esto ya lo conocemos bien; la “pax americana”, la paz de los cementerios, la paz que nos dice: “hay que matar a todos los que alteran la paz”. En otras palabras: habrá paz siempre y cuando recibamos con gozo la violencia… La Biblia nos dice que la paz es fruto de la justicia, no de la subordinación a la violencia. La paz del mundo es subordinación a la violencia de este sistema; la paz bíblica es hija de la justicia y la igualdad. Cuando veamos a la justicia y la igualdad prevalecer, veremos la bandera de la paz flameando bien alto. Cuando el sistema nos dice “paz y seguridad” nos está hablando de destrucción.
Lo irónico de esto es que, la única nación responsable del genocidio nuclear más grande de la historia, del crimen de ilesa humanidad más cruel, sea la que convoque a una reunión que pretende traer la paz al respecto.
Hago un llamado a los verdaderos profetas del Señor y a la Iglesia toda a estar en vigilancia con respecto a estas cosas. 
¡El fin se acerca!
¡El Señor viene pronto!
P.A. David Nesher